Lo mejor de la semana de la moda de Nueva York

Nueva York.- La semana de la moda en Nueva York tuvo lugar, esta vez, en nueva locación: los Spring Studios en Tribeca. Además de este, hubo otros escenarios alrededor de Manhattan y Brooklyn, incluyendo desde museos, casa de té y fábricas abandonadas hasta cementerios. Pero, aparte de los espacios, lo que determinó la escena fue el clima, que acompañó con grandes variaciones. El gran evento fashion en Manhattan arrancó el jueves de la semana pasada con días soleados y temperaturas que alcanzaban los 35 grados, algo esperable considerando la época del año, ya que aún sigue el verano. Sin embargo, de un momento a otro, en lo que algunos dicen es un efecto del Huracán Florence, la semana pasó a estar dominada por la lluvia y cielos grises con temperaturas que bajaron hasta los 15 grados.

Las tormentas no fueron motivo de excusa para nadie y los shows siguieron su curso. Desfiles originalmente pensados para ser al aire libre continuaron de la misma manera, pero con una fiesta de paraguas en la que modelos e invitados debían usarlos para evitar mojarse, como fue el caso del desfile de Rodarte que se llevó a cabo en un cementerio del East Village neoyorquino. Eso sí, el trench sobre los vestidos se convirtió en una de las prendas infalibles de la moda callejera.

¿Qué hay de nuevo?

Esta temporada trajo muchas novedades y renovados aires festivos a la semana de la moda de Nueva York, un evento que viene sufriendo varios cambios en las últimas ediciones.

Más allá de la apertura oficial, como no podía ser de otra manera, Tom Ford se encargó de adelantar el calendario, abriendo la semana el día anterior con una gran noche de glamour inspirada en los años 70s entre brillos y animal print.

Marcó la agenda la vuelta de dos grandes firmas que estuvieron ausentes en Estados Unidos los últimos dos años por haber participado en la presentación de la alta costura parisina. Ellas son Rodarte y Proenza Schouler. Las hermanas Mulleavy (diseñadoras de Rodarte) presentaron una colección primaveral y a puro romanticismo, con prendas voluptuosas en vestidos de tul acompañado de tocados de flores XXL en la cabeza. Proenza Schouler, por su parte, mostró prendas amplias en denim como su textura principal acompañado de botas de caña alta con detalles fruncidos en los tobillos.

Respecto a las novedades en la grilla, debutaron de dos marcas icónicas de la historia de la moda como lo son Escada y Longchamp. Escada se presentó en la NYFW conmemorando sus 40 años, aludiendo a una colección de los años 80, con hombreras, cinturones de cadena, trajes satinados en diseños coloridos y casuales. Por su parte, Longchamp, festejó sus 70 años a puro flecos, con un look bohemio y con Kate Moss y Kendall Jenner (quien se bajó por un rato de las pasarelas esta temporada) como invitadas de lujo para su primera fila.

En su aniversario 50, Ralph Lauren, celebró con un gran show en el Central Park. Ralph Lauren tuvo una propuesta hippie de luxe, con prendas de patchwork que se mezclaban con vestidos de terciopelo, pantalones de cuero, sastrería superpuesta con estampados de estilo americano y tejidos rústicos.

Tiempo de estampas y colores

Luego del retiro de la directora de la marca que lleva su nombre, con mucha expectativa Carolina Herrera presentó su colección por primera vez bajo la dirección creativa del diseñador Wes Gordon, quien supo reflejar la identidad de la fundadora mostrando sus prendas más icónicas como sus camisas blancas, sus largos midi, sus siluetas A, los trajes de sastre y vestidos off-shoulder en prendas coloridas y florales dándole así su carácter de sofisticación y feminidad. Sin embargo, el toque personal de Gordon pudo verse en la presencia de mini faldas, aberturas laterales, crop tops o detalles de tul y botas bordadas, dándole así un aire de rejuvenecimiento a la marca.

Esta temporada Boss trajo la comodidad y el minimalismo a las pasarelas, mostrando una línea depurada, de tonos neutros en trajes desestructurados, sobre camisolas transparentes y vestidos de raso fluido. Ingo Wilts, quien debutó como Director Creativo de la firma alemana, presentó una colección mixta en la que tanto el hombre como la mujer vistieron notas deportivas y siluetas livianas. Las rayas fueron el único motivo que rompió los tonos lisos.

La mezcla de estampados y texturas, con el amarillo siendo protagonista, fueron una tendencia vista a lo largo de la semana. Alice and Olivia lo mostró en sus vestidos y faldas en una puesta en escena con modelos vivientes en Chelsea Piers.

Oscar de la Renta, con una inspiración de estilo marroquí y algo oriental, presentó vestidos asimétricos bordados de flores y faldas cruzadas tipo pareo. Por su parte, Michael Kors, con un espíritu veraniego, mostró el uso de punto tanto en faldas como en vestidos y pantalones, acompañado de camisas de estampas florales en colores estridentes. Jacobs, presentó un desfile casi de alta costura, evocando los años 80s con plumas, collares oversize y piezas con volados y volúmenes exagerados.

La paleta de color que dejó esta temporada fue de lo más variada, yendo desde los más pálidos y neutros, siguiendo por los pasteles, como se vió por ejemplo en el desfile de Mansur Gavriel y Tory Burch, hasta los más estridentes y colores fluo que fueron vistos en las colecciones de Jeremy Scott, Cushnie, Calvin Klein y Marc Jacobs.

Manifiestos en las pasarelas

En una ciudad que no se queda callada ante las injusticias sociales y en la que a cada rato pueden verse manifestaciones que tienen impacto mundial, este año la NYFW dijo presente manifestándose a su manera. De la mano de las nuevas tendencias sociales que tratan sobre la diversidad e inclusión, la NYFW puso en pasarela no sólo a las típicas modelos que acostumbramos ver, sino también a otras con características y capacidades diferentes.

No solo pudieron apreciarse modelos de diferentes curvas, sino que también se le abrió lugar a Mariana Ávila, la primera chica con síndrome de down que desfila en la semana de la moda de Nueva York. Mariana tiene 21 años, es Española y desfiló este sábado pasado con dos diferentes looks para la diseñadora Talisha White, demostrándole al mundo que no existen barreras que puedan tapar sueños.

Esta temporada algunas marcas fusionaron sus colecciones masculinas y femeninas y optaron por presentarlo bajo el mismo show, como fue el caso de Prabal Gurung. Además, otras marcas incluyeron modelos de tallas grandes.

Como no podía faltar, también hubo lugar para las manifestaciones políticas. Jeremy Scott mostró remeras con inscripciones tales como "paz" y "resiste", y en su saludo final de pasarela se dejó ver con una remera que hacía referencia al aborto, pidiéndole a la multitud que se manifestara en contra del juez Kavanaugh.El gran cierre para la semana de la moda de Nueva York este año estuvo en manos de Rihanna, quien destronó a Marc Jacobs quien generalmente es el encargado de hacer el gran finale, con la presentación de su línea de lencería Savage x Fenty.

El NYFW 2019 ya es historia, y como siempre ha dejado evidencia del talento en la industria, dejando un escenario prometedor para las próximas temporadas.