El impactante hallazgo en la casa del juez de California que mató a su esposa a tiros
El incidente comenzó con una discusión mientras la pareja cenaba y que, en combinación con el alcohol, fueron detonadores de la tragedia para una familia de Anaheim; las autoridades investigan el caso
LA NACIONUn juez del sur de California fue acusado el viernes de matar a su esposa en su casa, en la que también se encontraba el hijo de ambos. Los archivos judiciales revelaron que el magistrado tenía 47 armas en la propiedad, con 26.000 cartuchos de munición y que, después del hecho, envió un mensaje de texto a su secretario judicial y a su asistente, en el que admitió haber cometido el asesinato, según compartieron los fiscales.
El juez Jeffrey Ferguson, de 72 años, del Tribunal Superior del Condado de Orange, fue acusado de un delito grave de asesinato, delito grave de uso personal de arma de fuego y otro de disparo de un arma que causó graves lesiones corporales y la muerte. Presuntamente, el 3 de agosto le disparó en el pecho a su esposa, Sheryl Ferguson, mientras se encontraban en su casa en Anaheim, donde también estaba su hijo mayor de edad. Las autoridades lo detuvieron ese mismo día.
El tiroteo tuvo origen en una discusión que la pareja mantuvo más temprano mientras cenaba en un restaurante, señalan los documentos citados por The Associated Press. En ese instante, presuntamente el juez apuntó con el dedo a su esposa “como imitando un arma de fuego”. Posteriormente, “al regresar a la residencia, la pareja, todavía en compañía de su hijo, reanudó la discusión por más de una hora. Momentos antes del tiroteo y en referencia al gesto con la mano durante la cena, la víctima lle preguntó: ‘¿Por qué no me apuntas con una pistola de verdad?’”. Entonces, Ferguson “sacó su arma de la funda del tobillo y disparó”, según AP.
El hijo, que presenció todo, llamó a emergencias y denunció que su padre le había disparado a su madre. El arma homicida fue una pistola del calibre 40, dictan los registros judiciales. A los pocos minutos, Ferguson envió un mensaje de texto a su secretario y agente judiciales, que decía: “Acabo de perder la cabeza. Acabo de dispararle a mi mujer. No iré mañana. Estaré en custodia. Lo siento mucho”. A su vez, llamó al 911 para informar del tiroteo, pero cuando los operadores le preguntaron si él había disparado, solo pidió una ambulancia.
Según la Fiscalía, cuando los agentes llegaron, el hombre les pidió que le dispararan, mientras tenía aliento a alcohol, también hizo declaraciones espontáneas en las que reconocía su culpabilidad. En el registro de la propiedad encontraron 47 armas de fuego, que incluían rifles, escopetas y pistolas, así como 26.000 cartuchos de munición. Faltó otro rifle, un calibre 22, del que desconoce su paradero actual. Los funcionarios también precisaron que eran de propiedad legal.
Por su parte, el hijo de la pareja declaró que no había presenciado violencia doméstica entre sus padres hasta ese momento, pero también reconoció que Ferguson tenía “un fuerte temperamento cuando bebía”. De acuerdo con los registros citados por ABC, también les dijo a los investigadores que su madre le había contado que, hacía años, su padre había amenazado con suicidarse con una pistola poniéndosela en la cabeza, pero que ella había podido persuadirlo de lo contrario.
La Constitución de California establece que un juez acusado de un delito grave queda inhabilitado para ejercer como tal. En tanto que uno condenado por un delito grave queda destituido de su cargo.
¿Quién es Jeffrey Ferguson?
Ferguson es juez del Tribunal Superior del condado de Orange, en California, desde 2015. Antes, fue fiscal adjunto de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Orange durante más de 30 años. Tras su acusación pagó una fianza de un millón de dólares para conseguir la libertad condicional. No obstante, los requisitos que tiene que cumplir incluyen: entrega de su pasaporte, que no tenga en posesión armas de fuego ni municiones y el retiro de su permiso de portación oculta, así como la obligación de llevar un monitor de tobillo y la prohibición de tener contacto con su hijo, testigo del crimen.
En una declaración a AP, los abogados del juez, Paul Meyer y John Barnett, señalaron: “Esto es una tragedia para toda la familia Ferguson. Fue un accidente y nada más”. Ahora, el juez se enfrenta a una pena máxima de 40 años a cadena perpetua si lo declaran culpable. Está en libertad condicional hasta su comparecencia, que será el próximo 1º de septiembre.
LA NACION