Una función de quince años

Que un programa de televisión cumpla quince años ininterrumpidos en la pantalla no es un hecho muy corriente. Sin embargo, "Función privada" logró esta especie de proeza sobre la base de una fórmula que tiene al cine como excluyente protagonista.

Carlos Morelli y Rómulo Berruti, sus conductores, ejercen la crítica cinematográfica desde hace muchos años y, a través de "Función privada", que se emite los jueves, a las 22, por Space, se transformaron en un dúo inseparable siempre dispuesto a presentar los films argentinos y extranjeros de mayor calidad dentro de un marco casi intimista que los conecta con el público.

Ambos coinciden en afirmar que "nuestro programa apunta a mostrar films que el público ya vio en el cine y que desea volver a ver o a exhibir películas que nunca tuvieron salida comercial. A través de los años esta simple ecuación, que lamentablemente no tuvo imitadores, nos proporcionó una enorme audiencia y nos permitió, además, rendir homenaje a nuestro más estimado arte: el cine".

-¿Cuándo y cómo nació la amistad entre ustedes?

-Fue en 1965 -recuerda Morelli-, cuando Rómulo por Clarín y yo por La Nación viajábamos en tren a Mar del Plata para cubrir un festival. En aquel momento decidimos que, juntos, podíamos combinar el periodismo gráfico con la radio o la televisión. Así, hicimos algunos programas radiofónicos y nos presentamos en algunos espacios de los canales 9 y 13. Luego creamos "Microcine 7", un espacio de media hora en el que comentábamos los estrenos cinematográficos.

"Por aquel entonces -interviene Berruti-, se nos incorporó como productora Susana Tenreiro y, también en el viejo Canal 7, salimos al aire, los sábados a las 24, con "Sábado segunda noche"."

Los films menos pensados

Estos fueron los antecedentes de "Función privada" "que -apunta Morelli- comenzó, también en Canal 7, en 1983. Allí presentamos los films más impensados y con el apoyo de Miguel Angel Merellano, director entonces de esa emisora, decidimos crear un programa que tuvo como objetivo divulgar las películas argentinas".

-¿"Función privada" logró de inmediato conectarse con el público?

-Casi de inmediato -apunta Berruti-, porque el público estaba deseoso de ver films nuestros que no habían tenido mucha repercusión en la pantalla grande. El programa, mientras tanto, sufrió varias modificaciones. Exhibimos noticieros, series norteamericanas que hablaban de nostalgia y convocamos a actores, directores y técnicos para que dialogasen antes de cada proyección.

"Función privada" estuvo en ATC, durante once años, a las 22. El objetivo era ofrecer películas que no se daban en las salas "y -sostiene Berruti- crear una especie de complicidad entre nosotros y el público sobre la base de films de los más diversos orígenes".

-¿Cuándo pasaron al canal de cable Space?

-Fue en 1995 -explica Morelli-, y agregamos al programa la presentación de cortometrajes. Pero nuestro objetivo está en mostrar un cine no convencional y de categoría tanto nacional como extranjera siempre en condiciones de humildad. La programación está a cargo de Domingo Di Núbila, un prócer de nuestra crítica, y la dirección de cámaras corre por cuenta de mi hijo Ignacio.

-¿Fue difícil para ustedes pasar del periodismo gráfico a la televisión?

-Al principio -rememora Berruti- nos hallábamos bastante duros frente a las cámaras, pero no tardamos mucho en soltarnos, ya que lo que pretendíamos era hacer un programa informal, para la familia. Quisimos que nuestra presencia no tuviese la posibilidad del divismo, sino que se entregase totalmente a los films que presentábamos.

Durante estos quince años de permanencia ininterrumpida en el aire, "Función privada" obtuvo casi treinta premios, entre ellos algunos Martín Fierro.

"Pero lo importante -coinciden sus conductores- es que demostramos que el cine es convocante tanto desde la pantalla grande como desde la televisión. Esta era nuestra meta y la hemos cumplido. Creo que, a estas alturas, "Función privada" es un programa que sirve para acercar a los espectadores con el cine. Lo que no es mucho, pero tampoco es desdeñable."

Tótems

Desde los comienzos de "Función privada", el programa tuvo tres elementos que, hasta hoy, se mantienen inalterables: la cortina musical, extraída del film "Amarcord", de Fellini, y compuesta por Nino Rota; un enorme retrato de Marilyn Monroe y un par de copas con champagne con las que los conductores brindan al comienzo de cada emisión. "Son como tótems -dice Morelli- que distinguen nuestras emisiones. Esos tres elementos se convirtieron en una especie de marca registrada de la que nunca nos separaremos".