La persona deprimida: obsesión por uno mismo y vacío emocional
Libro: David Foster Wallace / Versión y dirección: Daniel Veronese / Intérprete: María Onetto / Producción: Jonathan Zak y Maxime Seugé / Sala: Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551 / Funciones: viernes y sábados, a las 21 / Duración: 50 minutos / Nuestra opinión: muy buena
Frente a la imposibilidad de hablar del sol, una persona deprimida apenas puede señalar las sombras que ve en el suelo. Así describió David Foster Wallace la angustia asfixiante de quienes sufren depresión: lo hizo en un monólogo desgarrador que ahora se presenta con la actuación de María Onetto y la dirección de Daniel Veronese. La obra funciona como una radiografía de esta enfermedad que arrasa a quien la sufre y el entorno que la rodea. En esta versión teatral genera un efecto inquietante, al interpelar al público en cada momento.
La persona deprimida forma parte de una serie de experiencias que Daniel Veronese presenta en el Cultural San Martín, en el cual genera un cruce poderoso entre la literatura del escritor estadounidense David Foster Wallace, autor de la famosa novela La broma infinita, y el teatro. A este unipersonal de María Onetto se suma la obra Encuentros breves con hombres repulsivos.
El cuadro clínico de una mujer que no puede comunicar su angustia y que está anclada en los traumas de la infancia se desarrolla en la obra como si fuera un análisis médico. Uno de los puntos más fuertes es que, si bien se relata en una tercera persona distante, el tono de actuación de María Onetto es tan emocional, enérgico, casi como una descarga, que la muestran absolutamente involucrada con los hechos que relata. Ese cruce casi contradictorio hace que el espectador se pregunte si acaso no es ella misma la persona deprimida a la cual se refiere.
En un espacio blanco y despojado, que plantea una escena de laboratorio y futurista, Onetto relata el dolor del personaje, al que refiere siempre como "la persona deprimida", detalla las sesiones con su psiquiatra y la relación que tiene con un grupo de amigas con las que mantiene largas conversaciones telefónicas durante cada ataque de angustia y que ella denomina "sistema de apoyo". ¿Qué clase de persona puede sentir nunca nada más que por sí misma? Foster Wallace sugiere que la depresión es lo que le pasa a alguien que está obsesionado consigo mismo y que la falta de empatía hacia los demás solo deja un vacío emocional muy grande, ideas que Onetto expresa con desgarro y con una mirada a público inquisidora, como si quisiera decir: atentos que de ese egoísmo estructural todos tenemos un poco.