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"Es una noche mágica ¡Richard Coleman!", dijo Skay Beilinson ayer y todas las personas que se encontraban frente al escenario norte del Cosquín Rock lo miraron sorprendido. Pocos se habían dado cuenta de que el guitarrista de galera negra que tenía a su lado no era Oscar Reyna de Los Fakires, el grupo con el que toca siempre, sino Richard Coleman. El fundador de Fricción y Los Siete Delfines acompañó a Skay durante toda la presentación -un encuentro sublime tanto por su desempeño como por la calidad del sonido- al igual que como lo hizo en su momento con Gustavo Cerati.
Cuando llegó el momento de "Jijiji", Skay le cedió a Coleman la parte final del solo que lo inmortalizó en la historia del rock Argentino, quién demostró estar a la altura y dejó de rasguear su guitarra para ponerle su propia impronta a ese torbellino de notas legendario.
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Esta nos es la primera vez que los dos músicos colaboran juntos. En 2013, Coleman invitó a Skay a participar en su disco ‘Incandescente’, y el ex Redondos terminó grabando en "Corre la voz", el cuatro track del álbum.