Es millennial, vivía en Escocia y se mudó a Florida motivada por el clima, pero encontró una dificultad: “Nunca habíamos vivido”

Una joven Millennial, término utilizado para describir a una persona nacida entre 1981 y 1996, se mudó de Escocia a Florida, en Estados Unidos, para perseguir el gran sueño americano. Nacida en Inglaterra, viajó en octubre de 2023 junto a su esposo y su hijo pequeño a ese estado sureño, principalmente motivada por el clima soleado y las hermosas playas.

De acuerdo con Migration Policy Institute, en 2022, los inmigrantes del este de Europa representaron la mayor proporción de europeos en EE.UU., con un 46 %. Les siguieron los europeos occidentales y del norte, cada uno alrededor del 19 %. Los principales países de origen fueron el Reino Unido, Alemania, Ucrania, Rusia y Polonia.

Es Millennial y ahora persigue el sueño americano en Florida

Amber Peacock, de 28 años, una joven que creció en Inglaterra y vivió en Escocia, llegó a EE.UU. para vivir el sueño americano. Junto a su familia, reside en el sur de Florida, a donde se mudaron en octubre del año pasado. Aunque buscaban un clima disfrutar del sol y el mar, se encontraron con un problema inesperado: el costo de vida, que es más alto de lo que imaginaron.

“Mi esposo y yo, desde muy pequeños, por separado antes de cruzarnos, siempre quisimos mudarnos a Estados Unidos”, comentó Peacock a Business Insider. Tras casi dos años de su nueva vida en Florida, asegura que, a pesar de algunas dificultades económicas, está feliz y cree que su familia probablemente vivirá allí durante mucho tiempo más.

“Para nosotros, el sueño americano es nuestro propio horario de trabajo”, explicó. Es que, según contó, su marido y ella tienen sus propios negocios, por lo que no tienen que cumplir con una jornada laboral estricta. En ese sentido, remarcó: “Es muy importante lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal, poder pasar mucho tiempo con nuestro pequeño y nuestra familia cuando vienen de visita. Para nosotros, el sueño americano es también el clima y el estilo de vida playero”.

Desde su llegada a EE.UU., la mujer se ha convertido en una influencer en las redes sociales, ya que comparte su nueva vida en sus cuentas de TikTok (@_amberinamerica), en la que suma casi 91.000 seguidores, de Instagram (@_amberinamerica) y su canal de YouTube. “Supongo que quería hacer un pequeño diario en video de todas las pequeñas cosas que son diferentes y que dentro de unos años se sentirán normales”, señaló.

Además, indicó que también quería documentar el proceso para conseguir una visa, dado que es “muy complicado y estresante”, para luego poder recordar “lo difícil que fue llegar” hasta allí.

Las dificultades de mudarse a Florida

Peacock explicó que una de las desventajas que han encontrado en su mudanza es el estar lejos de la familia. También extrañan los paseos y el fácil tránsito en los pueblos y ciudades de Reino Unido, así como “el paisaje, las caminatas y cosas así, que simplemente no existen, al menos en el sur de Florida”.

Por eso, la influencer inglesa precisó que le gustaría explorar algunos de los otros estados cálidos de EE.UU., que podrían tener un poco más del estilo de vida al que estaban acostumbrados, solo que con un mejor clima y las playas.

Además, la joven descubrió que el alquiler y los alimentos en Florida no son baratos. Su esposo y ella compraron en 2020 su propiedad de dos pisos y tres dormitorios en Escocia con pagos de hipoteca por alrededor de 820 dólares mensuales. En tanto, el alquiler de una vivienda unifamiliar de tres dormitorios en Florida es de US$4500 dólares al mes.

“Habíamos investigado mucho sobre los costos de la vivienda y cosas así, pero había muchos gastos diarios e incluso aspectos básicos como comprar comestibles y cosas así, que están muy por encima de lo que habíamos encontrado en Internet, básicamente porque obviamente nunca habíamos vivido aquí antes”, advirtió.

También explicó que la familia, en general, gasta más en el estado del Sol que en el Inglaterra. “Nuestra compra semanal en el Reino Unido para dos adultos y un niño pequeño costaba probablemente entre US$75 y US$90″, indicó, mientras que ahora invierten entre US$150 y US$200 en alimentos.

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