
Todo el cine argentino que se verá en 2007
Este año se conocerán nuevas obras de Juan Taratuto, Luis Ortega, Sergio Renán, Eliseo Subiela y Leonardo Favio
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Un centenar de películas no es una cifra exagerada para una producción cinematográfica que acostumbra a estrenar, hace ya tres temporadas, entre 60 y 70 largometrajes anuales, contabilizados aquellos que se presentan en soporte fílmico y aquellos otros que lo hacen en forma digital. Claro está que lo ideal sería que de ese total, un porcentaje mayor reuniera las condiciones mínimas para ser obras consideradas al menos interesantes, y que, de paso, algunas más llevaran una mayor cantidad de público. El primer síntoma positivo que puede descubrirse en esta realidad es que más allá de los avatares que sufre el cine local, se sostiene su capacidad productiva. No obstante la caída global en la venta de tickets, el cine argentino que sufre, en buena medida, la indiferencia de su propio público, va encontrando en la exportación una interesante fuente de recursos que, seguramente, aumentará con el paso de los años. Mientras tanto, en el almanaque de 2007 ya comienzan a encerrarse con marcador negro algunos de los jueves reservados para películas "habladas en argentino".
Como viene ocurriendo también hace tres años, la concentración de títulos importantes tendrá lugar en marzo, alrededor y dentro de las vacaciones de invierno y en septiembre, no obstante el segundo semestre, por la baja de demanda de salas del cine norteamericano, seguramente habrá más posibilidades de ubicar aquellos títulos apriori menos llamativos para el gran público.
Entre lo inmediato figuran Roots Time , de Silvestre Jacobi, la historia de dos rastafaris filmada en Jamaica, en el pueblo de Bob Marley, que se estrenará el 18 de este mes; probablemente Fuga , coproducción del debutante chileno Pablo Larraín, con Benjamín Vicuña y Gastón Pauls; El árbol , un relato cargado de poesía de Gustavo Fontán, aplaudido en el Bafici de 2006 y ¿Quién dice que es fácil? , la esperada nueva comedia de Juan Taratuto, con Diego Peretti y Carolina Peleriti, que llegarán el 1º de febrero, mes para el que también se anuncian, las postergadas Arizona Sur , de Daniel Pensa y Miguel Angel Rocca, y El color de los sentidos , de Liliana Romero y Norman Ruiz. De estos últimos, es posible que este año también se conozca Fierro, la película , en la que en clave de animación, ambos cineastas recuperan el poema épico-telúrico de José Hernández, en versión de Roberto Fontanarrosa. También en febrero irá Vísperas (el 18), ópera prima de Daniela Goggi, coproducida por la Universidad del Cine, exhibida en Horizontes Latinos de San Sebastián, acerca de las angustias de una joven mujer que tiene que aguardar un fin de semana para conocer los resultados de un decisivo examen oncológico.
Sapir en Rotterdam
El próximo 24, La antena , la película con la que Esteban Sapir vuelve al cine a diez años de su debut con la provocativa Picado fino , abrirá el Festival de Rotterdam. Se trata de una historia que discurre en una Buenos Aires del futuro, una mirada surrealista en desafiante blanco y negro, acerca del poder de la TV y su culto al reciclaje, con Alejandro Urdapilleta, Valeria Bertucelli, Julieta Cardinali y Rafael Ferro.
En marzo, cuando se abra la verdadera temporada de estrenos, se conocerá, finalmente, El tigre escondido , de Luis Barone, con Mausi Martínez, así como Tres de corazones , un viejo proyecto de Sergio Renán, que adapta el cuento El taximetrista , de Juan José Saer, con Luis Luque, Fabián Vena y Mónica Ayos. También es probable que lleguen Garúa , de Gustavo Corrado, con Luciano Cáceres; La peli , de Gustavo Postiglione; El destino , de Miguel Pereira, que adapta un relato de Héctor Tizón; El otro , de Ariel Rotter, con Julio Chavez, que seguramente se verá en febrero en el Festival de Berlín, y Ciudad en celo , de Hernán Gaffet, con Daniel Kuzniecka y Adrián Navarro, cineasta de quien todavía está pendiente su documental Argentina Beat .
También en otoño es probable que se conozca Lucy y Fer , una historia de jóvenes marginales producida en forma independiente por Luis Ortega; La velocidad funda el olvido , de Marcelo Schapces, con Luis Luque, Uxia Blanco y Nicolás Mateo, que en estos días compite en Palm Springs; El traductor , de Oliverio Torre, perteneciente a una familia que va por la cuarta generación de cineastas, acerca de un relato del recordado periodista Salvador Benesdra, con Alejandro Awada; El amor y la ciudad , de Teresa Costantini, con ella misma y Adrián Navarro; La mirada de Clara , en este caso de Pablo Torre (tío de Oliverio), con Gabriel Feldman y Pompeyo Audivert, y XXY , de Lucía Puenzo, con Ricardo Darín.
Antes de las vacaciones de invierno, llegará Incorregibles , la nueva apuesta fuerte en materia de público de Carlos Mentasti y Luis Alberto Scallela, un policial en clave humorística de Rodolfo Ledo, con Guillermo Francella y Dady Brieva. De este último, siempre y cuando se destrabe una serie de problemas que frenan su estreno, es probable que llegue Pedile a San Antonio , la película que rodó en San Luis y marca su debut como director, con él mismo y Luis Ziembrowski.
Para julio es probable que lleguen El pasado , de Héctor Babenco, de acuerdo con un relato de Alan Pauls, con Gael García Bernal, y para los chicos El arca , la historia de Noé en clave humorística, dibujos animados en este caso dirigidos por Juan Pablo Buscarini y Plumíferos , otra animación pero en este caso 3D, de Daniel Defilippo, con voces de Luisiana Lopilato y Mariano Martínez.
Una señal, en septiembre
También este año se conocerán Una novia errante , de Ana Katz; el colectivo A propósito de Buenos Aires ; Cuando ella saltó , de Sabrina Farji; Paredón, paredón , de Guillermo Palacios, con Enrique Liporace y Mimí Ardú; Suspiros del corazón , de Enrique Gabriel, también con Awada; El salto de Christian , de Eduardo Calcagno, con Moro Anghileri, Gastón y Nicolas Pauls, y Amelita Baltar, rodada en Claromecó; No mires para abajo , de Eliseo Subiela, con Antonella Costa; Celo, de Fabián Forte, con Carlos Echavarría; Las mantenidas sin sueños , de Vera Fogwill y Martín Desalvo; La mujer rota , de Sebastián Faena, con Dolores Fonzi y Pablo Rago; Regresados, d e Flavio Nardini y Cristian Bernard, con Diego Capusotto; los documentales Orquesta típica , de Nicolás Entel; No a los papelones , de Eduardo Montes Bradley, que el viernes se estrena en el Uruguay, y Los próximos pasados , de Lorena Muñoz, acerca de una importante obra que el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros pintó en una estancia de Natalio Botana y hoy se deteriora en containers.
En marzo comenzará el rodaje de La señal , de acuerdo al guión que dejó Eduardo Mignogna, basado en su novela, con dirección de Ricardo Darín, él mismo protagonista junto a Diego Peretti, de una trama policial que tiene como escenario una Buenos Aires de principios de la década del 50. Sus productores apuestan a poder mostrarla en septiembre, en la apertura del próximo Festival de San Sebastián, en coincidencia con su estreno local.



