![Con 39 años, Audrey Tang está al frente de la cartera Digital del país.](https://www.lanacion.com.ar/resizer/v2/con-39-anos-audrey-tang-esta-al-frente-de-la-5HVZP2P24JCF3F2URO2SDU5W6E.jpg?auth=224b3137a1e3f8ab50f7b2ea1f93927b96b4c2257c6bb3649ed1be0aeadcc277&width=420&height=280&quality=70&smart=true)
Hay gente adelantada a su tiempo que con visión e inteligencia encuentra la manera de resolver problemas. Y luego está Audrey Tang. La singular ministra Digital de Taiwán (nombrada a los 35 años de edad, en 2016) no solo es la mujer más joven en ocupar este cargo, sino una de las pocas ministras transgénero del mundo. Tang, quien con su particular historia, talento y sensibilidad está llevando adelante una transformación tecnocultural en su país, también lidera la contraestrategia al covid-19 más exitosa al momento.
Tang, quien creció con una enfermedad congénita del corazón, dejó el colegio a los 14 años para educarse de manera autodidacta (aprendió a programar con un teclado hecho en papel por ella misma), a los 15 fundó su propia compañía, y luego de trabajar en Silicon Valley para grandes empresas de tecnología, decidió dedicarse a aportar desde proyectos públicos: se transformó en hacker y referente. En su veta como activista participó del llamado Sunflower Movement, en el que en 2014 los estudiantes tomaron el parlamento taiwanés en denuncia por la aprobación del Tratado de Libre Comercio entre China y Taiwán. Luego de eso, se le ofreció un puesto en el Ministerio.
Tang ha sostenido lo que ella llama "transparencia radical", por la que todas sus interacciones y las de su gabinete son grabadas y la información, puesta como registro público.
Desde entonces, Tang ha sostenido una filosofía que atraviesa todo lo que toca basada en lo que ella llama "transparencia radical", por la que todas sus interacciones y las de su gabinete son grabadas, y la información financiera, puesta como registro público y más, pero fundamentalmente centrada en la empatía. "Creo que la gente transgénero, así como la gente transcultural, transdiciplina, transnacional, etcétera, tiene una ventaja natural en la política, porque podemos ver las cosas desde todas las perspectivas y podemos empatizar con distintos tipos de personas", explica.
La contraofensiva
El enfoque transparente, empático y colaborativo de Tang, que caracteriza al ideal de democracia digital y abierta, sirvió para canalizar los esfuerzos descentralizados de programadores que estaban desarrollando un Google Map con ubicaciones de farmacias con barbijos a comienzo de año. Gracias a la ministra, se creó una app con un mapa interactivo que se actualiza cada 30 segundos con el stock de cada lugar en tiempo real y, además, se permitió retirar mascarillas con el carnet de salud nacional que todos los ciudadanos tienen. ¿El objetivo final? Permitir accesibilidad a los datos y garantizar asistencia médica a todos.
"No trabajo para el gobierno y la gente, sino con ellos", enfatiza Tang, quien dice que su misión es compartir los valores desde distintas posiciones porque, a menudo, la democracia se construye como una lucha entre creencias opuestas. "Hay temas estructurales que requieren valores comunes para avanzar, una pandemia, la infodemia, el cambio climático".
![Tang es parte de una generación idealista de hackers, anarquistas y activistas.](https://resizer.glanacion.com/resizer/v2/tang-es-parte-de-una-generacion-idealista-de-W7QFHZ73URDWZKWPUTJPIS7SLM.jpg?auth=5ee877818e23a9afbee912eb939926b1e50a3c26793be6fa6335a2ca1e241e2e&width=420&height=280&quality=70&smart=true)
¿Otra de las claves de Taiwán para anticiparse al virus? Estar al tanto de los canales alternativos de información y participación ciudadana, y hacerse eco de ellos, mostrando confianza y circulación de la información a ambos lados. Así fue que cuando el equivalente al sitio Reddit en Taiwán reposteó el año pasado los anuncios del médico Li Wenliang en los que hablaba de nuevos casos de SARS, las autoridades tomaron nota y empezaron a hacerles análisis a todas las personas que viajaban de Wuhan a Taiwán. Eso les dio una gran ventaja.
A su vez, mientras que en el sitio taiwancanhelp.us se van manteniendo informes de estas y otras iniciativas, Tang lleva adelante una ofensiva contra la desinformación llamada Humor vs Rumor en la que, a través de memes e información oficial y científica, desactivan rumores dañinos. "Tenemos la expectativa de que el humor factual se disperse más rápido que el rumor y que sirva para inocular a la población ante la desinformación", dice.
Una generación idealista
El proceso de transformación que lleva adelante Tang en Taiwán es fruto de un historia nacional cultural, política y tecnológica muy particular: un país pequeño que creció marcado por el ascenso tecnológico y de internet, y se constituyó como potencia (la mayoría de los ciudadanos tienen acceso a banda ancha por ley), pero también influenciado por la ideología totalitaria de China y su régimen de censura y vigilancia extrema. A la sombra del paradigma actual de la posverdad y acompañando la lucha por las libertades individuales y los derechos de los ciudadanos, la generación de Tang, una generación idealista de hackers, anarquistas y activistas, respondió desde la sociedad civil creando movimientos e iniciativas.
Tang lleva adelante una ofensiva contra la desinformación llamada
Entre ellas, g0v (g0v.asia), una plataforma que permite "hackear" sitios oficiales, mostrando lo que falta o está mal y abriendo el juego a proponer alternativas provenientes de la ciudadanía, y asimismo revelando en detalle los gastos y datos oficiales del gobierno taiwanés para que todos puedan acceder a ellos. Hoy en día, el Ministerio de Tang continúa trabajando con ella.
"Internet falló en cumplir su promesa temprana, excepto posiblemente en Taiwán, donde hackers como Tang no solo están reproduciendo la retórica de los 90, sino haciendo lo mejor para que esa retórica se haga realidad en forma de código de programación. […] En Taiwán, la generación que está haciendo política es la misma que construye tecnología", concluyen en un perfil de Tang que la icónica revista Wired publicó a comienzos de año.