Jorge Ibañez Sheraton Buenos Aires
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Llamativa, colorida, sexy... Así es la colección que Ibañez propone para las fiestas del invierno. Dolores Barreiro, vestida con un conjunto rosa de chaqueta entallada, pollera de raso y botas de taco aguja, abrió la presentación.
Esta temporada incorpora sastrería: chaquetas cortas y entalladas, polleras rectas y evasée, pantalones con fajas de raso haciendo juego con la corbata, camisas de seda, sacones con aplicaciones de piel en puños y cuello, todos pasados por 25 modelos top. ¿La más aplaudida? Carmen Yazalde.
A la primera pasada le siguió el glamour de los años 60: vestidos con polleras armadas en varias capas de tules (tipo tutú), con peinados recogidos y muy batidos. ¿La sorpresa? El debut de Romina, una de las hijas de Daniela Cardone.
El toque sexy lo dieron los vestidos lánguidos tipo enaguas y los muy ceñidos. Escotes pronunciados, espaldas descubiertas, tajos bien osados (al costado o adelante) y faldas en gajos, provocaron el suspiro de la platea masculina, que también la hubo.
Los colores: desde los pasteles (celeste, beige, rosa, lila) hasta los más brillantes (fucsia, verde limón, violeta). "Me inspiré en la mujer, en sus gestos, su mirada, su pelo. Son 100 vestidos íntegramente artesanales", explica Ibañez.
Pasadas las 21, un repiquetear de campanas anunciaba el cierre. Florencia de la V apareció en la pasarela con un vestido de novia en satén de seda natural y con un manto de tul bordado en hilo de seda. Con el pedido de las palmas, Ibañez salió a saludar.
