Diamantes, cerdos y más armas humeantes

"Snatch, cerdos y diamantes" ("Snatch", Gran Bretaña-Estados Unidos/2000). Presentada por Columbia TriStar de la Argentina. Guión y dirección: Guy Ritchie. Benicio del Toro, Dennis Farina, Jason Flemyng, Vinnie Jones, Brad Pitt, Rade Sherbedgia, Jason Statham, Stephen Graham y Alan Ford. Fotografía: Tim Maurice-Jones. Edición: Jon Harris. Música: John Murphy. Diseño de producción: Hugo Luczyc. Duración: 104 minutos. Para mayores de 16 años.
Nuestra opinión: buena.

Guy Ritchie se convirtió en uno de los principales referentes de la renovación del cine británico gracias a la moderna construcción formal de su opera prima, "Juegos, trampas y dos armas humeantes", que junto con "Trainspotting" intentaron oponerse a la vertiente más realista, social y humanista de la producción de ese origen.

Dos años más tarde, el ahora marido de Madonna regresa con un film protagonizado por un par de estrellas hollywoodenses de gran peso, como Brad Pitt y Benicio del Toro.

Desde lo visual, esta película resulta tanto o más ambiciosa que la anterior, pero vuelve a dejar la sensación de que detrás de esa cáscara de talentosos encuadres, complejos movimientos de cámara, vistosa fotografía, sofisticados efectos especiales y una muy cuidada edición no hay demasiadas ideas novedosas a la hora de concebir una historia mínimamente sólida y atrapante.

La trama tampoco se diferencia demasiado de su predecesora. Como en ella, hay aquí patéticos ladronzuelos dominados por gángsters tan poderosos como sádicos, hay un enorme diamante que va pasando de mano en mano, y hay un sórdido submundo de boxeo clandestino en el que un insobornable peleador gitano (Brad Pitt) es capaz de barrer con peleas arregladas.

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Una buena dosis de violencia seca, un humor despiadado (por momentos xenófobo) que se las toma incluso con judíos, negros y gitanos, algunos diálogos hilarantes (apelando a un exagerado acento londinense), gags bastante logrados ,y un puñado de escenas de acción bien filmadas son las propuestas que tiene para ofrecer "Snatch, cerdos y diamantes".

En suma, se trata de una película bastante afecta a las fórmulas, pero que parece imponerse dentro del panorama del cine británico contemporáneo.