La tercera dimensión de Dario Argento
Un personaje mítico, en manos de un director de culto. El italiano Dario Argento (El pájaro de las plumas de cristal, Suspiria) puso su inquietante y retorcida cabeza a disposición de la leyenda más filmada de la historia. Drácula 3D, que se estrenará mañana, combina la fascinación del director por lo onírico y lo siniestro con las nuevas tecnologías.
Su versión del mito creado por Bram Stoker requería profundidad. No pensó en gotas de sangre tridimensionales salpicando virtualmente al público (raro en él desaprovecharlo), sino en una manera de narrar diferente, inspirada en una película de Alfred Hitchcock: Con M de muerte (1954). Argento la había visto en 3D –fue filmada con la célebre cámara Natural Vision– durante una convención de realizadores en los Estados Unidos y quedó fascinado. "Siempre es maravillosa una película de Hitchcock, pero en este caso fue un sueño –cuenta Argento desde su casa en Roma–. Ni mis colegas ni yo sabíamos que se había filmado en 3D cuando las salas no estaban preparadas aún para esa tecnología. No iba a tener éxito, y por eso se estrenó en 2D. Me asombró el trabajo del maestro. Mientras el 3D en general requiere grandes espacios para la acción, este film está rodado en una habitación. Hay una escena en la que un detective camina por detrás de una mesa, que tiene un vaso, y detrás hay una ventana por donde se divisa un palacio. A Hitchcock le interesaba destacar la profundidad del ambiente y la distancia entre los personajes. Utilizó el 3D no para impactar al público, sino para lograr una mejor puesta de escena, que permitiera apreciar a los personajes."
-En el caso de su film, ¿con qué desafíos técnicos se encontró?
-Por supuesto utilicé un sistema mucho más nuevo que el de Hitchcock. Cuando vi La invención de Hugo Cabret , de Martin Scorsese, me llamó la atención una puesta perpendicular, una posición difícil que muestra la profundidad de una manera muy bella. Pedí esa cámara y pude tenerla. Sólo necesité darle más luz, porque la lente que se coloca le quita un poco. Estos films se hacen digitales, no se pueden filmar en película. Y en vez de foto pensás en holograma. Lo importante es cómo usar la cámara en el set para ver esas distancias, profundidades...
-¿Es un cine diferente el 3D o es una herramienta más?
-No creo que exista una diferencia de fondo. A mí me permitió lograr espacios claustrofóbicos, pero también abiertos, como una parte muy interesante rodada en el bosque, donde se ve a un personaje entre los árboles y una pequeña casita en el fondo. Procuro que los films sean puestas en escena espectaculares. Busco llevar todo hacia lo fantástico, para reflejar mi personalidad, mis sueños de niño. Me gusta contar esas cosas.
A punto de cumplir 73 años (el 7 de septiembre), nadie imagina una tradicional fiesta familiar, al menos no después de conocer su trilogía de las tres madres o haber visto la impronta efusiva de su hija Asia Argento, reconocida actriz y realizadora. Pero Dario suena en la charla de lo más apacible. Cuenta que gracias a su madre, la brasileña Elda Luxardo, actriz, cultora del vudú y "una fotógrafa extraordinaria", él comenzó a interesarse en temas satánicos, y que no se inspira en acontecimientos de su país ni de su vida, sino en los que reflejan su humor. "Trato de mirar mi mitad oscura, de contar cosas profundas que se pueden compartir con todos, miedos de los seres humanos en general."
En su versión de Drácula , cada estado anímico del conde lo lleva a convertirse en lobo, en una suma de millones de moscas o en un insecto verde, gigante y bien kitsch. Luego, el protagonista (interpretado por el alemán Thomas Kretschmann) vuelve a su porte elegante.
-La película presenta a un Drácula pasional, pero también sensible. ¿Por qué?
-Me interesaba sobre todo su aspecto romántico. También sufre la traición de una mujer y quise mostrar un aspecto de su personalidad que no había sido explorado.
-¿Cuál es el primer acercamiento al personaje de Drácula que recuerde?
-La película de la productora Hammer, con Christopher Lee. Era lindísima, para mí ha sido el tesoro más importante que se ha hecho, con una fuerza y un vigor muy tétricos.
-Si el vampirismo es una metáfora de la sexualidad, usted decidió mostrarla sin eufemismos.
-Hice esta combinación de vampirismo con cierta sexualidad, pero no madura, no moderna, una sexualidad un poco a la antigua. Porque hoy las personas son más libres para expresarse sexualmente y mi Drácula es un viejo gentleman .
-¿Cómo fue trabajar con su hija [interpreta a la vampirizada Lucy Westenra] una vez más?
-Me gusta que cada personaje tenga un poco del actor que lo interpreta y a ella la conozco muy bien. Creció ante mis ojos en cada film, ahora está más adulta, más mujer. En el set no hay nada que sea de padre e hija. A esa relación volvemos cuando terminamos de rodar y vamos a comer. Pero en el set ella me ayuda como actriz, hace sugerencias, cualquier nueva idea personal. Ya hicimos cinco películas juntos. Cuando era chica, me seguía siempre en los rodajes; aprendió mi manera de hacer cine, así que es un privilegio trabajar con la propia hija con el paso de los años. Me hace muy feliz.
-Siempre se vuelve a los clásicos, ¿ve novedades en el cine de terror?
-El cine italiano está un poco en decadencia. Prácticamente soy el único que hace horror, porque hay una gran crisis. Se hacen films que cuestan poco, habitualmente son comedias. Algunos países cobraron importancia en films de terror, como Francia, con autores jóvenes muy buenos. También España, de donde salieron un montón de películas con nuevas ideas. Pero lo más interesante se hace en Oriente: Corea del Sur, Japón, Taiwán, Hong Kong... Porque ellos usan mucha psicología de personajes, sin eso el público no se engancha, se mantiene frío.
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