Un diseñador de Singapur crea utensilios de cocina para personas ciegas
Cuenta Kevin Chaim que su inquietud nació hace algunos años, cuando descubrió en la edición norteamericana del concurso MasterChef a Christine Ha. Esta joven de origen vietnamita -que resultó la ganadora de la edición 2012 del ciclo-, tenía una particularidad que iba más allá de sus habilidades culinarias. Había perdido casi por completo la visión debido a una enfermedad autoinmune y aún así lograba manejar los utensilios de cocina con gran seguridad. Entonces Kevin todavía estaba formándose como Diseñador Industrial en la Universidad Nacional de Singapur, y se propuso crear una línea de utensilios que facilitaran la tarea a las personas con visión reducida.
"Entiendo al diseño como una conversación entre las personas y el entorno que las rodea. Mi filosofía es diseñar con sensibilidad de manera que sea simple, atractivo y placentero", sostiene para referirse a Folks, el set de cinco utensilios con el que sorprendió en numerosas ferias y concursos de diseño.
¿Quién no ha sufrido cortes, quemaduras o derrames al momento de cocinar? ¿Podrían imaginar el escenario a ciegas?
El desafío fue descubrir cómo aprovechar la retroalimentación sensorial y las indicaciones táctiles para que las personas con visión disminuida o ciegas puedan cocinar de manera segura y cómoda. Así fue dando forma a los cinco prototipos que cubren todo el proceso: un cuchillo, una tabla de cortar, una cuchara, una tapa para ollas y un anillo para colocar sobre la hornalla.
¿Cómo funciona cada uno?
El cuchillo tiene una guía de plástico móvil que mantiene los dedos alejados de la zona afilada y es desmontable para facilitar la limpieza. Para la tabla de corte, Kevin diseñó dos accesorios que ayudan a juntar y trasladar los alimentos de la tabla a la olla o sartén. La cuchara tiene un tope flotante que se va deslizando y evita el contacto directo de los dedos con el líquido (clave cuando se trata de algo caliente). La tapa de la olla permite apoyar elementos u otros alimentos que se utilizan durante la preparación. Y el anillo sirve para asegurar ollas y sartenes sobre el fuego, y proteger al cocinero del quemaduras y derrames.
Durante el proceso de diseño, Kevin se dedicó a entrevistar y a observar a los usuarios en sus respectivas cocinas. "Las soluciones que existen en el mercado suelen estar orientadas a la funcionalidad de los utensilios, pero no tanto a la usabilidad. Su uso no es natural y muchas veces se contradice con la memoria de uso que tienen las personas que fueron perdiendo la visión o se apoyan en soluciones auditivas que no siempre son funcionales o confortables para los usuarios", explica.
El diseñador entendió la importancia de las referencias sensoriales para tomar las decisiones ante cada movimiento y a partir de ahí fue creando cada una de las piezas. Después vino la etapa de pruebas y a partir del feedback fue ajustando cada uno de los prototipos.
Con el apoyo que recibió en concursos y exhibiciones, busca seguir trabajando para ampliar el catálogo. Y busca optimizar los prototipos para que se puedan producir a pequeña escala y poder trabajar con organizaciones sociales para que lleguen a más hogares.
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