Cómo son los búnkeres de lujo que compran los millonarios para protegerse del apocalipsis

Los refugios del fin del mundo ya no son lo eran en el siglo XX. Los lujos y las comodidades han llegado a invadir hasta el concepto de “búnker” que ahora se diseña conforme a las demandas de sus acaudalados propietarios.

Son cada vez más las empresas en todo el mundo que se dedican a crear estructuras que protegen de una potencial Tercera Guerra Mundial o la caída de un asteroide.

A diferencia de lo que uno imagina como un búnker -cemento, catres para dormir y productos enlatados en estantes de metal-, los refugios actuales pensados para multimillonarios son cada vez más parecidos a sus propias mansiones con pileta, spa, gimnasio y hasta sala de cine.

En este sentido, Robert Vicino, empresario de bienes raíces y CEO de Vivos, la compañía que fundó y que desarrolla y administra refugios de alta gama en todo el mundo, aseguró a CNN que “el búnker de tu padre o tu abuelo no era muy cómodo. Eran grises como buques de guerra o algo así. Y la verdad es que la humanidad no puede sobrevivir a largo plazo viviendo como un espartano, en un entorno tan sombrío. Se necesita estar cómodo”.

De acuerdo con Gary Lynch, director general de Rising S Company, con sede en Texas, los encargos para refugios subterráneos de lujo en Estados Unidos crecieron en 2016 un 700% respecto de 2015 debido a las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en noviembre y en las que Trump se consagró como ganador.

La estructura básica

Muchos multimillonarios, celebrities, estrellas del deporte y líderes tecnológicos -se dice que Bill Gates tiene uno en cada una de sus propiedades- prefieren refugiarse en espacios que ofrezcan todo tipo de comodidades.

Para construir este tipo de albergues, los desarrolladores invierten en búnkeres militares desmantelados construidos años atrás por los gobiernos estadounidense y soviético. La ventaja de estas estructuras es que ya vienen diseñadas para resistir ataques nucleares y están equipadas con sistemas de energía, de purificación de agua y de filtración de aire. La mayoría incluye alimentos para cubrir un año o más y, además, muchos tienen jardines hidropónicos que pueden complementar las raciones de comida con lo que se coseche de las huertas.

“Pequeñas ciudades”

Uno de los refugios de Vivos se encuentra cerca de Black Hills, Dakota del Sur y cuenta con 575 búnkeres militares que sirvieron como un depósito de municiones del ejército hasta 1967.

Hoy, es un espacio que dará vivienda a alrededor de 5000 personas. Cada uno de los propietarios puede elegir equipar su instalación a un costo de entre 25.000 y 200.000 dólares. El precio varía en función de qué tipo de decoración desean, algo minimalista o una casa con terminaciones de alta calidad.

Este complejo estará equipado con todas las comodidades de una pequeña ciudad, incluyendo un teatro, escuelas, jardines hidropónicos, una clínica médica, un spa y un gimnasio.

Los búnkeres alemanes

Para quienes busquen algo más lejos y más lujoso, la compañía también ofrece Vivos Europa One, un refugio considerado como un “Arca de Noé moderna”, en una antigua instalación de almacenamiento de municiones durante la Guerra Fría en Alemania.

En este caso, se trata de una estructura excavada en roca sólida que cuenta con 34 residencias privadas. Cada unidad se entrega vacía y quien la adquiera tendrá la posibilidad de satisfacer sus gustos y necesidades con opciones que incluyen salas de cine, piscinas privadas y gimnasios.

Con un sistema de tranvía para el transporte por todo el complejo, en este refugio hay restaurantes, teatros, cafeterías, piscinas y plazas de juego. “Tenemos todas las comodidades del hogar, pero también las comodidades que esperas cuando sales de tu casa”, dice Vicino.

Lujo protegido

En República Checa se encuentra “el mayor búnker multimillonario del mundo”. El espacio ocupa lo que era un proyecto conjunto entre la antigua Unión Soviética y Checoslovaquia -ahora República Checa y Eslovaquia-, que se construyó durante más de diez años desde 1984.

Se trata de The Oppidum, que cuenta con una propiedad al ras del suelo combinada con un área subterránea de más de 7000 metros cuadrados. Si bien las especificaciones finales correrán por cuenta del futuro propietario, los planos iniciales incluyen un jardín subterráneo, piscina, spa, cine y bodega.