Bailando por un sueño: ritmo improvisado y una coreografía en 45 segundos
La idea prometía que el resultado sería un total desastre o mínimamente algo digno. Anoche, en " Bailando por un sueño ", Marcelo Tinelli presentó la "improvisación", lo que significa que cada pareja debe bailar un ritmo al azar. Mientras algunos brillaron, en este comienzo de ronda, otros se vieron muy perdidos.
¿Cómo es el mecanismo de elección de cada baile? Tinelli elige de un bolillero un ritmo entre ocho posibles (adagio, bachata, cuarteto, cumbia, disco, folklore, reggaetón y street pop) y los participantes tienen 45 segundos para ponerse un vestuario acorde e inmediatamente comenzar a bailar.
Los mejores
Los primeros fueron Gisela Bernal y Nicolás Villalba debieron bailar folklore y tuvieron el visto bueno del jurado. "Son un equipo perfecto. Lo que para otros es improvisado, a ustedes les salió perfecto. Me encantó", los felicitó Ángel de Brito. En total, obtuvieron el mayor puntaje de la noche un redondo 35.
Bal, mucho ensayo y poca improvisación
Federico Bal y Laura Fernández fueron la segunda pareja de la noche y el ritmo que les tocó en suerte fue reggaetón. Si bien De Brito y Nacha Guevara los criticaron porque notaron mucho ensayo más que improvisación, su performance mereció un buen puntaje, 32 puntos.
Celeste, floja
A continuación, Celeste Muriega y Joel Ledesma también debieron bailar folklore. "No me gustó mucho. Joel parecía un gauchito de fin de curso. Faltó determinación y efectividad. Vi una cosa que era un híbrido. Como show, no me gustó", dijo Moria. En general el resto de los jueces coincidieron por lo que obtuvieron sólo 29 puntos.
Lo peor
El peor de la noche fue Freddy Villarreal quien interpretó a Figuretti. Con Soledad Bayona bailaron cumbia y se merecieron un cero de De Brito. Por su parte, Marcelo Polino opinó: "Este trío me encanta, pero fue una noche fallida. No los vi tan desastroso". En total, sólo obtuvieron 17 puntos.