Cuáles son los 20 nuevos artistas que darán que hablar este año
¿Dakillah, Greta Van Fleet, Izal, Amor Elefante? Muchos se preguntarán quiénes son, aunque sería mejor empezar a prestarles atención. La música mainstream del año que comienza aparece atravesada por una variedad de estilos que muestran la entronización del hip-hop y todas sus variantes, el pop inoxidable y la resistencia del rock que aún mantiene zonas fértiles. Todos conviven en playlists y festivales. El acceso a través de las plataformas de streaming (Spotify, Apple Music, etcétera) ya no es una expresión de una minoría actualizada, sino una realidad de millones de personas con capacidad de conocer de inmediato la música que se escucha en cualquier parte del mundo en todo momento. Un poco en esa línea –y con algún ánimo de competir con los algoritmos–, lo que sigue es una guía posible de los artistas que este año aparecerán entre los preferidos de los charts a nivel mundial y en los circuitos locales más exigentes. Una de las características de este año es la mayoría de proyectos femeninos que durante los últimos años se consolidaron en la cima de las preferencias del público.
Candelaria Zamar
Desde Córdoba y sin abandonar cierto bajo perfil, Candelaria Zamar llamó la atención hace unos años con Un vaso de agua, un bellísimo disco debut donde convivían lo orgánico y tradicional (el piano, su propia voz) con detalles sutiles de percusión electrónica. Instalada desde entonces en Buenos Aires y con banda de acompañamiento ya consolidada, tiene listo su segundo álbum, en el que profundizó ese tono entre íntimo y fugaz, de canciones que parecen desarmarse en el aire sin romperse. "Visión", con coautoría en letra de Lucas Marti, ya puede escucharse como adelanto prometedor. Una imaginación que se abre.
Chita
Sobre el final de los versos de "No fue", la voz de Chita se disuelve tan etérea como ella sobre el escenario. Tiene 22 años y una carrera incipiente, que comenzó en Londres, donde estudió jazz. El año pasado la tuvo asentada en Buenos Aires, editó su EP debut (una pequeña entrega de R&B delicado), abrió el show de Cosmo Pyke en Niceto y colaboró en el videoclip de "Somos nosotros", de Emmanuel Horvilleur. Este año, planea editar su primer disco y será una gran oportunidad para establecerse como la exponente del neosoul que la Argentina nunca tuvo.
Normani
Fifth Harmony no solo es (¿fue?) la girl band de la década, también sirvió para que cada una de sus integrantes brille con luz propia y deslice una potencial carrera solista. Camila Cabello y Lauren Jauregui ya hicieron lo suyo y 2019 puede ser el salto definitivo de Normani. Con un disco planeado para principios de año, la joven de 22 años nacida en Atlanta ya editó singles en colaboración con Calvin Harris y Khalid, como para demostrar que apunta bien alto. Para incluirla en una playlist justo después de que un hit de Ariana Grande te haya dejado con ganas de un poco más de swing.
Dakillah
Morena Jabulij, la trapera adolescente salida de las batalla de El Quinto Escalón, es llamada "la number one" por sus seguidores y no se debe solo a su canción "NumberOne", que acumula más de siete millones de reproducciones en YouTube. A sus 18 años, fue la elegida para abrir el show de Bad Bunny en el Luna Park, y participó del Festival Nuestro, Festival de Trap Argentino y del Harlem Festival, y se prepara para subir al escenario del próximo Lollapalooza. Autodescripta como "madafak1n centennial", además de acumular fans de su edad y dentro del género urbano, llama la atención de artistas heterogéneos: teloneó a Babasónicos y colaboró con Juan Ingaramo en "Fobia". A fuerza de menos de diez singles, entre los que se destacan "Oro negro" y "Solo quiero bailar", fue fichada por Sony y 2019 promete ser el año en el que conquiste al mainstream con su free style corajudo y sin pedir permiso.
Amor elefante
Con tres discos editados en forma totalmente independiente (su debut homónimo en 2011, Parque Miñaqui de 2013 y Oriente de 2017), sus actuaciones en vivo son una catarata de melodías redondas, arreglos meticulosos, inteligencia pop rockera y sensibilidad femenina. En marzo viajan a Austin (Texas) invitadas por el festival SXSW, y a su vuelta darán a conocer su cuarto disco, todavía sin título confirmado, del cual se puede escuchar su primer adelanto, "Recuerda", un bolerazo que las muestra más que listas para las grandes ligas.
Billie Eilish
Con 17 años cumplidos a fines de diciembre, la californiana Billie Eilish Pirate Baird O’Connell cosechó mucho en poco tiempo. Un EP, un puñado de singles y la selección de los feats correctos (Vince Staples en "&Burn", Khalid en "Lovely") dispararon el ascenso de su pop melancólico e introspectivo, que les abre paso a beats de hip-hop entre susurros y observaciones filosas. Presente en las bandas de sonido de 13 Reasons Why y Roma, Eilish es capaz de ensamblar a Kendrick Lamar con la primera Lorde y convertir eso en algo propio y personal.
1915
Sea casualidad o no, la banda de zona norte tomó por nombre el año en el que Franz Kafka publicó La metamorfosis. Al igual que Gregor Samsa, protagonista de la novela, la música de 1915 cambia de forma sin aviso: lejos de convertirse en un monstruoso insecto, lo suyo pasa por tomar al pop ochentoso como punto de partida, para sumar guitarras quebradizas y sintetizadores alineados a lo progresivo (ver "Olas", su colaboración con Morbo y Mambo). Bandera, su segundo disco, publicado el año pasado, le valió al grupo su lugar en la edición 2019 de Lollapalooza.
Greta Van Fleet
Desde su irrupción en 2012, Greta Van Fleet ha sido comparada, y con razón, con Led Zeppelin y con gran parte de las bandas de hard rock y blues de los años setenta. Si bien la influencia del legendario grupo liderado por Robert Plant y Jimmy Page es más que evidente, la joven agrupación norteamericana oriunda de Michigan y capitaneada por los hermanos Kiszka sorprendió a propios y extraños por la vitalidad, la contundencia, el desprejuicio y la fresca relectura de estilos ya consagrados, a través de dos EP incendiarios, Black Smoke Rising y From the Fires (ambos de 2017) y su único álbum de estudio hasta el momento, Anthem of the Peaceful Army, lanzado en 2018. Sin haber descubierto la pólvora ni mucho menos, lo más destacable e incluso revolucionario en Greta Van Fleet descansa precisamente en haber vuelto a colocar en oídos de las grandes audiencias al rock’n roll clásico de guitarras en medio de una escena global al parecer dominada por el trap y el abuso del autotune. El público argentino tendrá oportunidad de disfrutarlos en vivo muy pronto y por partida doble: el 31 de marzo en la tercera jornada del festival Lollapalooza Argentina, en el Hipódromo de San Isidro, y un día después, el 1º de abril, en el Teatro Gran Rex.
Ca7riel
Irreverente pero lúcido, Catriel Guerreiro puso las letras al servicio de un fraseo potente y preciso en el proyecto solista que lleva su nombre de pila. Todo aquello que quedaba fuera del caudal creativo de Astor, la banda de rock donde cantaba y tocaba el bajo, ahora encontró su lugar con sampleos de Serú Girán (en "Terrible Kiko") y Yes ("Tra Feliz") en clave hip-hop. Mientras que cuela referencias de Star Wars y Game of Thrones ("Güinter is Comin") desde sus EP Povre y Livre, el profesor de música egresado de la Escuela Juan Pedro Esnaola se crispa por ser parte de una generación "que antes iba a recitales y ahora clavan corazón". Giró con Marilina Bertoldi, colaboró con Chita, con Juan Ingaramo, y este año se lo podrá ver tirando flow en el segundo día del Lollapalooza.
Leikeli47
La rapera oriunda de Brooklyn, que colaboró con las Pussy Riot en "Straight Outta Vagina", conquistó a Jay Z con versos incendiarios y ritmos vigorosos desde el anonimato absoluto. Con su cara oculta bajo pasamontañas de colores, no se conoce ni su edad ni su nombre. Con influencias de Missy Elliott, Kelis y Wu-Tang Clan, Leikeli47 expone en su segundo álbum, Acrylic, qué significa ser mujer y afrodescendiente hoy y confronta la dureza de sus garras esculpidas con la resiliencia necesaria para llegar a destacarse del montón. En medio de una revolución femenina donde todo el tiempo surgen artistas de gran talento como Noname, Tierra Whack y Cardi B, su música es otra apuesta joven y contundente del rap actual.
Sabrina Claudio
Por sus venas corre sangre cubana y por sus cuerdas vocales todo el R&B. Claudio tiene la capacidad de envolvernos en su viaje, llevarnos a pasear por las aguas del soul más introspectivo y soltarnos cuando ya estamos en trance. En 2016 subió sus primeras canciones a Soundcloud, en 2017 sacó un EP y en 2018 su primer álbum, el muy recomendable No Rain No Flowers. A los 22 años y con base en Los Ángeles (pasó buena parte de su adolescencia en Miami), construye una carrera que se mueve tan rápido como el requerimiento de los grandes festivales para tenerla en sus grillas. Ya pasó por Lollapalooza Chicago y este año se presentará en Coachella. A descubrirla.
Pol-y
Paola Sallustro, la chica del piano, la de las baladas que contaban historias de amor y desamor postadolescente, la ex-Floricienta que dejó la actuación para dedicarse 24 horas a la música, se reinventa. Hasta mutó su nombre artístico de Poli a POL-Y. Con Salvajes, el disco que acaba de sacar, se planta en la escena con un sonido más contemporáneo, absorbiendo el trap, el reggaeton y hasta ese pop sin fronteras que se impone en los festivales. Sus canciones invitan al baile y hasta conservan algo del sonido que hizo de Tan Biónica el último gran boom del pop local.
Tirzah
Con el aporte fundamental de su amiga Mica Levi, responsable de crear un entorno original, extraño y fascinante para acompañar su voz, la británica Tirzah Mastin grabó Devotion, un álbum debut sorprendente y adictivo de R&B minimalista que sabotea cualquier atisbo de hit convencional descargando una artillería de estribillos susurrados, finales abruptos, imperfecciones en el acabado sonoro, falsos glitches y loops deformes. Siempre atento a las auténticas novedades, el sello Domino (el mismo que alguna vez supo detectar el talento y la inventiva de Juana Molina) la fichó de inmediato. Si entre las preferencias de uno está The XX y James Blake hay que darle una oportunidad.
Snail Mail
Lindsey Jordan grabó su primer EP (Sticki) a los 15 años. Después editó uno más (Habit) y logró que un sello como Matador –pieza clave del indie norteamericano– se decidiera a editarle un primer LP más contundente y enfocado, resultado del eficaz trabajo de producción de Jake Aaron (Grizzly Bear, Solange): Lush (2018) tiene frescura e intensidad. Y sobre todo está cargado de todas y cada una de las amargas sensaciones que provoca una iniciática ruptura amorosa. De tono abiertamente confesional, este disco brutalmente honesto también nos revela a una notable guitarrista, capaz de atravesar un suave lamento con una erupción sonora digna de J Mascis (Dinosaur Jr.). Crudo y al mismo tiempo delicado.
Mitski
En 2016, Mitski Miyawaki editó Puberty 2, un disco que, a fuerza de subvertir muchos de los clichés del rock moderno, la depositó como merecida telonera de las giras de Lorde y de Pixies. Nacida en Japón y afincada hace años en Brooklyn, esta artista reacia a las clasificaciones vivió en una docena de países y supo transformar la inestabilidad que le provocó semejante derrotero en una música heterogénea y atrapante que en Be the Cowboy parece haber encontrado su punto de equilibrio: casi no hay lista de lo mejor del año que acaba de terminar en la que el disco no aparezca. Como mujer casada, Mitski sabe narrar sus propias batallas románticas con estilo, humor y garbo. Y crearles un entorno musical que algunas veces puede remitir a St. Vincent y otras a PJ Harvey o a Belle & Sebastian. Pop sofisticado, denso y de alto voltaje.
bülow
"Ojalá pudiera decirte que te amo pero no puedo, esto no es una canción de amor", canta Bülow en "Not a Love Song", el single que editó en 2018 mientras terminaba la secundaria. Ese deseo de cercanía no es casual en alguien que, con 19 años, vivió en cinco países (es alemana, ahora está en Holanda): más bien es el motor de una música en la que la angustia adolescente choca con la artificialidad de la vida digital ("Sad and Bored" o "triste y aburrida, se llama otro de sus temas) en un entorno de pop sintético que de a ratos orilla lo que conocemos como trap.
King Princess
El ex One Direction Harry Styles usa muy poco su cuenta de Twitter, pero en marzo de 2018 tuiteó "me encanta cuando escuchamos 1950". Hablaba de "1950" de King Princess, una artista de veinte años a la que Mark Ronson fichó para su sello Zelig con solo haber escuchado dos versos del demo esta canción. ¿El resultado? Ciento ochenta y tres millones de reproducciones para esta balada soulera de amor queer que –junto a un EP y otros singles surtidos– presagia el álbum debut que sale este año.
Izal
En apenas cinco años se transformaron en la gran cosa del rock & pop español. Y tienen con qué: en la línea de las canciones perfectas a lo Amaral, en poco tiempo tocaron en las principales salas de conciertos de Madrid. Además, su último disco, Autoterapia, de 2018, no hizo más que agrandar su paleta de hits sentimentales, algo existencialistas y con aspiraciones de profundidad sin perder una frescura apta para todo público. Este año, según anunció la banda, tienen pensado colonizar América y, a juzgar por otros casos similares de éxitos españoles, ya podría anticiparse que no pasarán inadvertidos.
Hojas secas
Los discos que los Strokes dejaron de sacar (por desgano, por pérdida de ángel, por mezcla de ambas cosas) un poco los vinieron publicando estos oriundos de Junín, pero radicados en La Plata. Un rock de guitarras que hace corear o mover la patita con sus letras de problemas cotidianos o amores en puerta. A la espera de su cuarto disco todavía sin nombre (saldrá en marzo o abril como mucho) prometen levantar la apuesta con una producción más pop, aunque en la misma senda. "Habrá más coros y teclados. Y también un poquito de vocoder", anticipan. "Hasta las manos", el adelanto guitarrero y dulzón que ya circula por redes, lo confirma.
Conociendo Rusia
Heredero de la tradición cancionera del rock, el líder del proyecto es Mateo Sujatovich (hijo del tecladista Leo Sujatovich de Spinetta Jade). Con 27 años, su álbum debut es un resumen de su largo andar en el under. Guitarrista de bandas como Detonantes y productor del grupo Nidos, el músico descubre en este ramillete de canciones una sensibilidad pop con melodías que se pegan instantáneamente a los oídos.
Colaboraron: Alejandro Lingenti, Sebastián Chaves, Joaquín Vismara, Catalina Greloni Pierri, Diego Mancusi, Juan Manuel Strassburger, Esteban Rial, Gabriel Hernando, Tamara Talesnik, Sebastián Espósito, Gabriel Plaza y Franco Varise.
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