Barcelona, Eameo y Alegría Política son tres proyectos colectivos que, desde la ironía, hacen catarsis y bajan línea mientras acumulan seguidores en las redes.
Por Sergio Criscolo
Con la explosión de las redes sociales, muchas cuentas personales se volvieron populares gracias a sus lecturas humorísticas sobre la actualidad argentina. Pero los proyectos colectivos, como la revista Barcelona, el colectivo de diseñadores Eameo y los humoristas gráficos nucleados en la flamante Alegría Política, no solo encuentran en el humor un espacio de resistencia y catarsis sobre las vicisitudes políticas, sino también un público que supera al nicho y, viralización mediante, acumula cientos de miles de seguidores.
EAMEO
"El anonimato es un escudo que te permite hacer las imágenes con tranquilidad porque no está bueno que se sepa quiénes somos y qué pensamos de modo individual; hay chistes que a mucha gente no le hacen ninguna gracia", dice El Dylan, uno de los 10 integrantes de Eameo, que sin la presencia de fotógrafos está con la cara descubierta, pero no devela su nombre. A este diseñador gráfico lo acompaña Quién les Habla, otro de los integrantes del grupo, que trabaja en el rubro inmobiliario. El grupo lo integran personas de entre 33 y 50 años, pero el promedio ronda los 35. "Además, muchas veces no son chistes", agrega El Dylan. "Por lo general, son ironías o denuncias sobre determinadas situaciones. Está bueno que la gente fantasee con quiénes somos".
Se meten con todos los temas: desde Tevez a Lali Espósito, pasando por el Papa y los Beatles. Y con la política, claro. Aseguran que entre los 10 que participan de Eameo, la cantidad a la que le gusta un proyecto político u otro está bastante pareja. "Por más que uno tenga una ideología, si tenés un pie para hacer un chiste sobre lo que vos coincidís, igual se hace. Es más rico. En nuestro caso, el humor está por encima de todo", afirma El Dylan, aunque confiesa que en general cada uno hace más chistes sobre lo que le parece gracioso "de la contra". Entre las imágenes que más han circulado en la redes se destaca la parodia de una publicidad del PRO en la que aparece Macri con chicas en ropa interior y la frase "No nos cambiemos". Otra de las más populares es anti-K, en la que se ve a Máximo Kirchner jugando con la Play Station.
Con la llegada del PRO al gobierno, ambos coinciden en que hoy el macrismo se presta más para la burla que la oposición kirchnerista. "Muchas cosas de la realidad ya son graciosas de por sí, son como la prepizza del humor", dice El Dylan. Y su colega completa: "Algunas fotos del gobierno que aparecen en los medios causan risa, con lo cual cualquier cosa que se haga sobre eso suma más humor… Por otra parte, cuando en estos días subimos una foto anti-Macri, en general explota en las redes". Explican que, según su experiencia, "Facebook es más kirchnerista y Twitter más PRO".
Para el El Dylan, la política es una gran usina del humor. "Da para que mucha gente lo haga desde su lugar, desde su lenguaje, sin que el tema se agote. Lo que la política no le da a la gente se lo da a los escritores, a los comediantes, a la cultura. Y el humor es algo que te permite amortiguar la piña, digamos".
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Dicen sobre Barcelona: "Hay cosas que nos gustan y otras que no tanto. Está bueno cuando se meten con la actualidad, pero también cuando se van al carajo, como la tapa «Murió Papá Noel»".
Dicen sobre Alegría: "Es un mix que no tiene una línea única. Langer y Gustavo Sala nos gustan mucho".
BARCELONA
"El humor político es una forma de resistencia. Por lo menos para mí, hoy funciona como una válvula de escape, sublimo cosas por ahí", dice Fernando Sánchez, cofundador de la revista Barcelona y hoy responsable de lo que este medio genera en las redes. "Lo que pasa ahora es raro, porque todo el mundo piensa que es fácil pegarle a Macri; sin embargo, no hay espacios donde hacerlo".
Barcelona nació en 2003 como una revista mensual que parodiaba al diario Clarín. Hoy, además de continuar en papel y ser así única en su especie, tiene una vida más agitada gracias a las redes sociales. Comenzó a utilizarlas, sobre todo, para fomentar las visitas a su web y aumentar la venta de la versión digital de la revista. Hoy ese primer objetivo se mantiene, pero no es el único: suena impensable en estos días que una publicación de ese tipo no tenga una presencia activa en las redes. "Nuestra web no tiene un tráfico propio; todos entran por las redes, en su mayoría por Facebook. La realidad es que esa parte, casi toda, la hago yo. Subo tres o cuatro notas nuevas, o fotos; depende de la inspiración y del tiempo. La publico en la web y luego la replico en Face y Twitter", explica Sánchez.
"Más allá de que a algunos de nosotros pueda gustarnos más o menos el kirchnerismo, nadie de la revista es macrista", dice Sánchez. Y agrega: "Macri representa todo eso que nosotros detestamos. Con lo cual, si somos anti-Clarín, «así nacimos y así continuamos», y no nos gusta el macrismo; en la grieta famosa quedamos de un lado aunque no seamos K. Por otra parte, cuando subimos contenidos anti-Macri tienen muchos más compartidos y likes que las cosas anti-K, que no funcionan tanto". Tanto es así que muchas veces alcanza números asombrosos, como sucedió en el mes de abril con la «noticia» titulada «Expertos revelan cómo son algunas de las drogas peligrosas más consumidas por los argentinos». La foto que ilustraba la nota mostraba pastillas con los logos de varios medios del Grupo Clarín, entre otros, y fue vista por un millón de personas.
Para Barcelona, dice Sánchez, hoy es mucho más cómodo hacer humor político porque están enfrentados a un gobierno, que es el que apoyan el poder económico, Clarín y los demás grupos de poder. "Es más fácil pegarle a este gobierno porque no hay nada que te genere contradicción", argumenta. Pero no cree que el humor político pueda molestarle al poder. "Se cagan de risa, me parece, y está bien; tampoco es cuestión de creérsela".
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Dicen sobre Eameo: "Pegó porque es la era de la imagen y en Eameo no hay nada que leer. No me gusta que surtan gratis a los medios, es como trabajar gratis".
Dicen sobre Alegría: "Se nota que son antimacristas. A veces me divierte y a veces no, como con cualquier chiste".
ALEGRÍA
Antes de las elecciones del año pasado, un grupo de humoristas gráficos e historietistas pensaban hacer algo juntos con el objetivo de paliar de alguna manera el poco espacio que hay en los medios para desarrollar su arte. Pero la intensidad que tuvieron los debates electorales y el triunfo de Mauricio Macri lograron que se pusieran de acuerdo en hacer una página en Facebook de humor gráfico político, y bautizarla "Alegría" en honor a una de las frases que se mencionaron desde el nuevo gobierno tanto en la campaña como después, aquella que convocaba a la "revolución de la alegría". En esta página, participan más de 30 colaboradores –22 fijos y otros circunstanciales–, y cada día publica entre cinco o seis chistes gráficos, a razón de dos por hora. "No somos todos del mismo palo político; es más, algunos no son de ningún palo, pero sí nos unen ciertas reacciones naturales de quienes estamos sensibles a la cuestión social. Hay una fuerza que se genera cuando te juntás con otro y tirás para un mismo lado", explica Verde, uno de los tres miembros de Alegría que participa de la entrevista, junto a Otto y El Gory.
Entre quienes integran el staff de Alegría se mezclan nombres con distintas edades y trayectorias: Sergio Langer, Esteban Podetti, Gustavo Sala, Ernán Cirianni, Otto, El Gory, ALV, Razz, Sémola Souto, Polaco Scalerandi, Verde, Marcos Vergara, Puerto, Maxi Sanguinetti, Diego Rey, Iván Riskin, Martín Lietti, Juani Navarro, Mantrul, Camila Torre Notari, Juan Pablo Valdecantos, Julián Mono, Gustavo Von Chuyo, Ezequiel García, Fantoni y Ladrón. Cada uno puede decir lo que quiere; la única premisa es que deben ser piezas inéditas, que no se hayan publicado o subido antes en las redes. "No hay una línea editorial porque no hay un editor", señala Verde. "Evidentemente, no estamos de acuerdo con muchas decisiones políticas de este gobierno. Pero también hay miradas sobre qué hizo mal el anterior gobierno o cuestiones que están pasando ahora en el ámbito de la Justicia. Es difícil encontrar artistas que estén cerca del discurso neoliberal más duro".
Uno de los chistes más populares que subieron en abril fue un gif animado en el que una bandera argentina le pegaba trompadas a Macri mientras le decía "hijo de puta". Logró más de 1.300 likes y fue compartido 7.500 veces. Sus integrantes, sin embargo, no creen que el humor político pueda cambiar algo, ni concientizar. Solo intentan plantear temas y generar debate sobre ciertas cosas. "Lo que sucedió en la Biblioteca Nacional o en Infojus duró tres minutos en los medios", recuerda Verde. "Nosotros hacemos una imagen para que dure. El que la quiere ver la ve y el que no, no. Pero ahí está".
Seguidores: 24.000 (Facebook) y 1.200 (Twitter).
Dicen sobre Eameo: "Es medio extraño que una misma página firme cosas que a veces son contradictorias entre sí. Igual nos causa gracia".
Dicen sobre Barcelona: "No firman, pero tiran todos para el mismo lado. Está buenísima, pero hacen algo distinto a lo de nosotros".
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