Caribe de sol y circo
El Cirque du Soleil, con nuevos dueños, se mete de lleno en el mundo del turismo con una original propuesta en Punta Cana
Hace rato que el circo dejó de ser una familia nómada con habilidades acrobáticas a las que se le sumaban corajudos domadores de grandes animales. En la actualidad, tienden a ser equipos de trabajo cada vez más profesionalizados, conformados por expertos en distintas disciplinas que dejan de lado la fauna para enfocarse en espectáculos donde la música, la iluminación, la indumentaria, el color y la escenografía también son protagonistas.
La compañía de origen canadiense Cirque du Soleil es el máximo referente del circo moderno. Mientras se define su futuro comercial –acaba de ser vendido por unos US$ 1500 millones a un grupo liderado por la estadounidense TPG, con participación china y canadiense– y con permanentes giras por ciudades de América latina, Europa y Estados Unidos (en Las Vegas tiene plaza permanente), su marca registrada no pasa desapercibida cuando hace pie en un nuevo destino.
El Caribe se ha convertido en uno de sus centros de operaciones. A pequeña escala, en San Pacho, México, muy cerca de Puerto Vallarta, la presencia de Gilles Ste-Croix, uno de los fundadores del grupo, suele revolucionar el pueblo cuando dicta talleres en un centro comunitario. Pero a mayor escala, los proyectos no dejan de sorprender, como su alianza con la cadena de resorts Club Med (presente en 75 destinos de México, Brasil, el Caribe, Europa, África, Oriente Medio, Asia y océano Índico), también ligada a disciplinas acrobáticas desde hace más de 20 años.
Con el sello Club Med Creactive by Cirque du Soleil, desde junio su resort de Punta Cana les ofrecerá a sus huéspedes la posibilidad de reproducir secuencias artísticas exhibidas en famosos shows de la reconocida compañía. La idea es que quienes se hospeden en este all inclusive, tanto adultos como niños, sean orientados y protegidos por personal de Club Med capacitado por el propio Cirque para sumarles emoción a las vacaciones. La propuesta es innovadora y se extenderá a otros resorts si resulta exitosa. Desde el bungee, el trapecio volador y la seda aérea, pasando por la cuerda floja y el trampolín, hasta los malabares, la percusión y la danza, son múltiples las opciones para adentrarse en un universo lúdico con infinitas habilidades por descubrir. El formato de vacaciones en un mismo sitio es ideal para empezar de cero y ver el progreso con el paso de los días.
Es que para el turista cada vez más exigente y ávido de experiencias novedosas y personalizadas, sentirse parte de la magia de este tipo de shows puede resultar especialmente atractivo. Vale decir que la presencia de un grupo artístico de éxito mundial es poco habitual en la industria turística. Un antecedente de envergadura es la actuación de uno de los elencos de Blue Man Group en el crucero Norwegian Epic, desde 2010 hasta este año cuando, en octubre, su espectáculo sea reemplazado por el musical de Broadway Priscilla, la reina del desierto. Claro que no se trata de una propuesta participativa como la de Punta Cana, sino de un show de la también original franquicia circense.
En cuanto al Cirque du Soleil, a fines de 2014 comunicó también que junto con una desarrolladora mexicana de resorts e infraestructura turística de lujo, el Grupo Vidanta, planean la construcción de un parque temático en Nuevo Vallarta, también en México, que será animado por la aplaudida compañía de acróbatas. El plan incluye un parque de agua y uno de ecoturismo. Eso sí, habrá que esperar hasta 2018, año en que promete inaugurarse.