“Hago sombreros con hormas originales de los años 50”
Florencia Tellado es vestuarista y diseña sombreros. Llegó de las semanas de la moda de Londres y París y cuenta las claves del emprendimiento que la llevó a ganar proyección internacional
¿Cómo surgió y cuándo?
En 2009, trabajaba en publicidad como vestuarista y al ser un trabajo freelance, tenía bastante tiempo libre. Me di cuenta de que necesitaba hacer algo propio mientras no estaba trabajando en publicidad. Siempre fui muy ansiosa y mi psicóloga me sugirió a inventar algo y así fue. Recuerdo que salí de la sesión y me puse a diseñar unos tocados. Me di cuenta que me encantaba y los podía hacer siempre.
¿Cómo te formaste en el oficio?
Cuando me decidí a hacer sombreros, rastreé a la sombrerera del Teatro Colón, Hilda Juárez. Le supliqué que me diera clases porque al principio no quería, pero después de insistirle mucho, aceptó. Recuerdo que iba a su casa una vez por semana para aprender el oficio y, especialmente, estudiar cómo se trabajaba en Argentina con los materiales y elementos propios de nuestro país. Luego conocí a Laura Noetinger. Ella fue mi gran otra maestra en la alta costura de sombreros. Empecé a ir a sus clases y no dejé de hacerlo durante cuatro años consecutivos. También me formé en Londres, donde hice una práctica en los estudios de Noel Stewart, famoso sombrerero londinense que diseña para grandes marcas de la talla de Marc Jacobs y JW Anderson.
¿Con qué inversión empezaste?
Fue muy pobre al principio: invertía todo lo que podía ir ahorrando de mi trabajo como vestuarista. Empecé trabajando para Carolina Aubele cuando tenía 20 años y aún hoy me desempeño como vestuarista, pero por mi cuenta. Siempre fui mi propia inversora y lo sigo siendo con mucho esfuerzo y trabajo. Respecto a los sombreros, hasta hace poco diseñaba productos únicos y este año avancé en mi primera colección de sombreros para la temporada otoño-invierno 2018. Me decidí a hacerla cuando Valery Demure, experta y curadora internacional de diseñadores de accesorios y joyas, me sugirió que la haga. Y lo hice a través de su agencia, Valery, que me representa y asesora en Londres.
¿Qué hace único a tus productos?
Que están hechos a mano, son atemporales, surgen de mis propias ideas y calculo que difícilmente alguien tenga las mismas ideas que otras personas. Todos somos únicos, por ende mis productos son únicos. Si bien es lo más parecido a la alta costura de sombreros, apunto a que mi marca sea joven y moderna; y romper con la creencia de que un sombrero es solo para una ocasión especial. En la nueva colección predomina la rafia y fue pensada para que puedan usarse todos los días. Dependiendo del trabajo, los precios de los sombreros arrancan desde $ 2500.
¿Cómo describís tu día de trabajo?
Hay días en los que estoy en otro país filmando una publicidad y hay otros en los que estoy en casa haciendo sombreros. Mi día de trabajo es libre y aleatorio, además incide mi estado de ánimo.
¿Tu próximo paso?
Estoy preparando la colección otoño invierno y sin querer descubrí un material, la lona de toldo, que no se arruga y es impermeable. Nunca se me hubiera ocurrido trabajarlo si no habría sido por mi participación en Tendencia Arenales junto al local Tenda da Sole.
¿Una anécdota que te marcó en tus comienzos?
A través de Agustina Visentini, María Elisa, una sombrerera de los años 50 que había diseñado hasta para Evita, me regaló en el año 2012 sus hormas y materiales. Hoy trabajo con esas hormas, un tesoro.
¿Cómo te imaginás a tu marca en un futuro?
Veo a mi marca creciendo, siempre. Mi paso por Londres y París tuvo que ver con esto. Quisiera expandir mi marca y hacerla conocida en el mundo, empezar a hacer colaboraciones con distintos diseñadores internacionales y hacerles sombreros para sus desfiles y o marcas. Mi gran sueño es diseñar para Dior, Chanel, Viktor & Rolf y/o Comme des Garçons.
Dónde se consiguen los productos. Con cita previa, de 14.30 a 19. en Soler 4863. Para más información: http://www.flortellado.com/
Clio Golschmidt