La muerte de Silvia "Goldy" Legrand: "Mirtha está muy dolorida, pero con la fuerza intacta", aseguró Carlos Rottemberg

"Fue totalmente sorpresivo e inesperado. Lo que más me impactó fue cuando Mirtha (Legrand) me pido que vaya", dijo Carlos Rottemberg al salir del departamento en Avenida del Libertador al 2800, esquina Scalabrini Ortiz, el viernes por la noche. El empresario teatral y exproductor de la diva de los almuerzos fue una de las pocas personas que la acompañó luego de que le dieran la triste noticia del fallecimiento de su hermana Silvia "Goldy" Legrand.

Este mediodía, el empresario teatral habló con LA NACION y reveló: "A las 19.45 me sonó el teléfono y era Mirtha para contarme que había fallecido 'Goldy', que se lo había avisado recién su hija Marcela (Tinayre) y me pidió que vaya a su casa. Yo vivo a una cuadra, así que en cuestión de minutos estuve ahí".

"Dentro del departamento, todos nos comportamos muy responsablemente y nos mantuvimos a unos cinco metros de distancia, para respetar las medidas de prevención por el Covid-19. Tuvimos una charla lejana pero muy amena, estábamos todos con barbijo. Mirtha estaba muy dolorida, por supuesto, pero con la fuerza intacta", aseguró Rottemberg, quien se convirtió en una suerte de "vocero" de la familia. "Anoche decidí salir a hablar desde ahí mismo porque quería desmentir que 'Goldy' hubiese muerto de coronavirus, como se dijo en un primer momento", explicó.

"'Goldy' se había recostado a dormir la siesta, en su casa. Como no se levantaba, la asistente que la acompañaba se acercó a ver qué pasaba y descubrió que estaba muerta. De inmediato llamó a Miguel, el marido de Gloria, una de sus hijas. Él fue quien se lo comunicó a Marcela y le aconsejó que hablara con Elvira [la histórica asistente de la diva] para alertarla sobre la situación y pedirle que apague el televisor, para que Mirtha no se enterara de esa manera. Marcela estuvo de acuerdo y se acercó de inmediato a la casa de su madre, junto a su hijo Nacho Viale, para ser ellos quienes le dieran la noticia", relató el empresario.

"Mirtha y 'Goldy' tenían un contacto permanente por llamadas de WhatsApp, habían hablado ayer mismo. Yo la vi por última vez en febrero, cuando las invité a cenar en Mar del Plata a mi casa y charlamos largamente", recordó.

Rottemberg también dio precisiones del clima que se vivía dentro del departamento de la diva: "En un momento, se generó un intercambio, que no llegó a discusión, porque Mirtha quería estar presente en el sepelio de su hermana. De alguna manera, creo que ella me convocó porque estaba segura de que, con todo el dolor de mi alma, yo iba a aconsejarle que no lo hiciera. Le explicamos lo importante que es que se cuide, y en un momento, sin que ella se diera cuenta, llamé a su médico personal, Guillermo Semeniuk, le expliqué lo que estaba pasando y lo puse en altavoz, para que Mirtha escuchara de su boca su recomendación".

"Me fui del departamento horas más tarde, con una pequeña satisfacción: la de haberle sacado una sonrisa a Mirtha al evocar la frase que muchas veces ella me pide que le diga: 'Los argentinos nos tenemos que plantear qué país le vamos a dejar a Mirtha Legrand'", señaló el histórico productor de los almuerzos televisados.

"Marcela se quedó a pasar la noche con ella. Me comunique este mediodía y estaban desayunando. Me contó que Mirtha había pasado la noche como pudo, pero que estaba bien. Sigo creyendo que la mejor receta para que Mirtha salga adelante es volver a la tele, porque eso le va a hacer bien", recalcó luego.

María Aurelia Paula Martínez Suárez -tal su verdadero nombre- había nacido en Villa Cañás, provincia de Santa Fe, el 23 de febrero de 1927. Sus restos descansan en el cementerio Memorial de Pilar desde este mediodía, junto a los de su marido, Eduardo Lópina.

Con la colaboración de Pablo Montagna