Clásicos de la perfumería
Cremas, fragancias y jabones de siempre
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Iconos de la belleza... Cremas, jabones y fragancias con fórmulas eternas que no pierden seguidoras y ganan fama. Un caso emblemático, Nivea Creme, nacida en 1911 cuando el Laboratorio Beiersdorf y el doctor Isaak Lifschütz (creador del Eucerit, substancia que contribuye a mantener el agua y el aceite unidos) crearon "la primera crema humectante con aceite". A partir de ese momento comenzó a hacer historia sumando adeptos a la marca. "Alrededor de 180 millones de latas son vendidas año tras año y aproximadamente más de mil millones de personas en el mundo usan Nivea Creme", detalla Florencia Yamuzzio, encargada de prensa de la firma.
Graciela Sosa, consultora de belleza de La Pharmacie & La Parfumerie, agrega: "La clásica lata redonda color azul con letras blancas de Nivea Creme se ha convertido en la crema de todos los tiempos. Muchas la compran porque la usaba su abuela o su madre."
Otro de los nombres con tradición es el Sapolán Ferrini, una crema multipropósito fabricada en la Argentina y que este año cumple 70 años. "Su permanencia en un mercado tan cambiante se debe principalmente a la fórmula compuesta por selectas materias primas, que no producen reacciones alérgicas", detalla Valeria Durand, encargada de prensa de la firma. ¿Sus secretos? La vaselina (retarda la pérdida de agua), la cera de abejas (que forma una película protectora) y la lanolina (que atrapa la humedad y la mantiene sobre la piel evitando que envejezca).
No claudican
Las cremas para el cuidado de la cara también tienen sus fanáticas, y Nutrix, de Lancôme es una de las favoritas. "A veces no está en góndola y cuando sus seguidoras escuchan que salió a la venta vienen en aluvión a pedirla. Nos enloquecen", confiesa Sosa. Creada en 1935, junto con el nacimiento de la marca, sus propiedades fueron probadas hasta por los soldados de la Segunda Guerra Mundial. "Principalmente por su textura rica y su alto poder reparador que les ayudaba a curar la piel -explica Paula Gutiérrez Neri, directora científica de Lancôme Argentina-. Si bien la fórmula ha sido modificada en diversas ocasiones, se mantiene muy parecida a la original."
Otras cremas sin tantos años de vigencia también lograron lazos indestructibles entre sus consumidoras. "Rénergie, de Lancôme, una crema reafirmante y antiarrugas con 13 años en el mercado, creó un amor muy fuerte entre las mujeres de más de 45 años", revela Neri. Y no promete poco: tensa la piel, la reafirma y reduce las arrugas. Los extractos de maíz, malta, algas vegetales y tripéptidos de arroz son algunos de sus componentes.
Algo parecido sucede con Eterna 27+, de Revlon: "Es una crema básica con colágeno para pieles muy secas cuyas consumidoras son mujeres de 50 años para arriba, que la compran porque era la que usaba su madre", dice María Cristina Canti, consultora de Revlon.
Al colágeno hidrolizado se suma el agua, el aceite mineral, la parafina, el alcohol de la lanolina y la glucosa, compuestos de la fórmula de esta crema doble función: "Es humectante de día y nutritiva de noche".
Pero no sólo las mujeres mantienen estas lealtades, muchos hombres fueron cautivados principalmente por algunas fragancias. La vieja lavanda Fulton, una línea completa con incluye jabón, talco, desodorante y crema para después de afeitar, lleva cerca de 40 años sin que sus consumidores acepten cambios.
"Cuando intentamos hacer modificaciones no la compran. Eso ocurre porque muchos asocian cambio con abaratamiento. Hasta mantenemos el packaging original color marmolado", revela Oscar Díaz, presidente de Fulton. Seguidores que mantienen una tradición familiar: "Son hombres mayores que la usan porque era la preferida de sus abuelos".
Otras colonias para ellos han dejado su impronta: "La clásica colonia alemana 4711 suma seguidores locales y europeos; y la marca española La Toja, tradicional línea de baño a base de sales minerales", cuenta Lilian Hapes, de la firma Hapes & Co.
A la lista se suma la colonia La Franco Inglesa, con adeptos de ambos sexos. "Es un agua de colonia tipo inglesa para después del baño para hombre y mujer, que últimamente es muy solicitada por los brasileños", dice Sosa. Arpège Lanvin, tradicional fragancia femenina con notas de azahar, rosas y patchuli, y L´Air du Temps (con notas florales), de Nina Ricci son otras de las más pedidas.
En el ranking de los perfumes preferidos clásicos figuran Opium, de Ives Saint Laurent (una fragancia oriental picante, mezcla de mandarina, ciruelo, clavos, coriandro, clavel, lirio del valle, mirra y sándalo entre otras notas); Knowing, de Estée Lauder (especiado floral); Charly, de Revlon (floral con predominio del jazmín), y Madame Rochas (con notas de rosa búlgara y sándalo).
Y la lista continúa: J´adore, de Christian Dior, una fragancia floral con detalles frutales, "cuyo poder de fascinación es misterioso y resplandeciente a la vez", cuenta Zelmira Kroselj, encargada de prensa de la marca; Amarige, de Givenchy, una fragancia floral, viva y oriental, nacida en 1991, y Samsara, creada en 1989 por Jean Paul Guerlain, en cuya composición se destacan el jazmín de la India, la madera de sándalo, la vainilla y unos toques de ylang- ylang.
Y si de aromas con valor sentimental se trata, Anaïs Anaïs, de Cacharel, es un símbolo en la vida de muchas adolescentes. "Es el primer perfume que les regala su madre, y por lo tanto marca la iniciación de esas jovencitas en el mundo de las fragancias", explica Myrna Polotnianka, encargada de prensa del grupo L´Oréal Argentina. Una fragancia que conserva sus notas originarias (el azahar, el lirio blanco, el ylang-ylang, el lino y la rosa) y que a 25 años de su creación sigue sumando clientas.

