Terapia en cuarentena: la primera serie local grabada por actores en su casa y en pleno aislamiento

Comenzaron las grabaciones de uno de los escasísimos proyectos audiovisuales que la emergencia por el coronavirus no detuvo. En rigor habría que decir que la situación provocada por la pandemia directamente alentó su concepción y realización. Se trata de Terapia en cuarentena, la primera serie web original de Contar, la plataforma gratuita de contenidos que se nutre del material hecho y difundido desde los medios públicos, con fecha de emisión todavía a confirmar.

El detalle más llamativo de este proyecto pasa por las condiciones en las que se lleva adelante. Los actores cumplen con el aislamiento social obligatorio grabándose a sí mismos en sus propios hogares, y el resto del equipo técnico y artístico también respeta todos los protocolos sanitarios impuestos por las autoridades.

Escrita por Marcelo Camaño (Vidas robadas, Montecristo), Terapia en cuarentena se concentra en las peripecias de los encuentros online entre una psicoanalista y cuatro de sus pacientes, forzados a seguir ahora con las sesiones de manera virtual, con los cambios inevitables de adaptación exigidos por la nueva realidad.

Dice Camaño que la idea surgió de conversaciones con los productores a partir de un estado de cosas que determinó la parálisis de numerosas actividades, entre ellas por supuesto toda la producción audiovisual. La consigna "Quedate en casa" fue el gran disparador. "Empezamos a pensar algo alrededor de este tema que tuviera que ver con determinadas profesiones. Allí surgió lo de la terapia", cuenta el autor a LA NACION.

La serie tendrá ocho episodios, y cada uno de ellos muestra algún momento del encuentro online entre la terapeuta (interpretada por Carola Reyna) y alguno de sus pacientes, que serán personificados por Violeta Urtizberea, Luciano Cáceres, Mercedes Funes y Coco Sily. En cada episodio sólo aparecerán dos actores, quienes se moverán por distintos espacios de sus respectivos hogares, únicos escenarios del relato.

Para cumplir con esta grabación adaptada a los tiempos del coronavirus, cada uno de los actores recibió por mensajería una caja con un teléfono celular inteligente, un equipo básico de cámara y fotografía, y varios elementos de prevención sanitaria (barbijos, alcohol en gel, guantes). Esto los obliga a filmarse y fotografiarse a sí mismos con la asistencia remota del equipo técnico y creativo. Los responsables de la edición y la posproducción también harán el trabajo desde sus casas.

"La idea es que cada episodio no tenga más de 10 o 15 minutos, por tratarse de una serie que va a llegar a través de la web. Tratamos de buscarle la vuelta de lo que pasa en este tiempo tan especial, y sobre todo que tenga humor. Hubo que resolver muchas cosas en tiempo récord, entre ellas cumplir con el protocolo fijado por la Asociación Argentina de Actores, que dispuso para sus afiliados la postergación de todas las grabaciones para evitar riesgos de contagio. Hablamos con ellos y todo se hace de acuerdo con sus recomendaciones", explica Camaño.

El autor llevó adelante este proyecto por fuera de su trabajo como director de ficción de la productora independiente Kapow, que trabaja en varios proyectos aquí y en el exterior, algunos de los cuales siguen su desarrollo y preproducción dentro de lo que permite la emergencia.

A Camaño, igualmente, más que el presente le preocupa el momento del regreso al trabajo una vez que concluya la cuarentena. Vaticina que medidas como el distanciamiento social, que seguramente permanecerán durante largo tiempo, obligarán a los autores a readaptar las historias y dejar de lado algunas situaciones básicas que estamos acostumbrados a ver todo el tiempo en una ficción.

"¿Qué va a pasar con los besos, los abrazos, las escenas de sexo, las peleas, los casamientos, los juicios, las fiestas?", se pregunta finalmente. "No vamos a poder volver a eso por un largo tiempo. Tendremos que encontrarle la vuelta por lo menos hasta que llegue la vacuna y volver a lo de antes", asevera.