“Vendetta”: puso un restaurante italiano en una zona residencial de Nueva York y lo visitan celebridades, pero no lo dejan trabajar

Sartiano’s es un moderno restaurante italiano ubicado en East Hampton: con mesas elegantemente dispuestas, es frecuentado por celebridades como Paul McCartney, Martha Stewart, Margot Robbie y Gisele Bündchen.

Hasta ahí, todo es normal. Sin embargo, tres oficiales de policía se presentaron en la entrada para sancionar a Sartiano’s con dos infracciones por “ruido”, incluida música grabada que se escuchaba a 15 metros de distancia, según dijo una fuente interna del restaurante a New York Post. Hasta ahora, no se computaron multas.

“Están tratando de atraparlo”, comentó un comensal, un banquero de 45 años que vive cerca. “Él” es Scott Sartiano, el dueño del restaurante, quien fue visitado casi diariamente por inspectores de salud o la policía desde que su local abrió a mediados de julio.

Algunos lugareños afirman que la administración del pueblo envió una carta a los vecinos de Hedges instándolos a presentar quejas por ruido, constata el mismo medio. Otros, incluidos dueños de negocios de East Hampton, creen que Sartiano está siendo injustamente atacado por funcionarios del pueblo, incluido el alcalde Jerry Larsen, ex jefe de policía.

“Están vigilando a Scott porque otros restaurantes se han convertido en clubes después de ciertas horas”, sostuvo a The Post un antiguo propietario de un negocio en East Hampton. “Es un hombre de negocios inteligente y respetuoso. No busca causar controversia”. “Este tipo tiene una vendetta”, afirmó una fuente cercana al alcalde Larsen.

En un correo electrónico del 2 de agosto, el funcionario indicó al medio que la policía respondió a cuatro quejas por ruido en Sartiano’s desde su apertura, aunque una fuente cercana al restaurante afirmó: “Han enviado policías siete de las 10 noches que estuvo abierto”.

La controversia: los motivos por los que el restaurante cumple una vendetta

“La propiedad tiene restricciones porque está en un distrito residencial. Estas reglas/leyes deben cumplirse para ser respetuosos con los vecinos”, declaró, en cambio, Larsen. Otros han sugerido que podría estar buscando “mantener contentos a los lugareños” para su propio beneficio.

Un gerente de otro restaurante en East Hampton Village manifestó que le preocupa que el enfoque policial en Sartiano’s pueda afectar a los negocios. “Me inquieta un poco. ¿Le habrá caído mal a alguien en una reunión del ayuntamiento? Sé que ese tipo de venganzas ocurren”, resaltó.

Algunos vecinos y dueños de locales piensan que la agitación en Sartiano’s va más allá del ruido. “Quieren controlar el ruido y no quieren fiestas en East Hampton Village. El alcalde estaba en contra de los clubes nocturnos, eso es todo”, opinó otro individuo.

“El señor Sartiano declaró en una entrevista con Vanity Fair en mayo que su filosofía es hacer ‘lo que quiera’”, dijo el vecino Kenneth Lipper. “De hecho, está tratando de operar como quiera, sin importar si cumple con las leyes y convenios”.

Sartiano, por su parte, se negó a comentar detalles, pero sí le contó a The Post: “A pesar de los desafíos que enfrento a diario, estoy dedicado a brindar una excelente experiencia culinaria para la comunidad de East Hampton en The Hedges Inn”.

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