La ingeniera que pone los aviones a punto en una aerolínea de bandera internacional y es la única del mundo en ese cargo
Eylo González es la primera jefa del taller de motores, tiene 600 profesionales a cargo y brinda servicio a más de 100 compañías aéreas
La industria aeronáutica es de las más pobres del mapa corporativo en presencia femenina. Apenas el 29,3% de los pilotos del mundo son mujeres, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). De hecho, informa que la proporción de mujeres que ocupan puestos de nivel en la industria es de solo del 3%. Pero algo está cambiando en los países de Europa y Medio Oriente.
Claro que hay excepciones, como la primera jefa de taller de motores en el mundo, Elyo González, que maneja toda la operatoria de International Airlines Group (IAG), ofreciendo servicios de revisión (overhaul, en el argot de la industria) de motores y componente, mantenimiento pesado y en línea de aviones a más de 100 compañías que no pertenecen al grupo empresario. El 75% corresponden a otras compañías y sólo el 25% a empresas del IAG (integrada por Iberia, Iberia Express, British Airways, Aer Lingus, Vueling y LEVEL).
"Nunca creí que existieran límites. Simplemente, no los he visto. Mis padres nos enseñaron a todos por igual el valor del trabajo y del esfuerzo."
Como le explica Eylo (45) a sus hijos, su trabajo es arreglar motores y que es “la jefa de un lugar donde la mayoría son hombres”, pero esto último, aclara, “sólo lo digo en casa”. Nada tiene que ver con ser una superwoman, sino con crear referentes de igualdad frente a las 600 personas que dirige y que son las que ponen a punto los aviones de medio mundo.
De niña no imaginaba su destino. Dice haber tenido una infancia maravillosa, rodeada de sus cuatro hermanos varones en un pueblo de Córdoba, España, con sus padres eran médicos. “Era una casa con mucho movimiento de niños entrando y saliendo -recuerda en diálogo con LA NACION revista-, en la que jugábamos todos juntos”. Sin embargo, encontraba un punto de calma para pasar su tiempo con los libros: “Siempre me gustó leer”.
“Nunca creí que existiesen límites. Simplemente, no los he visto -se sincera-. Mis padres nos enseñaron a todos por igual el valor del trabajo y del esfuerzo, a estar seguros de que con ganas y dedicación puedes conseguir lo que te propongas. Pero siempre con trabajo. Nunca nos dieron alas aceptando excusas o razones para que no fuera así, sino que con total normalidad nos fueron enseñando el camino: si quieres ganar la carrera, corre más que los demás y entrena más que los demás”.
-¿Cómo es el día a día de trabajo en el taller de motores?
-Es curioso que, haciendo teóricamente lo mismo cada día, la sensación es que siempre hoy es distinto a la jornada anterior. Además, el ritmo es bastante exigente porque estamos apostando mucho por este taller. El equipo ha demostrado que es capaz de lidiar con las situaciones más difíciles y eso, junto con su gran capacidad técnica, hace que nos planteemos nuevas metas cada año.
-¿Cuáles eran sus referentes?
-Con mi padre hablaba de Madame Curie y me fascinaba. Me admiraba esa mujer que se había convertido en la primera persona con dos premios Nobel en campos distintos. Pero, a pesar de esos modelos, los verdaderos referentes han sido mis padres. Nunca faltaron al trabajo, nunca los oímos quejarse y siempre han estado a nuestro lado… Ese ejemplo cerca me marcó.
-¿Qué actitudes les sugiere a sus hijos para impulsarlos en el mismo sentido?
-Pues diría que un poco la misma filosofía que viví de pequeña. Simplemente, el ejemplo de la vida diaria: demostrarles que se puede tener una carrera profesional plena y, a la vez, una familia maravillosa. Y al igual que hacían mis padres, intentamos, junto a mi pareja, no sobreprotegerlos diciéndoles que todo lo que hacen es perfecto, les reconocemos en las cosas en las que destacan, pero también es importante que entiendan sus carencias. Una vez conocidas, con trabajo, las pueden superar. Y cuando lo hacen (porque lo hacen, aunque los padres temamos que no podrán) se sienten realmente bien.
-¿Cuáles son los dilemas que enfrenta en su trabajo en términos de género?
-Lógicamente, tener un equipo con mayor presencia femenina. Es algo que no se puede hacer de la noche a la mañana, y que está muy ligado a la educación de las niñas. La representación de mujeres en la plantilla de mecánicos es muy baja, y para cambiarlo hay que hacer que a más niñas les atraiga este mundo, que lo conozcan, que encuentren esta tarea en su horizonte como una posibilidad. En Iberia hemos participado en proyectos que enseñan diferentes profesiones del mundo de la aviación a jóvenes, niñas y adolescentes, para que vean otras opciones. Pasan un día con mujeres ingenieras, mecánicas y pilotos, donde de primera mano les contamos cómo es nuestro día a día, lo que al final acaba despertando el interés de muchas de ellas.
Ajuste de tuercas
Según las últimas cifras emitidas por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos en su investigación de 2022, sólo el 2,8% de los mecánicos de aviación matriculados en ese país son mujeres. Con una inminente escasez de trabajadores calificados en la aviación y la industria aeroespacial, las empresas que se presentaron en la reciente conferencia Women in Aviation International (WAI), más de 200 compañías e instituciones, incluidas 15 de las principales aerolíneas tradicionales, armadores de aviones Boeing, Airbus y Gulfstream, fabricantes de motores, empresas de tecnología y todas las ramas militares, se mostraron ansiosos por la incorporación de mujeres a sus filas.
En ese encuentro, el gran debate se centró en que, a menudo, las mujeres no saben qué opciones tienen en las industrias aeroespacial y de aviación, hasta que se les informan las oportunidades. “Creo que desde mi arribo a la industria [Eylo trabaja en ella hace 18 años] se ha generado una mayor conciencia de los bajos números de presencia de mujeres y un deseo de revertir la situación. Aun así, tardaremos bastante en ver cifras más equilibradas entre hombres y mujeres porque es algo para trabajar desde la infancia. Será un proceso que demandará tiempo, pero que debe comenzar. No hay nada que esperar”.
-¿Cómo podría revertirse?
-Creo que se deben dar las mismas posibilidades a ambos géneros, siempre. Pero lo justo es que siempre el mejor candidato para el puesto sea el que lo obtenga.
-¿Hay un atributo especial que las mujeres pueden aportar a la mecánica?
-No en particular. Pero sí creo que es la diversidad de opiniones, en modos de enfrentar los problemas e incluso de caracteres lo que enriquece a un equipo y lo hace más potente.