Floricienta y un nuevo cuento de hadas

Sigue siendo un cuento de hadas, pero este año la historia se centra en la relación entre las dos hermanas: Floricienta (Florencia Bertotti), la buena, y Delfina (Isabel Macedo), la malvada. De hecho, en el primer cuadro de la obra aparecen las dos cuando eran chiquitas, con las mismas características que luego mantendrían de grandes. Comparten la casa, sólo que mientras la heroína de la historia vive feliz en una terraza empobrecida, Delfi lo hace en un piso lujoso que no termina de disfrutar, y ahí está la clave de este cuento: Delfina necesita descubrir cuál es el secreto que esconde Floricienta para ser tan feliz.

Por supuesto aparece el conde Máximo (Fabio Di Tomasso) en la figura de un escritor que se enamora perdidamente de Floricienta de sólo mirarla a través de la ventana. Una historia de amor con 22 personas en escena -también están Benjamín Rojas, Esteban Prol y Alejo García Pintos-, que cantan las canciones del último CD, además de las tres que se compusieron especialmente para el show.

"Se podría decir que la escenografía es más sencilla, más estática, que la del año pasado, pero a la vez es muchísimo más compleja", explica Gabriel Alanís, el stage manager y director de los aspectos técnicos de la puesta.

Para contar esta "Floricienta" se instalaron en el escenario del Gran Rex once ascensores, incluso uno que no sólo se eleva, sino que gira. Hay vuelos, lluvia dentro del escenario y varios trucos más que no quisieron revelar para que sean descubiertos hoy en la función de estreno.

"No decimos que es una historia para chicos porque realmente ninguno de los que trabajamos acá pensamos eso. Lo que contamos es una historia que durante la hora que dura nos transporta a todos a un mundo de sueños. Hay una pelea de esgrima en la que todos los hombres del grupo pagaríamos por participar", resume Mariano de María, director multimedia de la obra.