Folklore argentino "del mismo vientre"

Un bar frente a la estación de trenes -donde el Estrella del Norte depositaba las almas y esperanzas de los que se iban o llegaban de Buenos Aires- fue el lugar preferido por la bohemia de los años sesenta. En el fondo, mitad garito y mitad fonda, los paisanos jugaban a las cartas, tomaban vinos rancios o se despachaban con alguna zamba. Una noche cayeron dos salteños jóvenes llamados Pepe y Gerardo Núñez y la historia del bar y la música popular iniciaba una nueva era señalada por esa chacarera que bautizaron "Del 55".

"No hubo ninguna intención de buscar una nueva forma, eso salió espontáneamente", recuerda a cuarenta años de ese momento Gerardo Núñez, integrante de los Hermanos Núñez. "Estábamos como adelantados y un poco no nos entendieron. La chacarera «Del 55» todavía sigue siendo revolucionaria", acota el músico que está por Buenos Aires para presentar el disco "Del mismo vientre" (antología de canciones del conjunto que formaba con Pepe) y mostrar en sociedad las nuevas composiciones de su banda actual, Trealilo, junto a Café Valdez (voz y guitarra) y Ariel Alberto (guitarra), hoy, a las 21.30, en La Peña del Colorado, Güemes 3657.

La obra de los Núñez, ese universo de chacareras truncas alucinadas y disonantes que son una marca poética y musical dentro del folklore, está siendo descubierta y el disco editado por Melopea es una prueba de eso. "En esta recopilación de 35 temas grabados en vivo de los Hermanos Núñez hay algunos que ni los tucumanos recuerdan. Por suerte, muchas de esas canciones están siendo desperdigadas por gente como Lucho Hoyos o el Mono Villafañe."

-¿De dónde surgió ese sonido particular de los Núñez?

-Nosotros hacíamos chacareras, pero las raíces nuestras no fueron de Salta únicamente, sino que de chicos escuchábamos a poetas como José Martí, Nicolás Guillén, Violeta Parra, Bola de Nieve o Agustín Lara. A eso se sumaba todo lo que teníamos atrás como el Cuchi Leguizamón, Castilla, Eduardo Falú y César Perdiguero. Con todo ese equipaje llegamos a Tucumán y largamos esa primera obra fundante que fue "Del 55", que marcó nuestro estilo, y que era como que estaba pechando dentro nuestro para salir.

-No tenían una formación académica, ¿cómo apareció esa disonancia en la música de los Núñez?

-Eramos muy instintivos. Con Pepe componíamos cantando o silbando. Es que si empezábamos con el acorde ya quedábamos atados a eso. Recién íbamos a la guitarra una vez que teníamos la idea de la canción y ahí nos encontrábamos con esos acordes y esas disonancias raras.

-¿Cómo sigue la historia sin Pepe?

-Con los Núñez le cantábamos al paisaje social y ahora me toca a mí seguir. Con Trealilo sigo con ese concepto de creación, pero acompañado por dos talentosos y jóvenes músicos que me llevan al destino de seguir buscando, a seguir con esa historia que empezó allá con la chacarera "Del 55".