"No volvería a diseñar ropa"
Es de la camada de diseñadores egresados de la UBA de 2000, colaboró para varias firmas, tuvo su propia marca y cambió de rumbo. Desde hace tres años diseña para Ferraro y es parte de la transformación que vive la marca. Su desafío: innovar
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El local de la esquina de Azcuénaga y Santa Fe es el punto de encuentro para la entrevista. Recibe Eloísa Hospitaleche, que llega de lejos. Desde que diseña para Ferraro vive tres días en Capital y cuatro en Azul, y pese a que cada vez tiene más trabajo no negocia mudanza. "Azul es mi cable a tierra", repite. Entre clientas y zapatos por todas partes cuenta cómo hace camino al andar.
-De una carrera prometedora en indumentaria pasaste a diseñar zapatos. ¿Cómo llegaste a este nuevo rubro?
-Fue de casualidad, conocí a Fabián Ferraro hace unos años cuando le pedí que hiciera los zapatos para un desfile de mi marca. A partir de allí seguimos en contacto, entré en su fábrica a experimentar modelos, me enamoré de los zapatos y no paré.
-¿Costó la transición o te salió de taquito?
-¡Fue difícil!, me abrí camino sola. Cuando empecé no existía la imagen del diseñador dentro de las marcas y menos dentro de una fábrica. En general los zapatos estaban hechos por artesanos hombres y cuando caía con una idea que les parecía complicada tenía que desafiarlos para lograrla. Hoy, en Ferraro trabajo con un equipo de diseño, dibujo un modelo, voy a la fábrica, hacemos muestras y pruebas de uso hasta llegar al modelo aprobado.
-¿Extrañás hacer ropa?
-No, descubrí que me divierte mucho más hacer zapatos y carteras que ropa. Es totalmente distinto, tenés que pensar desde el taco, la plantilla y el forro hasta el cuero, la hebilla, todo. Experimentamos para crear herrajes, apliques, colores, estampas, ¡me encanta! Por eso pienso que ya no volvería a diseñar ropa.
-¿Cómo se fue gestando la nueva imagen de Ferraro?
-De a poco, con conceptos de colección y carta de colores para cada temporada, y una renovación en los locales y las campañas. Comenzamos a hacer más zapatos que se adaptan a los usos y hábitos de la mujer de hoy. Incluimos nuevos modelos, distintas alturas y combinaciones de color, manteniendo la sofisticación y elegancia que caracteriza a Ferraro desde hace 50 años. Hoy, una madre y su hija encuentran zapatos aquí porque cada vez las colecciones son más grandes. Empecé con 60 artículos y ya hacemos más de 140.
-¿Qué características tiene un Ferraro?
-Están confeccionados con cueros de primera clasificación en las capelladas, las telas sintéticas son palabra prohibida, y la mano de obra es artesanal para lograr una mayor funcionalidad y durabilidad, premisas que se siguen cumpliendo.
-¿Qué te inspira para diseñar?
-Además del color, que es mi sello, el vivir un tiempo en el interior me da la posibilidad de ver otras cosas. Recorro remates, compro antigüedades, estoy más relajada y abierta a ideas nuevas, allá se me ocurren cosas todo el tiempo.
-¿Se sigue usando el composé de cartera y zapato?
-Hay que jugar y divertirse. En Ferraro podés encontrar la cartera y el zapato en el mismo cuero si aún no podés romper con eso, pero para mí ya no se usa. Es más, para este invierno hicimos una cartera a rayas en varios colores que va con cualquier zapato. Si no estás muy uniformada.
INVIERNO RETRO

"Hay una mirada al pasado con cueros estampados con dibujos art déco, gamuzones, charol, tacos con transfers y combinaciones osadas como el suela y naranja con bordó y azul"

