Son lugares apartados y cálidos, en los que dan ganas de instalarse, y de yapa tienen una propuesta gastronómica que puede ser la principal excusa para alcanzarlos. Aquí, cinco recomendados en diferentes puntos del país para hacer valer la buena mesa como parte central de la experiencia del viaje.
1) Gapasai
La Cumbre
Desde 2008, la familia Blondel está detrás de la posada y el restaurante con la mejor vista panorámica de la ciudad.
La posada boutique tiene tres exclusivas suites con magníficos ventanales. Hay también piscina con deck sobre las sierras y dos livings desde donde despedir el día con un vino de la cava seleccionado por el propietario, Marcelo Blondel quien lleva adelante la posada junto a su mujer, Trixie. Sus hijos, Gastón, Pablo, Santiago e Inés son los cuatro hermanos que integran el cuarteto del restaurante de la posada Gapasai, nro.1 en la lista de restaurantes de Córdoba en Tripadvisor hace más de un año y finalista de la edición 2019 de Prix de Baron B que premia a los mejores proyectos gastronómicos de la Argentina. Los Blondel sonun equipo dedicado a proponer la cocina como forma de experimentar el entorno en el que se encuentra y algunos de sus comensales la han descrito también como arte, un oasis culinario o una revolución conceptual de la gastronomía.
La idea es saborear sin prejuicios,entregarse a la experiencia gastronómica centrada exclusivamente en productos locales. Éstos se lucen en su menú "CICLOS" que describe los diferentes estadios de la naturaleza en el entorno serrano: semillas, subsuelo, brote/pasto, río, tallo, carne, macarrón de hongos de pino, hojas, flores, frutos y semillas nuevamente.
Gastón es el sommelier, Santiago es el chef e Inés la responsable del capítulo dulce. Lugareños y visitantes se muestran, al parecer, encantados. En un ambiente elegante y a la vez relajado –sólo reciben 20 comensales–, el menú degustación de nueve pasos que cambia constantemente es siempre una bienvenida sorpresa.
Algunas de las delicias que se pueden probar dentro del menú en diez pasos son bombón de Nuez, Mousse de Girasol y Crujiente de Sésamo y Polvo de Espinillo; focaccia de Cebolla, Helado de Cebolla Caramelizada, Crujiente de Cenizas de Cebolla. Sopa de Remolacha; arroz de camarones de rio y tararira, su piel y escamas, mojarrita y velo de algas de río; pechuga de Paloma con mermelada de pimientos asados ahumada en el momento con romero. Para el momento dulce, entre los últimos pasos del menú se podrá experimentar el parfait de Suico, arena de Azafrán de Traslasierra, aire de Miel de mistol y flores conestibles o el helado de Algarroba, Mousse de Cabutia, Dulce de Espino Amarillo, Quinotos en merengue y su reducción, entre otros postres.
Calle 12 de Octubre s/n – Altos del Pungo – La Cumbre. C. (03548) 411620 . Menú Ciclos: $2.500 por persona, diez pasos con maridaje de vinos. Quienes no quieran menú, consultar opciones al reservar. 20% de descuento para huéspedes. Hasta el 21 de septiembre de 2019, servicio de cena únicamente a los huéspedes o grupos de más de 8 personas; luego de esa fecha, abrirá al público con reserva.
2) La Pampeana
La Pampa
El restaurante de esta estancia de casco normando ubicado desde 2006 en Sarah, un pueblo con poco más de 200 habitantes, seduce con platos de aire español e ingredientes bien locales.
Javier Araujo es el chef del restaurante de la estancia de apenas cinco habitaciones de aire señorial, con techos altísimos y paredes de un grosor que garantiza quietud e intimidad y más de mil hectáreas, donde se luce un parque diseñado por Carlos Thays, con pileta y cancha de polo. "Cocino lo que me da ganas de comer. Ahora, por ejemplo, tengo en el menú manitas de cerdo con crema de garbanzos y hongos salteados, con reducción de jerez", se ufana Javier. Otro plato con el que sorprende es la merluza negra en dos cocciones, primero, en aceite de oliva y, tras el agregado de tinta de calamar, gratinada al horno. O el cordero de la pampa: cárnico, lechero y con muy poca grasa. Javier, que busca darle valor agregado a nuestra carne, prepara cortes heterodoxos como éste a baja temperatura, luego forra un molde con panceta ahumada y lo rellena con los trocitos de costilla, paleta y pierna. "Va a horno fuerte y se sirve con papas panaderas, que ustedes, los argentinos, llaman españolas", cuenta este madrileño, aquerenciado a la pampa húmeda. Para mantener sus estándares de calidad, utilizan ingredientes de la zona. El menú de cuatro pasos, al que se suman dos aperitivos y un prepostre, cambia semanalmente.
La propuesta sintetiza el recorrido de Javier por el mundo: aperitivos de coco y cebolla, ensalada de bacalao y gazpacho, revuelto de morcilla con croqueta de arroz, merluza negra confitada, lomo con chipá de palta y helado de queso con salsa de frutilla. La reserva previa es imprescindible.
Ruta 188, Km 426,8. Sarah. C: (02302) 15 61-6447 y 6478. Menú de 4 pasos más dos aperitivos y prepostre $1.950 con maridaje de vino y $1.650 sin maridaje de vino.
3) Manantial del Silencio
Purmamarca
Cuando abrió la posada El Manantial del Silencio en la Quebrada de Humahuaca en 2001, las opciones de alojamiento boutique brillaban por su ausencia. Y la cocina andina no tenía la prensa que tiene hoy. Su restaurante marcó un antes y un después: el carpaccio de lomo de llama, el pastel de cabrito confitado y la sopa de maní nunca habían pisado un mantel blanco. Fue una apuesta fuerte que salió airosa. Su mentor, Sergio Latorre, un cocinero de bajo perfil, radicado en la capital jujeña. Así, a fuerza de trabajo, se convirtió en un referente en la revalorización de los ingredientes locales.Porque habas, papa oca, amaranto y queso de cabra ahora conocemos todos, pero hay que ver las caras a las que se tuvo que enfrentar Latorre cuando hace 15 años sirvió los primeros medallones de llama. La carta es acotada y entre los clásicos figuran, claro, el bife de llama con timbal de quinoa, el cordero prensado con humus de habas y de postre, la crème brûlée de coca.
Para descubrir este magnífico edificio neocolonial español apostado en el corazón de la Quebrada de Humahuaca, hay que alejarse unas pocas cuadras del centro histórico. Fue construido en el año 2000 con materiales autóctonos (paredes de adobe y cañas huecas en los techos). Sus amplios ambientes están decorados con objetos, muebles coloniales, espejos y tapices que pertenecieron a familias históricas del Norte. Ofrece 18 amplias habitaciones; una suite con hidromasaje, y una casa con 2 habitaciones dobles, 2 baños y sala de estar con TV satelital.
RN 52, Km 3,5, Purmamarca, Jujuy T: (0388) 490-8080. El restaurante del hotel abre todos los días mediodía y noche. Para la cena tienen prioridad los huéspedes y es imprescindible reservar. Menú de tres pasos, con bebida sin alcohol $1.300.
4) Río Hermoso
Parque Nacional Lanín, Neuquén.
Ubicado a 23 km de San Martín de los Andes, en la ruta que conduce a Meliquina y en pleno Parque Nacional Lanín, Río Hermoso es un referente de la hotelería boutique en la región. Con sólo siete habitaciones, este exclusivo y apacible lodge de montaña ofrece la combinación de lenga y piedra con detalles más sofisticados, como las arañas de caireles y los cortinados a rayas y cocina gourmet, a la vera del río que le da nombre al pequeño hotel con clima de hogar. Todas las habitaciones cuentan con concierge las 24 horas, servicio de cuarto dos veces al día, room service y un sinfín de rincones donde sentarse a descansar: la biblioteca, el living con chimenea, el deck y el bar. El entorno natural se presta para realizar caminatas, salidas en kayaks y canoa por ríos y lagos, cabalgatas, safaris fotográficos y recorridos en mountain bike.
Desde la terraza, donde el silencio y el verde abundan, se puede disfrutar de una tabla de ahumados y algún vino selecto. A la hora del té, en el salón o en el parque, se sirven exclusivos blends que acompañan tortas, panes y dulces caseros.
La gerente, Giselle Kaplan, está desde la primera temporada, en 2007. Fue la encargada de encontrar el terreno y se ocupa de todos los detalles. De la cocina del restaurante está a cargo Cristian Carello, quien después de dar sus primeros pasos en Buenos Aires y trabajar en Las Hayas (Ushuaia), hasta 2009, se radicó en este enclave secreto de Neuquén. Aquí se dedica a mimar a los huéspedes y a los pocos comensales que llegan con reserva previa. La vista desde las ventanas o la galería es tan subyugante que amerita un almuerzo. La carta cambia dos veces por año pero siempre se puede elegir entre las diferentes presentaciones de trucha, cordero, ciervo o carne vacuna, pastas y los clásicos ahumados de la región. De postre, la canasta de merengue con gajos de frutas flambeadas en ron, azúcar rubio y crema de vainilla.
Ruta 63 Km 67. T: (02972) 41-0485. Cena de tres pasos a la carta con café y bebida no alcohólica u$s 33+IVA
5) Tierra de Leyendas
Ushuaia
Los destinos de Sebastián García Cosoleto –chef– y María Paz Muriel –licenciada en Turismo y conocida como Maia– se unieron en el Marriot Plaza. Allí se conocieron, se enamoraron y dejaron todo para recorrer el mundo con la mochila al hombro. El destino final de aquel año itinerante fue Ushuaia, tierra natal de Maia, donde se radicaron y comenzaron a construir sus dos sueños: tener una familia y un hotel y restaurante propios. Y no les fue nada mal. Allí nacieron, a falta de una, dos bebas hermosas: las mellizas Abril y Mora. Y, también, Tierra de Leyendas, en 2005.
Ubicado en el barrio homónimo, cuenta con siete cómodas habitaciones bautizadas con el nombre de distintas leyendas que escribieron la historia de Tierra del Fuego. La Coqueta, Los Yámanas, El Páramo, Inmigrantes…en cada una hay un relato que explica su nombre. Todas cuentan con magníficas vistas de la Cordillera o del canal del Beagle. Sebastián es además el encargado de la cena y de hornear panes, muffins y bizcochuelos para el desayuno, que se completa con mermeladas caseras y jugo de naranja exprimido. Las tardes de invierno también amasa medialunas que esperan a los esquiadores acompañadas de chocolate caliente.
La cocina de Sebastián fue virando a una gastronomía regional y sostenible en la que se busca resaltar los sabores originales de cada ingrediente y en la que se trabaja con la filosofía del movimiento slowfood. Por ello hicieron una huerta, con la idea de ir agregando productos de la huerta a la carta que cambia cada temporada. Para probar la cocina del hotel es necesario ser huésped y avisar durante el desayuno para darles el tiempo de conseguir los ingredientes durante el día. En invierno, las estrellas de la carta son la Centolla y la Merluza Negra pero no son la única razón para asegurarse un lugar entre los exclusivos 14 cubiertos. Cada plato es preparado y servido por Sebastián en un cálido espacio decorado con fotos antiguas de la familia de Maia, colecciones de monedas y comodísimas sillas acolchonadas con pieles de cordero.
Hace un par de años se sumó además el fogón, espacio en el que muchas veces sirven la copa de bienvenida y están trabajando en una sala de estar dedicada a la lectura, a espacio de juegos, para pequeñas reuniones o degustaciones de vinos o exhibición de documentales para los huéspedes.
Tierra de Vientos 2448. T: (02901) 44-6565. . Además de lo que se muestra en el menú, hay platos del día y aptos especiales para veganos y celiacos. En invierno cuentan con un menú invernal en dos pasos para grupos familiares $450 con bebida. También se puede elegir de la carta.
Más notas de Argentina
Más leídas de Lifestyle
Con calcio. El licuado poco conocido y saludable que ayuda a bajar de peso
Sofisticada y elegante. La reina Máxima se lució con un impresionante look total red en Ámsterdam y se robó toda la atención
"Algo andaba mal". Empezó a trabajar en un hotel y renunció 27 minutos más tarde tras descubrir lo que hacían en las habitaciones
Del 1400 a.C. Desenterraron el palacio que perteneció a uno de los faraones más importantes del antiguo Egipto