Rubí, zafiro y diamante: las tres joyas de la reina Máxima creadas para el nacimiento de cada una de sus hijas

Gran parte del alhajero personal de la reina Máxima remite a regalos especiales de su esposo, el rey Guillermo Alejandro. Él es creador del cofre de piedras preciosas de ella, donde posee decenas de pulseras, collares, aros y anillos. El monarca suele participar activamente en el diseño de cada joya que le regala a su mujer debido a que, en general, son piezas personalizadas con nombres o iniciales que remiten a momentos especiales para el matrimonio y la familia que formaron.

Uno de los mayores desafíos del rey, en su rol de diseñador de joyas, ha sido crear un anillo de regalo para su mujer por el nacimiento de cada una de las tres hijas de la pareja. Se trata de una tradición que se impuso con la llegada de la primogénita y que luego se repitió con sus dos hermanas.

El rubí Amalia

Para el nacimiento de su primera hija, Amalia, Guillermo Alejandro diseñó un anillo de oro blanco con un rubí como pieza central custodiado por dos brillantes. Máxima usó la joya en la presentación oficial de su heredera, por lo que se estima que por entonces la princesa de Orange recibió este regalo el mismo día de la llegada de su primogénita: el 7 de diciembre de 2003.

El zafiro Alexia

Dos años después, exactamente el 26 de junio de 2005, nació Alexia, su segunda hija. Para esta ocasión, Guillermo Alejandro sorprendió a su esposa con un anillo formado por tres filas de diamantes con una piedra de zafiro padparadscha, una piedra muy codiciada y de gran valor cuando es de origen natural (porque también se produce de forma sintética). Traducido del hindi, el nombre del zafiro indica su color: similar al de la flor de loto al atardecer, es decir, con un tono naranja que recuerda al color del reino.

El diamante Ariane

El 19 de abril de 2007 nació la tercera y última hija del matrimonio, Ariane. Con su llegada al mundo, se completó la trilogía de anillos que llevan grabados los nombres de sus hijas y que Máxima suele utilizar superpuestos en algún dedo de sus manos. En este caso, no lo usó para salir de la clínica, sino que lo quiso estrenar seis meses más tarde, en octubre, con motivo del bautismo de la pequeña. Como siempre, se trata de una pieza de oro blanco con tres diamantes de “talla esmeralda rectangular”: uno más grande en el centro y otros más pequeños en sus laterales.

Otras joyas personalizadas

Además de los anillos personalizados, Guillermo Alejandro ha hecho crecer el alhajero de su esposa con otras piezas dignas de ser mencionadas como, por ejemplo, una pulsera de eslabones de oro amarillo con cinco piedras incrustadas que le regaló con motivo de su cumpleaños número cuarenta. Sobre el oro, junto a cada piedra, hizo grabar el nombre de cada integrante de la familia.

A los 45 años, Máxima recibió otra pulsera de regalo de parte de su esposo y sus tres hijas. Es un brazalete de oro amarillo con una chapita al frente que lleva grabada la siguiente frase: “Best mom ever” (“La mejor mamá de todas”, en castellano). La pieza lleva incrustados cinco brillantes, uno por cada miembro de la familia y en forma de trébol.

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