La playa en la que mucha gente se ahogó con el agua a la altura de la rodilla

Hanakapi’ai Beach es una de las más populares en las islas de Hawái. Su belleza es tan cautivante como sus peligrosas aguas.

A la hora de elegir la playa como lugar de destino para pasar unas merecidas vacaciones, la posibilidad de meterse en el mar tiene peso propio. Hay quienes prefieren jugar cerquita de la orilla, mientras que otros se quedan contemplando desde más lejos el movimiento y el ruido del agua. También están los valientes que se animan a nadar hacia lo más profundo tomando los recaudos necesarios y hasta los más osados que practican surf u otros deportes acuáticos.

Para muchas personas el mar es sinónimo de veraneo y hasta suelen ponerse de mal humor cuando el clima les da la espalda y terminan siendo unas vacaciones a las que les faltó una parte muy importante del plan.

Quizás, muchos de estos fanáticos del mar nunca escucharon este nombre: Hanakapi’ai Beach. Se trata de una de las playas más populares en las islas de Hawái. Ubicada en Kauai ‘s costa de Na Pali, está a aproximadamente 3,2 km desde el inicio de Kalalau Trail, una ruta de senderismo muy popular que se encuentra en Keʻe Beach.

“Hay incontables senderos para explorar, pero el más famoso en Kauai es el desafiante Kalalau Trail de 18 km por la Napali Coast. Comienza al término del camino en Kee Beach y la mayoría de la gente lo recorre y se queda, al menos, una noche antes de devolverse. Otras personas limitan la caminata a los primeros tres kilómetros; ese recorrido lleva a la Hanakapiai Beach”, se lee en el sitio gohawaii.com.

OLAS GIGANTES Y UNA PLAYA INACCESIBLE

Hanakāpīʻai, que en hawaiano significa comida para rociar la bahía, es una de las playas más populares de la zona en el verano ya que durante esos meses la línea de costa arenosa es claramente visible. ¿Qué ocurre en el invierno? En esta estación las olas son peligrosamente poderosas por lo que las mareas altas arrasan la costa y la playa se torna casi inaccesible.

Lo peor de todo es que estas intensas corrientes hacen que nadar en estas playas resulte una experiencia muy peligrosa y riesgosa. De hecho, mucha gente se ahogó con el agua apenas a la altura de sus rodillas.

El lugar más peligroso es la costa de Nā Pali ya que no hay grandes arrecifes que coloquen un freno a las potentes corrientes oceánicas.

Además, la geografía de la zona permite que las condiciones de Hanakāpīʻai sean todavía más peligrosas ya que en el caso de que alguien quede atrapado en una corriente de resaca (o sea arrastrado hacia el mar), la zona de costa segura más cercana recién se encuentra a casi 10 kilómetros de distancia. Demasiado para una persona que supuestamente lleva un tiempo considerable luchando contra el agua y las corrientes. Por eso, es muy importante tomar precauciones a la hora de entrar al mar o directamente no ingresar para no tentar al destino.

Entre 1970 y 2010, según un diario local, se habrían ahogado unas 30 personas en esta playa. Y como las corrientes son tan fuertes e impredecibles hay familiares de víctimas que aún reclaman porque todavía no lograron recuperar los cuerpos de sus seres queridos.

Por Alejandro Gorenstein

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