Cómo sobrevivir al brócoli y otros descubrimientos de la cocina de Morfi Kids

En el estudio desde el que se emite Morfi, todos a la mesa, son las 9 de la mañana y algunos minutos. Los integrantes de ese programa van llegando para salir al aire a las diez de la mañana. No sufren de un ataque de ansiedad que los vuelve hiperpuntuales. Más bien los vence la curiosidad por ver el desempeño de sus nuevos y jovencísimos colegas que desde esta semana se enfrentan a las cámaras, media hora antes que ellos, para cocinar, divertirse y divertir a los chicos que los miran en sus casas en el nuevo Morfi Kids. La sorpresa es grande: a las nueve y cuarto, Araceli y Tomás, los dos nuevos mini cocineros, salen de la mano de Chantal Abad y Rodrigo Cascón, los dos cocineros adultos que los acompañarán a diario, para ensayar el inicio del programa, que saldrá al aire un cuarto de hora después. Se produce un aflojamiento de mandíbulas masivo. Araceli canta muy bien. Ella y Tomás bailan con una gracia impecable. El numerito que despliegan con sus acompañantes mayores sale redondo. Técnicos, productores, maquilladoras y curiosos varios quedamos embobados y sonrientes viendo a los chicos en acción. Los nervios se distienden y la alegría que proponía la decoración colorida de la escenografía se expande por todo el estudio.

“Cuando encaramos la búsqueda, la consigna era que los pibes y las pibas postulantes manejaran técnicas de cocina. No que fueran como yo que hace más de dos años que conduzco un programa de cocina y no sé ni hervir arroz. Con Araceli y Tomás encontramos además a dos artistas en serio. Ella canta y baila maravillosamente bien y Tomás es un comediante de primera”, cuenta Gerardo Rozín . Con el correr de las semanas se irán incorporando más chicos al programa.

Faltan cinco minutos para salir al aire. Grendel Resquin, el director, aparece en el estudio. Se acerca a los chicos, le da un beso a cada uno y les dice algo al oído, seguramente la mala palabra en francés que se usa en el ambiente del espectáculo para desear suerte en un debut. Cuando se escucha el aviso de que están al aire, los dos conductores adultos y los dos chicos vuelven a interpretar la rutina que ensayaron un rato antes. Sale mejor que en el ensayo. Luego Chantal y Araceli cocinarán una torta, mientras Rodrigo y Tomás cuentan cuál será la palabra del día, un vocablo que regirá el tema que se desarrollará durante la emisión. “Los temas tenderán a plantear cosas que tengan que ver con la alimentación rica y saludable. La idea es que no solo enseñen a hacer postres y cosas dulces. Habrá un día a la semana que estará dedicado a los disfraces, a los que usarán los integrantes del programa y también a la manera de disfrazar ciertos alimentos, para que le guste a los chicos. Para ese rubro, todo el foco estará puesto en el brócoli, que es el más odiado por los niños”, adelanta Rozín.

A la hora en que se acerca el final de la emisión, el movimiento en el estudio se vuelve intenso. En pocos minutos tienen que cambiar la escenografía del nuevo programa infantil para dar paso, en lo que dura un corte comercial, a una edición de Morfi, todos a la mesa. Después del final, los dos chicos no tendrán que quedarse a preparar nada para el otro día. Los ensayos ya los hicieron el viernes último. “Con un día de ensayo, alcanza para todo lo que tienen que preparar los nenes para la semana. El resto es trabajo de la producción y ajustar detalles cada día. La tendencia actual al trabajar con chicos es reducir al máximo el tiempo que tengan que dedicarle al programa fuera del tiempo de aire. A su edad tienen otras actividades a las que dedicarle su tiempo”, sostiene Rozín. El productor cuenta también que las sorpresas que irán apareciendo son varias, como la presencia un par de veces de Pablo Sultani, figura del teatro musical, que hará cuadros musicales con Araceli y también otros cuadros de comedia que protagonizará Tomás. Un menú que suena muy apetitoso.

Morfi Kids: De lunes a viernes, a las 9.30, por Telefe