La estructura elevada permite guardar leña y también sirve como asiento.
Las cortinas se colocaron para protegerse del sol –que llega desde uno u otro ángulo la mayor parte del día– y también para crear diferentes climas, de noche o de día.
En el estanque, el agua está en movimiento. Para armar el puente se usó un durmiente de ferrocarril recuperado; los adoquines se fueron comprando en distintas casas de remates.
“Usamos la galería todo el año. Cuando vienen mis hijos con sus amigos, nos encontramos alrededor de la parrilla”.