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Este viernes, Máxima y Guillermo de Holanda se hicieron presentes en Amersfoort, a 50 kilómetros al sudeste de Ámsterdam, para dar inicio a los Juegos del Rey. Ante miles de niños, la reina consorte se refirió a “un desafío” que ella y las princesas Alexia, Arianne y Amalia superaron durante el confinamiento impuesto por la pandemia de coronavirus.

Con un día soleado, propio de la primavera boreal, Máxima y Guillermo de Holanda se dieron cita en una colegio repleto de alumnos, todos vestidos con la tradicional pechera naranja. Allí, la reina explicó cómo se las ingeniaron para realizar ejercicio durante la cuarentena, en medio de la primera ola de la pandemia.

”No poder realizar deporte fue todo un desafío para nosotras. No poder jugar al hockey era un problema, pero lo abordamos como familia. Gracias a Dios contamos con apps y con ellas pudimos hacer pequeñas rutinas de entrenamiento”, aseguró la reina en declaraciones que reproduce el portal Story.nl.

Sin embargo, Máxima explicó que sus hijas retomaron su hobby predilecto una vez que las restricciones se levantaron. “En cuanto volvieron a permitirse los deportes en equipo, ellas salieron corriendo al campo de hockey”, añadió. Sobre su propio entrenamiento, explicó que continuó realizando caminatas mientras sacaba a pasear a su perros: “Me ayudó a mantener la cabeza vacía, estar en contracto con la naturaleza y poder respirar aire puro”.

Sobre el final de su exposición, Máxima elogió la labor que desempeñaron los docentes de Holanda durante el año difícil que impuso la primera ola. “Hoy los niños pueden olvidarse del coronavirus por un instante, lo tienen merecido. Se lo han ganado después de haberse visto obligados a estudiar desde sus hogares durante tanto tiempo. Me saco el sombrero ante los educadores que ayudaron a que los niños continuaran a aprendieron en casa”, concluyó.

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