Dos hermanas que resignifican las medias

– ¿Cómo surgió el emprendimiento?

–Nuestras conversaciones siempre estuvieron relacionadas a la moda y queríamos hacer algo extra a nuestros trabajos como psicóloga (Soledad) y contadora (Sofía). Estábamos seguras de emprender en el rubro, pero buscábamos un producto que no esté en Argentina y sea novedoso. Al principio queríamos diseñar medias para hombre, pero investigando en Instagram nos enamoramos de unas con apliques para mujer que no existían en el mercado local. Armamos un equipo de diseño y trabajamos durante nueve meses hasta lograr el producto que queríamos.

–¿Cómo fueron esos meses previos a lanzar?

–Convocamos a Julieta Muñoz Fantón, diseñadora textil y especialista en desarrollo de producto de tejidos de punto. Trabajamos con una diseñadora gráfica el desarrollo de la imagen de marca. Elegimos el nombre, el logo, recorrimos fábricas, proveedores, talleres; testeamos muestras y tipos de aplique hasta dar con los veinte modelos que lanzamos. Tuvimos que aprender de e-commerce y de redes sociales.

–¿Cuál fue la inversión inicial?

–Creemos que la mayor inversión fue el tiempo porque significó no solo un costo monetario, sino familiar. Entendimos desde un primer momento que la clave era reconocer cuáles eran nuestras faltas y cubrirlas formando un equipo de trabajo freelance, tanto de diseño como de marketing. Además, para lograr un producto de calidad, invertimos en una máquina termo-adhesiva para fijar mejor los apliques. Fuimos cumpliendo objetivos por etapas, que muchos consistían en un proceso de ensayo y error, que resultó en $70.000 iniciales.

–¿Qué le aportaron sus formaciones profesionales al emprendimiento?

–Nuestras profesiones nos dieron la capacidad de planificar administrativa y financieramente el proyecto; ser objetivas, poder ver el problema y solucionarlo. Somos un muy buen complemento: una tiene la visión de negocio y la otra la capacidad de concretar la idea. Delineamos qué es lo que queremos y junto con el equipo lo llevamos a cabo. Ambas somos muy detallistas también. Lo heredamos de nuestros abuelos paternos, que fueron joyeros durante cincuenta años.

–¿Qué hace único a sus productos?

–Es la primera marca en traer las medias con apliques. No se veían en Argentina, factor que desencadenó en la idea troncal de la marca: hacer visible lo invisible. Si bien nos inspiramos en la tendencia y modelos extranjeros, los diseños son únicos, pensados por nosotras junto a la diseñadora especializada, basados en su factibilidad para el mercado local.

–¿Cuál es el diseño estrella?

–El modelo Meghan, que se realizó con apliques de piedras y rosetón de Swarovski. Sin embargo, nos tomó por sorpresa que las más vendidas son las medias Juliette, considerada la de vanguardia para la marca. Son de nylon con lúrex y mix de perlas, tachas, piedras plateadas, transparentes, amarillas, naranjas y celestes, cosidas a mano en el borde. Los precios, $180 a $360.

–¿Su próximo paso?

Además de las medias, la idea es lanzar colecciones cápsula de otras piezas para ver cómo resulta. Ahora estamos trabajando en accesorios de terciopelo como vinchas y moños; también kits de medias para hombre ya que recibimos muchas consultas acerca de modelos para ellos. Creemos que es un mercado no explorado ya que se están animando a usar medias diseñadas al mismo ritmo que las mujeres. Para septiembre, vamos a lanzar una segunda línea de medias de tul con todo tipo de piedras, al igual que una cápsula de quimonos y carteras que combinen con las medias.

–¿Y en un futuro?

Es clave para el emprendedor tener seguridad en lo que vende y nosotras estamos seguras del producto que ofrecemos; así que además de potenciar el canal principal de venta que es el shop online, uno de los objetivos es crecer y producir lo suficiente como para abrir un pop up store en un shopping. Es un mundo nuevo que no conocíamos, pero descubrimos que nos apasiona.