Vive en Florida, pero planea mudarse a otro estado norteamericano por algo que ya no tolera: “Insoportable”
Una mujer considera que la naturaleza y el ambiente de un lugar de Carolina del Norte son factores determinantes que hacen que los residentes de allí tengan una mejor calidad de vida
LA NACION
En noviembre de 2021, una familia que había vivido durante toda su vida en Florida compró una segunda casa en Hayesville, Carolina del Norte, ante un factor determinante. “Mi único tiempo al aire libre transcurre entre espacios con aire acondicionado como el auto y cualquier edificio al que entre. De hecho, me siento insegura”, compartió Mary Cannon, de 36 años. Nació en Miami y vivió allí hasta los ocho años, cuando, en 1995, se trasladó con sus padres a Orlando. En su infancia recuerda haber usado suéter en invierno, pero ahora el frío es una rareza que su hijo casi no ha logrado conocer. Para ella, su refugió en Hayesville se volvió también la vía para escapar del calor del eterno verano en el Estado del Sol.
Cannon, quien es abogada litigante senior y trabaja a distancia para un estudio de Manhattan, compartió la historia de su familia para Business Insider. Después de que su esposo y ella compraron su segunda propiedad, intentaron pasar allí todos los veranos y notaron una clara diferencia: “Vivir en Florida se está volviendo insoportable”, se sinceró en un artículo para el medio citado: “Mi familia está más al aire libre en Hayesville, lo que marca una gran diferencia en el estado de ánimo de todos. Es agradable poder disfrutar de nuevo del verano y estamos considerando seriamente un traslado permanente”.
En sus recuerdos de la infancia, el clima de Orlando era muy distinto de lo que es ahora. Solía vestir ropa abrigada en invierno, pero ahora se puede pasar toda la estación sin necesidad de alguna prenda adicional. Su hijo, quien ya tiene tres años, nunca vivió el frío invernal en Florida. “Mi familia y yo solemos ir a Disney World con regularidad y he visto cosas que no recuerdo haber presenciado cuando era más chica, como gente pidiendo hielo o desmayándose”.
Carolina del Norte, una opción para la floridense y su familia
Hayesville es un pueblo ubicado en el condado de Clay, en Carolina del Norte. A mediados de 2021, su población era de 438 habitantes. Este ambiente y la belleza del estado fueron los que conquistaron a Cannon y a su esposo para comprar su segundo hogar, valuado en 775 mil dólares. En comparación con su residencia en Orlando, esta es mucho más espaciosa. En Florida únicamente cuentan con tres dormitorios y un baño y medio, lo que contrasta en su adquisición más reciente, con cinco habitaciones y cuatro baños, así como un riachuelo en el patio con una cascada y un lugar para tomar sol.
Desde la perspectiva de Cannon, Carolina del Norte atrae a los floridenses, aunque la gente local no parece muy contenta con esa migración. “Viniendo de Florida, la vida en Hayesville parece un paraíso. Cuando mi familia y yo llegamos a la ciudad, noté un cambio físico. Tengo la respiración más relajada y la tensión abandona mi cuerpo”, añadió la mujer, quien reconoció que su hijo también parece feliz. Como actividades, les gusta pasear por el centro, salir a caminar o disfrutar de su patio: “Creo que, para nuestra salud mental, es importante estar al aire libre, en la naturaleza, frente a estar encerrados entre cuatro paredes todo el día”.
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