La reina Máxima volvió a romper el protocolo y sorprendió con un salto en paracaídas

Se ganó el respeto y el cariño de toda la realeza, con su simpatía conquistó al mundo y nuevamente vuelve a ser noticia por sus actividades fuera de protocolo. Como parte de sus responsabilidades de reina consorte de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta saltó en paracaídas, disfrutó de la vista y sorprendió a todos desde el aire.

Con una radiante sonrisa, Máxima visitó la Escuela de Defensa en la ciudad de Breda, donde se dictan los cursos de paracaidismo de las fuerzas armadas. La cuenta oficial de la Casa Real de los Países Bajos, compartió imágenes de la reina antes de saltar en paracaídas y revelaron detalles sobre las tareas que realizó.

Máxima recorrió las instalaciones y habló con los soldados sobre su entrenamiento. Con la simpatía que la caracteriza, le preguntó a los instructores sobre el trabajo y despliegue operativo que se realizan durante las misiones. Pero la visita no terminó ahí. A la reina le dieron una serie de explicaciones sobre los cursos de entrenamiento de paracaídas y una demostración de cómo plegar un paracaídas.

Pero el recorrido al centro de entrenamiento no terminó ahí. La dueña de la corona tuvo la oportunidad de poner en práctica lo que aprendió en el día y pudo disfrutar de una vista única de su reinado. ¿Cómo? Saltó en parapente y vio a los Países Bajos desde el aire.

Antes de la actividad, la reina recibió varias instrucciones para estar preparada para el gran momento. La cuenta de Instagram de la realeza compartió un video de la Escuela de Defensa donde se mostró todo lo que tuvo que hacer Máxima antes de volar por los aires. Debió usar un equipo especial con arnés y recoger su cabello para evitar que le incomodara durante el vuelo.

Luego de las recomendaciones, Máxima Zorreguieta subió a una avioneta con algunos de los oficiales, quienes la acompañaron durante toda la actividad. Según explicaron, la reina realizó el Salto Tándem, esto es similar al paracaidismo, pero con la particularidad de que se salta junto a un instructor con un sistema de doble arnés.

En las imágenes, se vio el momento exacto en que la reina, en compañía de su instructor y un acompañante salió de la avioneta y se tiró en paracaídas. Con gafas en su rostro para estar cómoda a pesar del viento, Máxima vivió una gran experiencia y la felicidad quedó plasmada en su rostro en todo momento.

Esta no es la primera vez que la argentina rompe los protocolos y sorprende a más de uno. Sus responsabilidades como reina consorte de los Países Bajos la llevan a recorrer el mundo y hacer todo tipo de actividades. Hace unos meses, junto a su esposo Guillermo Alejandro, se convirtieron en granjeros por un día y dejaron las zapatillas para calzarse las botas.

La pareja real trabajó en la finca Op Aarde en Brielle y ayudaron en el NLdoet, Día Nacional del Voluntariado, que fue impulsado por la Orange Fund, fundación que ellos presiden. Al igual que su salto en paracaídas, la reina rompió uno o dos protocolos y demostró por qué es uno de los miembros de la realeza más queridos.

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