Originales
Una muestra con trajes de antología
1 minuto de lectura'
El vestido de terciopelo negro bordeado de armiño, de Paquin, que lució Dolores Pacheco de Anchorena en 1930 en un baile en el Palacio Errázuriz, exhibido junto a un frac, integran la muestra Historias de moda -Trajes de época 1910-1937, abierta desde el sábado en el Museo Nacional de Arte Decorativo: evocan el esplendor que se vivió en estas salas. "La exposición fue planeada para revivir la moda de los años en los que la casa fue habitada por sus dueños originales -dice Carminne Dodero-, entre 1917 y 1937. Coleccionistas privados, algunos descendientes del matrimonio Errázuriz y el Museo del Traje aportaron los vestidos." Son modelos de todas las casas que fueron célebres entre las dos guerras: ilustran la evolución de la moda, en general, y los usos en un grupo social.
Veinticinco modelos, uno atribuido a Paul Poiret y otro a Lanvin, pertenecen a la colección del Museo del Traje, y Dodero destaca "el amor con que trabajan, por ejemplo, Susana Speroni, su directora, una enciclopedia viviente; Bárbara Brizzi, y María Rosa Iglesias. Tienen verdaderos tesoros y saben restaurarlos y conservarlos. Algunos expertos que han visitado museos en todo el mundo admiraron la forma en que lo hacen".
De colección
Se pueden ver dos vestidos de Poiret, uno de tarde y otro de fiesta, de esa línea fluida sobre el cuerpo con la que el francés barrió con polisones y corsets de la belle époque. Un vestido de chiffon con encaje y canutillos, de Doucet, mecenas y creador en París en los mismos años, que tuvo (como Paquin y Lanvin para hombres) sucursal en Buenos Aires. De Lelong, creador de la posguerra, un modelo de encaje y raso. Estos grandes nombres fueron desplazados por lo que define Susana Saulquin (en La moda en la Argentina ) como "una vía libre para todas las audacias, cuando en Francia la moda comienza a considerarse como un arte decorativo mayor, como lo prueba el catálogo de la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París en 1925: había nacido el art déco".
Elsa Schiaparelli trabajó en los años 30 con Dalí, Christian Bérard y Cocteau, y de su estilo de fusión entre el arte y la moda se puede ver una capa de terciopelo con paillette que forma un "Apolo de Versalles" (1938) y un vestido de paillettes, tul y terciopelo en azules ondulantes (1930). También están representadas las grandes innovadoras de los 20-30: un vestido de novia de Chanel, de raso marfil, muy simple (1926), y de Madeleine Vionnet, otro con tres capas de encaje (1923).
Un vestido negro de seda y encaje de Henriette, casa fundada aquí en 1918 por las hermanas Schwartz, representa a tantas mujeres que, llegadas de Europa, como comisionistas, cortadoras, modistas, bordadoras, sombrereras, fundadoras de casas legendarias, traían París a Buenos Aires y crearon escuela en todos los rubros. En el escritorio que fue de Matías Errázuriz, la exhibición de su traje oficial de embajador, de la Casa De Backer de París, remite a la historia de la casa. Cuando era secretario de la embajada de Chile en Buenos Aires conoció a Josefina de Alvear. Se casaron en Buenos Aires en 1897 y fueron padres de dos hijos. Cuando cumplía funciones diplomáticas en París comenzaron a proyectar esta casa, inaugurada en 1918. Desde 1937, se festejan setenta años, cumple una valiosa labor de difusión y educativa como museo nacional. Hasta el 11 de noviembre en la Avenida del Libertador 1902. De martes a domingo, de 14 a 19; entrada, $ 2; martes, entrada libre.

