Los dragones conquistaron los Emmy

"Gracias HBO por creer en dragones". Tan simple y tan complejo como eso. Así cerraron su discurso de agradecimiento David Benioff y D.B. Weiss, los productores y guionistas de Game of Thrones, que anoche ganó el Emmy a la mejor serie dramática y se transformó en el ciclo que más galardones consiguió en un sólo año: doce estatuillas doradas, entre las que recibió anoche (mejor serie, dirección, guión y actor de reparto) y las que se llevó la semana pasada en la entrega de los premios dedicados a los rubros técnicos. Un nuevo récord para el ciclo que hace años es uno de los más vistos –y el más pirateado–, del mundo.

En una ceremonia que parecía preparada para despedir con todo a Mad Men, la ficción basada en los libros de George R.R. Martin –presente en la entrega y celebrando el triunfo del programa y su cumpleaños– se robó el galardón más importante de la noche. O más bien demostró que la Academia de Artes y Ciencias Televisivas estuvo prestando atención a la pantalla. Porque la quinta temporada de Game of Thrones fue prodigiosa y por ende, a los votantes se les agotaron las excusas para seguir ignorando sus valores creativos y de producción por el simple hecho de que su género, el fantástico, no les parecía lo suficientemente serio o prestigioso. La quinta nominación fue la vencida para el ciclo de HBO, que también se anotó un sorpresivo punto entre las comedias. Porque si todos los pronósticos daban como seguro el premio de mejor serie dramática para Mad Men, más convencidos estaban de que entre las series cómicas ganaría Transparent, de Amazon. Sin embargo, la triunfadora fue la excelente Veep, protagonizada por Julia Louis-Dreyfus, que también triunfó en su categoría: mejor actriz de comedia. Ahora, en retrospectiva, el galardón a Jon Hamm como mejor actor dramático por Mad Men parece premio consuelo. Sin embargo, pensar así sería quitarle algo del valor al trabajo de Hamm, impecable de la primera a la séptima y última temporada del programa y al que los Emmy le debían el justo reconocimiento que finalmente le llegó anoche. Justo antes de que unos dragones se llevaran la codiciada estatuilla dorada.