Polémica: buscan cerrar una biblioteca pública de Michigan porque ofrece libros con “ideología de género”

Una biblioteca de Hudsonville, Michigan, tuvo que recurrir al apoyo de la comunidad para mantenerse en operaciones luego de polémicos señalamientos por el contenido de algunos de sus libros en las estanterías.

Miembros de la comunidad se unieron para solicitar los recursos para evitar el cierre que, de no reunir la cantidad necesaria, será inevitable: “Si ama las bibliotecas y cree en la primera enmienda, por favor, done lo que pueda para ayudar a la Biblioteca de Patmos a continuar brindando su valioso servicio a nuestra comunidad”, escribió Michelle Barrows, quien aboga en favor de la libertad de expresión, especificada en dicho apartado de la Constitución de los Estados Unidos, en una iniciativa abierta en Gofundme.

La controversia inició en noviembre, cuando grupos de derecha protestaron en contra de la inclusión de libros con temáticas LGBTQ+ por considerar que exponían a los niños para “adoctrinarlos” bajo la llamada “ideología de género”.

Un representante de los manifestantes expresó sus motivos: “Están tratando de preparar a nuestros hijos para que crean que está bien tener estos deseos pecaminosos... No es una cuestión política, es una cuestión bíblica”.

Pese a que la biblioteca hizo algunas modificaciones para que algunos de esos ejemplares no estén al alcance de cualquiera, la presión de esos grupos siguió en alza.

Tras varias manifestaciones con pancartas y peticiones, los opositores a libros como Gender Queer: a memoir, de Maia Kobabe, lograron imponerse en la votación de su financiamiento anual, quitándole unos 245.000 dólares, nada menos que el 84% de su presupuesto. Según la institución, esa pérdida de los recursos la condenaría a cerrar en otoño del 2023

“Si no te gusta el libro, ¡no lo leas! Los libros no hacen gay a la gente. Los libros sí brindan comprensión, enseñan tolerancia y amor por las diferencias”, argumentó Michelle Barrows en la petición.

Pero no es la única, Jesse Dillman y Larry Walton mantienen otra recaudación que ya supera los 100.000 dólares: “Creo firmemente que la mayoría de los residentes aquí no comparten estos puntos de vista y deseo que continúe el financiamiento de nuestra biblioteca local”, escribieron para convencer a más donantes de colaborar.

Los encargados de la biblioteca se mostraron consternados desde que supieron la noticia del retiro del financiamiento y mantuvieron su postura de atender a la diversidad de la comunidad. En declaraciones recuperadas por bookriot.com, Larry Walton, presidente de la junta de la Biblioteca de Patmos, mostró todo su enojo cuando le preguntaron si consideraba el resultado de las votaciones como una llamada de atención: “¿Una llamada de atención a qué? ¿Quitar los libros LGBTQ del estante y luego nos darán dinero? ¿Cómo llamas a eso? ¿Rescate?”.

A través de Facebook, grupos conservadores se han unido para rechazar lo que consideran una imposición. El movimiento va más allá de Michigan y no solo involucra a las bibliotecas públicas, las escolares también han sido objeto de prohibiciones a lo largo de los Estados Unidos.

La Asociación Americana de Bibliotecas advirtió de un aumento sin precedentes, desde el pasado otoño, en el reporte de incidentes relacionados a la prohibición de libros no solo con temáticas LGBT, también los que son de autoría de escritores afrodescendientes o que recuperan la historia de personas afrodescendientes e indígenas.

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