La orquídea yin
La orquídea Oro, que equilibra el yin-yang, cultivada en el sur de China gracias un mecenazgo ambiental, cumple una década
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Los días frenéticos de Li Minguo en esta ciudad se parecen bastante poco a su vida cotidiana en la reserva natural privada de TianZi (literalmente, semillas del cielo), en Yunnan, una provincia del sur de China que limita con Vietnam y Laos. Viuda del biólogo alemán Josef Margraf, vive con sus dos hijas en una casa sin ventanas, en medio de la jungla, a distancia cero de la naturaleza. Las mañanas comienzan con té o café que produce en el lugar. A su alrededor crecen 120 especies vegetales, muchas de ellas en peligro de extinción, que escapan de la contaminación gracias a un acuerdo con la maison de cosméticos Guerlain.
Desde hace más de diez años, la casa francesa contribuye a la reforestación y a la restauración de un hábitat natural específico que permitió la reintroducción de 25 especies de orquídeas diferentes y más de 12.000 especímenes salvajes, entre las cuales se destaca la orquídea Oro, cultivada de manera natural, sin pesticidas, y recolectada a mano.
Conocida por ser fuente de longevidad y por preservar la juventud, esta es una de las cuatro orquídeas presentes en la crema Orquídea Imperial, de Guerlain, lanzada hace diez años, y desde entonces convertida en la creación estrella de la casa. Con una venta en Asia cada cinco minutos y cada 11 en Francia, esta crema representa mayores ingresos que los producidos por el perfume Shalimar. Basta con ver la boutique instalada desde hace 77 años en Champs Elysées, el punto de venta de cosméticos más importante del mundo. Desde su renovación hace dos años, esta casa burguesa de 1600 metros cuadrados cuenta con salones privados en el primer piso que funcionan como instituto de belleza y hasta una cocina manejada por el chef Guy Martin, reconocido con dos estrellas Michelin.

Casa de perfumes creada en 1828, Guerlain fue adquirida por el grupo LVMH hace poco más de 20 años. Los primeros lanzamientos, como las fragancias Coriolan (1998) y Mahora (2000), no tuvieron el éxito esperado. En los últimos años, el crecimiento despegó gracias a dos vedettes: el perfume La Petite Robe Noire y la línea Orquídea Imperial, que representa 12% de los beneficios de la empresa en un mercado competitivo donde las cremas de ultra lujo se multiplican.
Calificados como súper premium, estos cuidados para la piel suelen costar más de 300 euros (382 la crema Orquídea Imperial) y reúnen el top de la cosmética: tecnologías avanzadas en anti-age, ingredientes excepcionales (como las orquídeas o el caviar), texturas muy delicadas y fragancias más sofisticadas, envueltas en envases que parecen piezas de joyería.
Mecenazgo ambiental
El mecenazgo ambiental impulsado por Guerlain nació del encuentro en 2005 entre el biólogo independiente contratado por LVMH François Gérard, encargado de encontrar nuevas plantas con potencial, y Margraf, reconocido experto en orquídeas, que había creado el centro de investigaciones de TianZi, donde trabajaba junto con su mujer en la replantación de los bosques de montaña. La pareja había convencido a los agricultores de abandonar el monocultivo intensivo de té, que hacía estragos en el equilibrio ecológico, y dedicarse al jungle farming, el policultivo en montaña, en el que se cultivan diferentes productos con una combinación de producción y protección. Hay arboles de té, pero también hongos, castañas, cardamomo.
"La región estaba en riesgo, el monocultivo había destruido la diversidad y el microclima. Gracias a Josef, mi vida empezó a cambiar hace 15 años. Sólo las plantas pueden salvarnos y, si no tenemos esa caja de rescate, estamos perdidos. Lo hicimos poco a poco. No somos empresarios, no tenemos mucho dinero, pero nunca paramos de hacer cosas, y colectamos los granos según las estaciones. Cada especie debería quedarse en su lugar original", cuenta Li, que continúa hoy con el trabajo que empezaron juntos.
Para asegurarse el aprovisionamiento necesario para incluir la orquídea Oro en la fórmula, y teniendo en cuenta que esta especie necesitaba de un ambiente sofisticado (una selva con humedad, aire y luz específicos), Guerlain decidió asociarse a ese programa de protección ambiental. Desde 2007, más de 500.000 plantas de árboles fueron instaladas y 888.000 árboles jóvenes se desarrollaron espontáneamente desde 2011.
Las orquídeas son recolectadas en abril, se dejan secar y se envían a Ginebra, donde son procesadas. En Estrasburgo, la casa creó en 2000 el orquidearium para emprender la mejora de estas especies. Allí estudian una cincuentena de variedades, las testean y seleccionan las más rendidoras para reimplantarlas en su hábitat natural, en el corazón de Yunnan, donde podrán generar la materia prima necesaria para Guerlain.
Una década de vitalidad
Según un test realizado a 216 mujeres de entre 20 y 60 años, la fórmula a base de orquídea imperial (conocida como Extracto Molecular de Orquídea Imperial) se traduce en diez años de vitalidad.
Las cuatro especies utilizadas, entre las cuales está la Oro, contienen principios activos que inciden sobre el ADN, protegiéndolo; sobre el gen de la longevidad, estimulándolo, y sobre el proceso de regeneración, relanzándolo.
Como explica Li: "Las orquídeas tienen toda la información y eso da muchas respuestas. No sólo para usar como crema, es incluso mejor en infusión o en una sopa. Los chinos creemos en el yin y el yang. Cuando trabajamos mucho y estamos estresados, perdemos el yin. Las orquídeas ayudan a recuperarlo".

