David Bowie: cronología de un camaleón
El músico británico, que murió anoche en Nueva York, a los 69 años, dejó un legado artístico imborrable a lo largo de seis décadas de rock
David Bowie lanzó su último disco mientras sabía que se estaba muriendo de cáncer. Fueron 18 meses luchando contra esa enfermedad. Sabía y era consciente que Blackstar, el disco que grabó en los pequeños estudios Magic Shop de Nueva York, sería su legado definitivo, su última aventura musical. El video de Blackstar, "Lazarus", es el mensaje de un hombre enfrentando y visualizando su propia muerte. Tenía 69 años. Ya no daba entrevistas, ni hacía giras. Después de una angina de pecho que sufrió en un concierto en Alemania y que lo obligó a bajarse de los escenarios en 2004, el artista inglés nacido en una familia pobre de Brixton, acentúo su carácter enigmático. Sus apariciones fueron esporádicas en los escenarios, colaborando artísticamente con el disco Reflektor, de Arcade Fire, o acompañando en vivo a colegas como Alicia Keys en Manhattan. Poco se sabía de él: Bowie seguía una rutina cotidiana de caminar una hora por las calles del barrio Nolita de Manhattan junto a su mujer, la modelo Imán, y su hija Alexandria. Decía que Nueva York era la ciudad perfecta para poder vivir en el anonimato, incluso para una leyenda que había dejado una marca indeleble en la cultura rock durante seis décadas. Ziggy Stardust., Alladin Shane, The Thin White Duke y Lazarus fueron algunos de los personajes que encarnó en cada etapa de su historia musical y le permitieron transformarse en un performer, un artista vanguardista, un camaleón, capaz de estar a la vanguardia de los cambios musicales. A cada paso, en cada disco, Bowie siempre sonaba como si recién hubiera bajado del espacio. Y eso no hizo más que contribuir a la leyenda que su música, venía de otro planeta.
1947. David Jones nace el 8 de enero en un hogar pobre de Brixton. Su padre trabajaba para organizaciones solidarias y su madre era camarera. Los primeros discos de Little Richard y Elvis Presley que había en su casa empiezan a ejercer una particular influencia en su inclinación hacia la música. A los trece años de edad, inspirado en el jazz del West End de Londres, los discos de Mingus y Coleman que le pasó su hermano, comienza a tomar clases con un saxo que le regala su madre. A la par estudia arte y diseño. Enseguida vendrán sus primeras bandas - Los Kon-rads, The King Bees, The Mannish Boys, The King Bees–hasta que empieza a darle forma a su carrera solista. David decide bautizarse Bowie para lanzar su primer single en 1967. Estaba convencido que podía ser una estrella.
1969. Bowie tenía 22 años y lanza "Space Oddity", pensado originalmente para un documental, es su primer éxito en Inglaterra. La canción se convierte en algo más que un top hit. En ese viaje espacial sonoro, comandando por el Major Tom, sintoniza el espíritu de época con el aterrizaje del hombre en la Luna: la psicodelia, el avant garde rock y la canción pop se dan la mano. Con el motor de ese single, Bowie logró viajar a Estados Unidos donde conoció a Iggy Pop y Lou Reed. Esa fue la semilla para su maravillosa criatura musical llamada Ziggy Stardust, un personaje que jugaba con la ambigua atracción de un ser andrógino, sexual, excesivo y con la estética del glam rock. Esa combinación de elementos hizo de Ziggy Stardust se convirtiera en una estrella natural y novedosa. The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars se lanzó en junio de 1972 y reúne conceptualmente lo mejor de sus discos anteriores: el rock crudo de The Man Who Sold the World y la experimentación de Hunky Dory. El corte fue «Starman » y fue la piedra fundacional del reinado de Bowie durante los setenta.
1976. Época de excesos, adicción a la heroína y participaciones en las primeras películas como El hombre que cayó a la Tierra y que da nacimiento al alter ego del Duque Blanco. Buscando un nuevo sonido, después de sus elogiadas incursiones en el soul en Young Americans, Bowie decide trasladarse a Berlín y junto al productor Brian Eno y su amigo Tony Visconti, mostraría como se podría cambiar de un disco a otro sin importar los resultados. Otra vez adelantado a su tiempo lanza sucesivamente Low, Heroes y Lodger, una trilogía de libertad creativa, que coincide con el desarrollo del krautrock en Alemania. Philip Glass diría que: "Low es la obra de un genio". Es el nacimiento de un Bowie moderno capaz de reinventarse en cada trabajo -del mood al glam rock; de la psicodelia al protopunk y del rock alternativo a la música electrónica- con un aura artística intocable.
1980. El Duque Blanco empieza la década lanzando otro de sus grandes trabajos Scary Monsters (and Super Creeps), que contenía el single "Ashes to Ashes", con referencias a "Space Oddity". El disco fue punta de lanza de la escena new romantic del under inglés y tenía entre sus principales colaboradores a Robert Fripp, Pete Townshend, Chuck Hammer y Tom Verlaine. A la par del éxito del disco, el músico decide aislarse en Browadway para protagonizar la obra The Elephant Man. Un año después graba junto a Queen el single "Under Pressure". El tema vuelve a poner a Bowie en los rankings de todo mundo. El artista contemporáneo se transforma en una gran bestia pop cuando lanza en 1983 el disco Let’s Dance junto a Nile Rodgers (el mismo productor de de "Get Lucky" junto a Daft Punk). Bowie parece reiventarse como un ícono pop y comercial capaz de hacer bailar al planeta con temas como "Modern Love" y "China Girl". Después la rotación se multiplicaría con la colaboración junto a Mick Jagger para "Dancing in the Streets", un clásico de Motown. Ese período pop y la desilusión con su disco Never Let Me Down (1987) lo llevaría a pergeñar el rock revulsivo y lacerante de su agrupación Tin Machine en 1989, donde se fundía como uno más de los integrantes del grupo. Bowie volvía a dar un giro en su trayectoria. Sin perder la elegancia, evocaba sonoramente la misma actitud alternativa que le había contagiado a la producción artística de discos fundamentales como Transformer de Lou Reed en los inicios de los 70 o trabajos claves de Iggy Pop como The Idiot..
1996. David Bowie se reúne con el productor y músico Brian Eno para otra obra conceptual bautizada Outside (1995). El disco fue presentado con una gira conjunta con Nine Inch Nails. Al año siguiente Bowie ingresa en el Salón de la Fama del Rock y enseguida lanza un nuevo disco Earthling, que lo traerá de gira por la Argentina, donde incorpora elementos de drum and bass. Eso lo inspira para reunirse con su viejo colaborador Tony Visconti (productor de su último disco Blackstar) para grabar "Safe" para The Rugrats Movie. La reunión con Visconti dio lugar a otras colaboraciones, incluyendo una versión lanzada como sencillo de edición limitada de la canción de Placebo "Without You I'm Nothing". Después trabajarían en lo que sería Heathen, el disco que reposicionaría a Bowie en 2002.
2004. Durante la gira Reality Tour, que tuvo una asistencia de siete millones de personas, sintió un dolor en el pecho durante una actuación en Alemania. Canceló la gira y tras la recuperación sus apariciones fueron más esporádicas. Cantó con Arcade Fire en 2005 para el evento Fashion Rocks televisado a todos los Estados Unidos y al año siguiente, mientras recibía un Grammy a la trayectoria declaraba: "Me tomaré un año sabático, no saldré de gira, no grabaré álbumes". Sin embargo, el inquieto Bowie alternaba su ostracismo musical con apariciones en el concierto de David Gilmour en el Robert Albert Hall o junto a Alicia Keys en el Black Ball, un evento caritativo que tuvo lugar en Nueva York. Sin discos a la vista, su compañía EMI decidió aprovechar el cuadragésimo aniversario de la llegada del hombre a la luna en julio de 2009 para recordar el lanzamiento de la edición original de "Space Oddity". Y siguió paliando la angustia de sus seguidores con la salida del álbum doble en el que se recopiló material de su gira de 2003, llamado A Reality Tour.
2013. El 18 de enero, coincidiendo con su 66 cumpleaños, se anuncia en su sitio web oficial que en marzo saldría a la venta su nuevo disco titulado The Next Day. Su primer disco en una década contenía catorce canciones producidas por Tony Visconti que volvían a poner al artista entre los mejores discos del año. "Where Are We Now?", compuesto y grabado por Bowie en Nueva York se posiciona en lo más alto de la lista británica de iTunes en cuestión dee horas. La crítica es unánime y señala que la espera valió la pena. Bowie mantiene el silencio. Sin dar declaraciones, ni aparecer por ningún lado, la promoción del nuevo disco se centra en sus increíbles video clips, que funcionan como verdaderas películas, como el l corte "The Stars (Are Out Tonight)", donde Bowie aparece como protagonista junto a la escocesa Tilda Swinton. Los clips no solo generaron adhesión sino controversia. El video de la canción "The Next Day", fue retirada en un principio de Youtube y posteriormente subido con la advertencia que contenía escenas que podían ser vistas sólo por mayores de 18 años de edad. Para aumentar el enigma, su productor Tony Viscontí se transformó literalmente en su vocero: "Soy la voz de Bowie en la tierra", solía decir en las entrevistas. Ese mismo año, Bowie reaparece en la inauguración de la muestra "David Bowie Is" y después en el video "Reflektor" de Arcade Fire.
2015. En octubre, se conoce la noticia que Bowie había grabado, por primera vez en veinte años, una canción para la serie de televisión, llamada The Last Panthers y que estrenaría un musical llamado Lazarus. El 8 de enero de 2016, Bowie vuelve a sorprender al mundo musical lanzando Blackstar, su disco número 25, el día de su cumpleaños. El segundo corte que elige para difundir, uno de esos discos que da otro paso adelante en su cruce con la electrónica, voces fantasmales, free jazz y canciones de diez minutos, se bautiza "Lazarus". El single de adelanto no sólo terminó siendo un juego de palabras sino que sería su último grito de esperanza. Quizás después de hacerla se dio cuenta que una canción podía sobrevivirlo, y que entonces irónicamente sería eterno. Como Lázaro, la voz de Bowie se volvería a levantar una y otra vez de la tumba, cada vez que sonara su último himno del siglo XXI.
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