Buenos Aires Alta Moda
En su 23a. edición, pasarelas con día, noche y originalidad. El primer desfile, el de Piu, de Teresa Calandra (a beneficio de la Fundación Germán Sopeña), con ropa para una "una mujer ultrachic"
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LUNES. Primer desfile de Buenos Aires Alta Moda, el de Piu, de Teresa Calandra (a beneficio de la Fundación Germán Sopeña), que trajo de Italia ropa para una "una mujer ultrachic que quiere estar perfecta las 24 horas". Lo étnico estuvo presente en cada pasada, con polleras como hit: estilo gipsy con mucho vuelo o con diseños del norte africano, para llevar con plataformas de yute. Además, chaquetas con vivos de pitón; batiks en seda plisada y un fuerte acento en los accesorios, como brazaletes, bolsos, collares, sombreros y donde no faltó la colección de anteojos. ¿Su paleta? Blanco y chocolate para combinar con turquesa o colorado.
A su turno, el sanjuanino Alejandro Parra llevó a la pasarela Fuerza Latina (más noche que día). Le puso música flamenca a un verano llamativo, lleno de volados, con algunos lunares; también a polleras con búlgaros brillantes y estampados Liberty. Además, propuestas de lujo oriental con polleras largas y cortas, pantalones con falda arriba, tops y corsets donde hicieron alianza una y otra vez el azul francia y el dorado pálido. Exótico.
Asimismo inspirada en tierras lejanas, con la música de los Balcanes de Goran Bregovic, Gloria López Sauqué continúa demostrando que el cuero puede ser tan versátil como la tela: le pone volados, flecos, plisados, lo frunce y también lo arruga a mano. Los tapados llegan con ruedos de líneas irregulares, como mordidos. Además, vestidos con entramados estilo hippie, bien artesanal. ¿Lo mejor? Las cazadoras, en camel y con faja trenzada ceñida a la cintura, de líneas simples y fáciles de usar.
Muy femenino, el verano de Fabián Kronenberg, de la mañana a la noche. A la oficina se puede llegar con sastrería con mangas transparentes o estilo Chanel. Para todo momento, babuchas con floripondios fucsias sobre blanco, o toda de blanco en broderie como una bahiana. Pantalones dorados de shantung o vestidos con babuchas para el cóctel. Y si hay fiesta, vestidos de satén vaporosos, con brillo y caída impecable. ¿Colores? A la carta: desde pasteles hasta colorado intenso, con bordados a mano.
Todo un arte... La primera presentación, en BAAM, de Flavia Martini a beneficio de la Asociación Amigos del Centro Cultural Recoleta. Es que convocó a nueve artistas plásticas (Carolina Antoniadis, Carla Benedetti, Karina El Azem, Tristana Macció, Marta Minujín, Marcela Mouján, Flavia Mihanovich, Leila Tschopp y Lorena Ventimiglia) para que intervinieran nueve prendas. Y varias desfilaron la suya, en una pasarela decorada con candelabros y pajareras llenas de flores. Minutos después, el verano de Martini. Impecable, romántico. Usó estampados propios, con temas florales que remiten a los papeles de decoración. Así pasaron polleras años 50, vestidos y sacos con sombrero de la misma tela (o no), que logran un estilo sofisticado y a la vez relajado. Más lánguidos, los vestidos de modal, tops lenceros y tejidos de punto. Para la fiesta, más vestidos, esta vez, lisos, de gasa y con corte imperio.
MARTES. Con primera fila completa (Karina Rabolini, Evelyn Scheidl, Juan Santa Cruz, Juan Pons, Rosi y Angie Frías), Evangelina Bomparola dio el puntapié inicial del martes con un desfile a beneficio de Esclerosis Múltiple Argentina. Lo suyo, para mujeres de 30 en adelante, para usar de la mañana a la noche (fiesta incluida). El juego de los opuestos (trajes de corte femenino con materiales masculinos como cool wool italiana tizada), la mezcla de texturas (tafetán de seda natural, encaje chantilly, crêpe georgette y tul de seda natural), y la combinación de prendas (como tops con volados combinados con pantalones clásicos, shorts o bermudas con sacos entallados) rompen con lo formal y agregan frescura a una colección impecable.
Más tarde, tormenta, relámpagos y un samurái haciendo una breve demostración de destreza..., prólogo de la colección de accesorios Co & Co: aros colgantes, cadenas, collares, anillos y brazaletes con juego de formas (redondas, rectangulares, grandes, medianas y pequeñas), en piedras, silicona, plata, cristal de Murano y cristal checo, con un marcado toque oriental.
Francisco Ayala juega con los extremos. Va de los colores lisos (como el naranja, fucsia, verde limón y el amarillo) a la conjunción de estampados. Desde vestidos corte imperio pasando por otros lánguidos y cortos hasta faldas con flecos de un metro de largo tejidas con rafia o cintas de lúrex. De lo simple a lo más elaborado (con bordados en piedras como el ónix, ámbar y cristales de roca Swarovski). Una colección amplia y dispersa.
Para el cierre del martes, el festejo de Adriana Costantini y sus 20 años en la moda. En su colección no falta nada. Trajes de baño (enteros, bikinis y trikinis), jeans gastados con toques metálicos o aplicaciones de strass. Sí al look safari, pero con estampados florales y tribales, en sepia y beige, y una sastrería desestructurada con muchas polleras. El blanco se hace fuerte en vestidos y conjuntos para la noche (en gasas plisadas, brocatos, shantung bordado y redes con paillettes). Bien comercial y pensada para todo tipo de mujeres.
MIERCOLES. Archetype abre la pasarela del miércoles. ¿Destinatarias? Mujeres muy femeninas que se sienten cómodas con una buena sastrería. Esta temporada se presenta con aires del Sahara, en tonos tierra, en lino con print geométricos de inspiración africana y detalles de pespuntes, con mucho accesorio y plataformas en madera. Se destacan los bermudas, las polleras tableadas a la rodilla y los soleros corte imperio. Una propuesta clásica que incluye una línea Chanel y otra de noche en gasas, ambas con brillo.
Amelia Sabán presentó el verano 06 de Ménage à Trois, algo así como Valentino y Chanel en Buenos Aires. Faldas tableadas, otras folk y chaquetas safari. Una propuesta con reminiscencias de las décadas del 60 y 70, para la mujer elegante y actual. Muy concurrido, a beneficio, como siempre, de la fundación del Hospital Fernández, con Mirtha Legrand en primera fila. Las faldas, primeras en la lista. Todo, muy producido con cinturones de perlas que reiteró en toda la colección, además de anteojos y capelinas. Además de su versión Chanel en lúrex, lino y rafia, sumó un cóctel a puro volado y drapeado, y para la noche, vestidos cortos de gasa estampada. Tendencia internacional con excelente realización nacional.
Las flores de los jardines parisienses y la sensualidad de las playas de Fortaleza llevaron a Laurencio Adot a crear una colección impecable para una mujer romántica, con gran variedad de vestidos. Se destaca un elegante devorée en satén aplicado sobre tul de inspiración años 30. También chemises, strapless con drapeados y plisados, y otros en seda natural cortada a láser y bordada a mano, trabajos de macramé y strass. Trajo de vuelta el corte imperio con corpiño armado y faldas con mucho vuelo y volumen. Algo oriental, algo griego, sastrería entallada y novias chic. Variantes para estar espléndida.
JUEVES. Maureene Dinar le puso brillo a la pasarela del jueves. Ideal para quienes no quieren pasar inadvertidas, su colección Sentidos incluye diseños con mucha intervención. Los vestidos llegan con detalles de pétalos en escote y ruedo, y las faldas con volados y piedras bordadas. La línea casual, informal, pero sin perder el trabajo artesanal. ¿Lo más novedoso? Blazers de satén con estampas del Pato Lucas, la cara de Mick Jagger y otros con patch de colores. Los tonos, celeste, turquesa, verde, rosa, lila, coral, naranja, colorado, blanco y negro. Para animarse.
A continuación, Daniel Hechter, para hombres, se llevó los aplausos de las mujeres. Más moderna que otros años, la etiqueta francesa plantea una colección para todas las edades. Incluye bermudas y pantalones cargo, sacos sports de lino para combinar con jeans y pantalones de gabardina. No pierden vigencia las camisas rayadas y con rombos, estampado que se repite en suéteres de hilo. Un detalle, el desfile comenzó y terminó con pasadas de Nacho Herrero (imagen de campaña). Las chicas, encantadas.
A poco de comenzar el desfile de Opaloca (el último de la noche), comentarios entre las invitadas: "Ahí están... sus drapeados". Se referían a unos corsets con ese trabajo. Con un mix entre el romanticismo de los años 50 y el exotismo de la cultura africana, la propuesta de esta marca se destaca por las telas importantes. Seda, gasa, raso, shantung, encaje, satén y brocato, enriquecidos con mucho trabajo artesanal de bordados con piedras que crean dibujos y guardas. En primera fila, Verónica Zuberbühler, Verónica García Mansilla y Soledad Silveyra. Aplausos.
VIERNES. Directo de la India llegó Suraj a Buenos Aires, con una sola escala en Londres. Los diseños de la inglesa Kiranjit Sidhu, de origen indio, se destinan a hombres y mujeres que desean sentirse rajá y maharani (rey y reina), con bordados que llevan el trabajo de mil y una noches. Según una creencia india, para Suraj los bordados tienen "fuerzas vitales y poderes mágicos". Los cristales distinguen a los saris de colección, en sedas de colores encendidos. El corte es uno y recto, y lo que importa ahí es saber llevarlo, incluso en fiestas. Los hombres, con casacas y chalecos brillantes. Para ambos, además, una línea de básicos: capris, túnicas, casacas, polleras.
De blanco y con encajes a full. La primavera-verano de Susana Ortiz viene cargada de detalles femeninos y, por momentos, abiertamente sensuales. Encajes, volados satinados, polleras más cortas, transparencias, siluetas marcadas, flores al hombro y colores fuertes, mucho bronce y plata, todo bien subrayado. Así, Ortiz conquista a mujeres que no le temen al qué dirán, sino que quieren ser miradas, con sastrería actual que busca diferenciarse. Los estampados de la noche parecen llevar luces de neón, y los escotes y tajos cortan el aliento.
Sin excesos. Brusasca-Kuc mira el corte y el diseño, y huye de las estridencias. Entre sofisticado y sencillo. Entre elegante y creativo. Entre clásico, retro y moderno. Modelos femeninos para noches que muestran poco, con figuras mórbidas que arrastran colas o caen desde pliegues muy pensados que estratégicamente marcan broches. Lazos que tapan hombros, géneros en composición (gasa, muselia, crêpe cady y satén toman cuerpo en combinación con tusor, organza y tul). Poco estampado y nada de shantung.
Noche femenina e insinuante la de Iara. Con muy buena realización, sus vestidos siempre rematan con detalles importantes. Drapeados infinitos, plisados, encajes, sumatoria de volados y faldas infladas a fuerza de tul dan toques a vestidos de rigor. Se agregan bordados de cristal, perlas, paillettes, cerámicas, hilos de seda y lúrex. Una predilección por los verdes, coral, lila, visón, rosa, turquesa y negro. Las novias, según preferencias: mórbidas y discretas; semiarmadas, con fuerte corsetería; y las de vestidos de princesa o cuento de hadas, de cola kilométrica.
Síntesis
- Héctor Vidal Rivas, organizador de BAAM, no ocultó su alegría por la convocatoria: "Entre el lunes 5 y el sábado 10 pasaron por el Sheraton 18.500 personas, un 30% más que en la edición anterior". Participaron 35 diseñadores, con 27 desfiles en diez días (la semana próxima saldrá publicada la segunda parte). "Entre los posibles compradores estuvieron Galerías Kaukof, de Alemania; Lafayette, de Francia, y las tiendas Saks, de Nueva York, y Evans, de Londres, más algunas casas de San Pablo", contó Vidal Rivas.
- ¿Un auto en la pasarela? Sólo en imágenes. Megane II, el último modelo de Renault, fue el presentador oficial de esta 23» semana de Buenos Aires Alta Moda. La alianza entre el automovilismo y la moda promete seguir sobre ruedas: "¿Por qué no?, se preguntan desde la empresa. "Tanto el auto como la moda tienen una imagen atractiva, moderna y de gran porte."
- Esta edición incluyó un newsletter que presentó a las 37 etiquetas que desfilaron en la pasarela vidriada especialmente propuesta por Vidal Rivas. Y más, una muestra de los 240 zapatos creados por Lonté para acompañar las colecciones. "Mucha plataforma y taco chino", dice Mario Tenuta, dueño de la firma.
- Durante Buenos Aires Alta Moda, el estilista Andrea Meggetto realizó más de 500 peinados. Mauricio Catarain estuvo a cargo del make-up, con el look de verano de Dior.
- Una vez más se realizó el concurso Yo el joven creador de moda, que premia a los ganadores con el pase a la final internacional en el Carrousel del Louvre, el 14 de diciembre próximo. ¿La ganadora? Martina Benítez, que se prepara para viajar a París junto con Gabriel Martínez, Luciana Puppo, Alejandra Ledesma y Susana Juárez, que obtuvieron las cuatro menciones.
- Entre los desfiles a beneficio figuró el de Piu, de Teresa Calandra, que contribuyó con la Fundación Germán Sopeña, "dedicada a promover la actividad y formación periodística, y aportar soluciones por medio de obras e investigaciones a problemas nacionales, especialmente de la Patagonia", señala Patricia Morgan, su titular. Más información, 4312-5969. info@germansopena.org.
- ¿La gran ausente? Olga Naum, que esta temporada prefirió presentar su colección a través "de una campaña gráfica, con un catálogo (8000 ejemplares) que llegará a sus clientas".
- Además de Mirtha Legrand, como presidenta honoraria de la Fundación del Hospital Fernández, en el desfile de Mènage à Trois, la semana atrajo a otros famosos. Victoria Oneto le dijo sí a Laurencio Adot, al igual que los diseñadores Mariano Toledo, Verónica Santesteban y Ricky Sarkany. También Ginette Reynal, que no paró de comentar cada pasada.
- Después de un 2004 en crecimiento (la apertura de cuatro locales), Daniel Hechter presentó su verano con supervisión especial. En primera fila, Tanguy Mulliez, manager internacional de la marca, y Didier Castagné, licenciatario para América latina, con novedades: la etiqueta francesa (presente en Europa desde 1962) planea continuar su expansión. Además de abrir casas en Santa Fe y Mendoza, un estudio de mercado realizado recientemente le dio luz verde a la colección de mujer, que estaría en Buenos Aires a principio de 2007.

