Un Batman con acento inglés
El londinense Christopher Nolan dirige a un elenco mayormente británico
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LONDRES (The New York Times).- Salvo Davy Crockett y algunos personajes de John Wayne, es difícil pensar en un héroe más norteamericano que Batman, el alter ego con capa de Bruce Wayne (o Bruno Díaz para el público argentino).
Y con respecto a Ciudad Gótica, su ficticio lugar de residencia y aventuras, ¿no tiene muchas más similitudes con ciertas oscuras esquinas de Nueva York -a la que a veces, incluso, se ha llamado así- que con el pueblo de Gotham, en la británica Nottinghamshire?
Aun así, "Batman Begins", que se estrenará en los Estados Unidos el 17 de junio, llegará como el resultado de una sorprendente alianza de talentos y locaciones británicos, a pesar de que la pretendida ubicación del mito no ha cambiado. La película, de Warner Brothers, fue filmada en su mayor parte en Gran Bretaña por un joven director londinense, Christopher Nolan ("Memento"). El elenco incluye al galés Christian Bale como Bruce Wayne-Batman junto a otros ingleses como Michael Caine, Liam Neeson (nacido en Irlanda del Norte), Gary Oldman, Tom Wilkinson y Linus Roache.
Algunos exteriores de "Batman Begins", ahora en etapa de posproducción, fueron rodados en el centro de Chicago, pero Ciudad Gótica fue recreada en el corazón del campo inglés, en Cardington, una ex base aérea británica, a unos 55 kilómetros al norte de Londres. Cardington es conocida por dos gigantes hangares que alguna vez albergaron los aviones R100 y R101, de antes de la Segunda Guerra Mundial. El hangar más grande fue transformado en Ciudad Gótica para esta nueva entrega de la saga del hombre murciélago.
No se sabe aún si el público sentirá realmente esa presencia británica en la película terminada. Nolan, después de todo, acertó al elegir a Guy Pearce, que nació en Gran Bretaña y creció en Australia, como el norteamericano con problemas de memoria en su película "Memento", que fue rodada en el sur de California.
Entre los muchos actores británicos del film (y Cillian Murphy, un irlandés que vive en Londres y que interpreta a un vendedor de drogas ambulante, Dr. Jonathan Crane, alias "El Espantapájaros") al menos uno puede parecer una presencia natural: Caine como Alfred Pennyworth, el británico mayordomo de Bruce Wayne, que reemplaza en este papel a otro inglés, Michael Gough, que ocupó ese rol en los cuatro films anteriores de Batman.
El elenco
Pero Liam Neeson, por ejemplo, interpreta a Henri Ducard, el mentor y entrenador, claramente no inglés, de Bruce; Gary Oldman es el futuro comisionado Fierro; Wilkinson hace de uno de los integrantes de la Mafia, Carmine Falcone, y Roache es el padre de Bruce, el doctor Thomas Wayne. Morgan Freeman, como Lucius Fox, un amigo de la familia Wayne, y Katie Holmes, como Rachel Daws, la amiga de la infancia de Bruce y su interés amoroso en la adultez, son los dos únicos norteamericanos entre los diez roles principales.
Christian Bale, por su parte, fácilmente dominó el acento norteamericano cuando tuvo que interpretar a Patrick Bateman, el sociópata residente de Manhattan en "Psicópata americano", y el resto del elenco parece haber aprendido el mismo truco en algún momento (Neeson lo hizo hace poco para encarnar al investigador sexual Alfred C. Kinsey en "Kinsey").
En definitiva, estos actores tendrán un trabajo extra, y eso habla a las claras de la importancia de Nolan. Aunque nunca dirigió una película de acción, Warner Brothers le ha dado amplia libertad en este intento de revivir una marca alicaída tras el golpe que recibió en 1997, cuando su cuarta entrega, "Batman y Robin", dirigida por Joel Schumacher, sólo recaudó 107 millones. En este nuevo capítulo, Nolan decidió regresar al origen de la historia, tal como se esboza en el cómic "Batman: Year One": siendo niño, Bruce Wayne vio el asesinato de sus padres y juró vengar la maldad del mundo.
Warner Brothers, que declinó discutir sobre el elenco del nuevo film e incluso evitó que lo hiciera Nolan, necesita sentirse tranquilo respecto de las posibles asociaciones con otros típicos productos británicos, como las comedias románticas de Hugh Grant o las interminables series de dramas de época. De hecho, el estudio sólo necesita mirar a su propia producción. De las grandes compañías cinematográficas norteamericanas, Warner Brothers ha sido la más decidida a trabajar en tierras británicas. Buena parte de Harry Potter ha sido filmada en Leavesden, otra abandonada base aérea británica. Y recientemente se filmó cerca de allí "Charlie and the Chocolate Factory", de Tim Burton, con Johnny Depp. Además, el año último los interiores de otras dos ambiciosas producciones, "El fantasma de la Opera" y "Alexander", ambas distribuidas en los Estados Unidos por Warner, fueron filmados en escenarios ingleses; sin mencionar al primer "Batman", también rodado en Gran Bretaña.
Quienes han visitado Cardington dicen que el set de Ciudad Gótica es lo suficientemente grande como para incluir una autopista y un tren elevado (esta ciudad gótica está en estado de decadencia, devastada por la corrupción y el crimen organizado, y parece influida por la villa de Kowloon, en Hong Kong, ahora demolida).
Finalmente, uno se pregunta incluso si realmente importa que los actores británicos predominen en esta pieza clásica norteamericana. Ya se ha hecho antes; nada menos que en "Lo que el viento se llevó", las bellas sureñas protagónicas son Vivien Leigh, nacida en la India británica, y Olivia de Havilland, hija de un abogado de patentes inglés, en Tokyo, mientras que el Ashley Wilkes de Leslie Howard nunca dejó del todo su Londres natal.




