Dos tiempos con un intervalo exquisito
La arboleda del Parque O´Higgins invita a hacer vida al aire libre a sólo unos minutos del centro de Santiago. Hay parrillas, hay juegos para chicos, hay un parque de diversiones y está el Movistar Arena, un estadio cerrado y circular para 15 mil personas. Hasta allí llegan los fans de Cerati para ver de qué se trata la versión en directo de Fuerza natural . Y se trata de eso, de una versión, de una puesta que hace crecer las canciones del disco, le otorga un marco escenográfico y las confronta con naturalidad con los temas de sus discos anteriores.
El show consta de dos tiempos bien marcados, con un intervalo que no intenta unir las partes sino producir un momento único: Cerati sólo con guitarra acústica e interpretando la versión folklórica de "Zona de promesas" que registró con Mercedes Sosa para Cantora 2 .
Negro y blanco
Como en el regreso de Soda Stereo, la puesta es de Martin Phillips, responsable de la recordada pirámide de Daft Punk. Pero aquí no hay efectos monumentales. Por el contrario, la sobriedad fluye, la sutileza se convierte en luz y la geometría gobierna el espacio. Unos conos negros ubicados entre los músicos mutan según las luces que se posan en él, igual que unas cuantas esferas colgantes. El telón de fondo, rasgado, despierta la curiosidad del más allá; curiosidad, por cierto, despejada en el tramo final.
Viste de negro la banda en el primer tiempo del concierto. En él interpretan los 13 temas del nuevo disco, pero en un orden distinto al del álbum. Claro está, "Fuerza natural" y el antifaz que el músico eligió como accesorio para esta etapa, marcan el puntapié inicial.
De entrada el trío de guitarras marca el pulso del concierto: Gonzalo Córdoba (también toca unos teclados) y Richard Coleman se reparten las funciones de violeros líderes y guitarristas rítmicos y Cerati se mueve con libertad, formando y deshaciendo alianzas. La banda se completa con Fernando Nalé en bajo, Leandro Fresco en programación y teclados, Fernando Samalea en batería y Anita Alvarez de Toledo en coros. Es decir, con excepción de Córdoba, todos viejos conocidos de Cerati.
Para el segundo tiempo la banda retorna de impecable blanco y el contraste visual con el período anterior rápidamente se traslada a la percepción y al recuerdo. Aun cuando el público chileno da señales de conocer muy bien el nuevo álbum, la llegada de temas como "Te llevo para que me lleves", "Crimen", "Paseo inmoral", "Cosas imposibles", "Lago en el cielo" y "Jugo de luna" enciende a la gente. El paseo termina después de más de dos horas de show y viene con yapa: Cerati promete volver en 2010, ya sin amigdalitis.
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