Palermo, más moderno que viejo
Con más de treinta inauguraciones recientes, el tradicional barrio porteño sigue afianzando su gran oferta de diseño
Andamios en las veredas, carteles de alquilado, antiguas casas chorizo que se remodelan. Palermo, más moderno que viejo, es la gran vidriera de la moda. Durante un verano atípico abrieron más locales que nunca. Mientras en la mayoría de los barrios bajan las actividades y estrenos por las vacaciones, en Palermo el ritmo se aceleró: se diversificó la oferta y se multiplicaron las propuestas de diseño. Desde noviembre se inauguraron cerca de 30 locales de indumentaria, zapatos, accesorios y ropa para chicos.
Y no sólo los diseñadores emergentes buscan un lugar en el espacio fashion con más crecimiento del país, también apostaron sus fichas creadores reconocidos como Marcelo Senra, Vero Ivaldi, María Marta Facchinelli, Débora Di Stilio y Rodrigo Abarquero. Por su parte, Laura Valenzuela, Florencia Fiocca, Paz Alvarez Menéndez y Varanasi también abrieron, en otros barrios, casas nuevas durante el verano.
Gurruchaga y El Salvador son las calles donde se asientan "los mejores", según muchos diseñadores y habitués del SoHo porteño. Calificaciones y opiniones aparte, son las vías con más novedades. Hace unos meses fue Armenia, antes Gorriti. Y desde hace tres meses, las etiquetas Antique Denim, Veroivaldi, Objeto, Marcelo Senra, Nike I women, Riccardi y Six Feet lucen sus marquesinas en Gurruchaga y, a la vuelta, sobre El Salvador, María Marta Facchinelli, rodeada de nuevas marcas como Marcela Pagella, engamma, Pie de Pez y Chibel.
"Me gustaba la movida de Palermo y al dejar Paseo Alcorta decidí seguirles los pasos a mis amigos de Objeto (Débora Di Stilio y Rodrigo Abarquero)", comenta Marcelo Senra, desde Gurruchaga 1519. Para su primer local a la calle eligió una casa de 1000 m2 con jardín, espejo de agua y deck; un ambiente mediterráneo. Allí colgó su prêt-à-porter y accesorios; lo acompaña Manitas de Algodón, la etiqueta de su hermana Mónica, y sigue con novias, a medida. Y a una cuadra más está Objeto, que también saltó del multimarca a su primer local, con jardín e invernadero. "Apuntamos a un público más joven, dentro de la misma línea. Simplificamos, dejamos de lado telas más rústicas y ajustamos la moldería; no tanta fiesta, sino más ropa urbana", explica Rodrigo Abarquero. Promete un invierno distinto, que mostrará de a poco. "El local funciona bien, aunque ésta no es una zona tan comercial como de diseño. Cada vez hay más marcas para repartirse en un mismo mercado."
En Gurruchaga (1585) también está Vero Ivaldi, que se instaló a principios de este mes. "Colgué pretemporada (otoño) con denim, sastrería y fiesta. El alto invierno estará listo para llevar después de la Fashion Buenos Aires", anuncia.
Vicki Otero hace tiempo que eligió Palermo. Buscaba una casa grande y la encontró en Fitz Roy 1714. "Quería una casa que no tuviera aspecto de local. La reciclé y adapté un espacio para mi estudio", cuenta, mientras trabaja en su invierno que incluirá una sastrería bastante masculina en tonos oscuros; muchos tapados, prendas con trabajo de metales, botas-sandalias y zapatos.
Propuestas personales
"Cada semana algo nuevo", aseguran las hermanas Anabella y María Sol Mirabel, de Amor Latino (Gorriti 4919), una etiqueta de ropa interior no convencional, colorida, con corsets, puntillas, encaje, volados, elásticos y bordados en prendas con buena terminación. Innovan con estampados, brillos, texturas para "desestructurar". Propone "distintos estilos para cada ocasión: un animal print especial o un diseño de algodón, según el estado de ánimo".
Araca Corazón empezó al revés. Nació en España y se mudó al SoHo porteño. Sus creadores, Silvina Ocampo y Martín Núñez, dicen que "Palermo no tiene nada que envidiar a El Borne de Barcelona o al SoHo de Nueva York. Este es un lugar de posicionamiento, no tanto para ganar dinero como imagen. Tenés que estar para ver qué fidelidad logramos con nuestra propuesta". ¿Qué ofrecen? "Ropa con detalles trabajados: remeras de poplin con estampados internos; así se mezclan texturas, por ejemplo; también, jeans pespunteados, camisas con botones a contratono, "ropa para mí y para los que quieran", invita Núñez.
Antique Denim es "una marca de jeanswear retro", dice Alicia Mendivé, su creadora. Está colgada en una casa de 1930, con muebles de época y vidrieras temáticas. Pone el acento en los pantalones y ofrece distintos looks; casual, con tratamiento de sastrería, procesos de lavado y moldería no tradicional, incluye accesorios y zapatillas de cuero. Y con prendas de lana y algodón tratados como jean. "Es para un dandy urbano, y la mujer es un revival de los años 50."
Palermo reúne viejas casas recicladas, que se transforman en espacios de diseño. Casa Sana (Thames 1484) es "un lugar para estar como en casa. Por eso un living, con sillones y ropero eran imprescindibles", cuentan Julieta Sanna, Fernanda Navas y Carla Ivaldi. La primera, con su etiqueta Julisanna, y las otras, con Bianima. Tienen lugar para todo: un mural de arte, salón para probadores, otro de corte, moldería y confección, y hasta una "salita para pensar". Julisanna ofrece una lectura diferente de la moda japonesa y experimentos con textiles, pocos colores engamados y muchas polleras, "mi debilidad". Bianima también estrena colección de ropa urbana, "entre minimalista y futurista", con prendas encimadas y sueltas, y jeanería.
Otras firmas con casas nuevas
Ffiocca pasó de su taller a un local en el mismo edificio, en el llamado Pasillo de Cabello, al 3650 de esta calle. Una casa chorizo en las inmediaciones del Botánico, donde se fueron instalando diseñadores (Carolina Forn y su Cultura Maternal; los zapatos y accesorios de Sofí Martiré, y la ropa blanca de Ramos Generales) que lo convirtieron en un rincón de diseño. "Me gusta este espacio. Es una casa agradable, de ambiente intimista, para darse una vuelta y ver diseño", dice Florencia Fiocca. Los animales marinos conviven con sus flores, los temas de su próximo invierno y actual verano. Acaba de colgar la colección con texturas y estampas que refieren a moluscos y su mundo marino, con pliegues, mucho cuero fragmentado en colores neutros, incorpora gris y plateado. Mantiene un perchero con cuero, su fuerte, y carteras de colores.
Después de mucho andar, Laura Valenzuela se decidió por Recoleta y hacia fines de marzo se instala con Percanta, su nueva etiqueta, en Ayacucho 2137. Dedicada a preparar su local, no a un desfile de temporada, Valenzuela ofrece una propuesta más completa, con transparencias, ligas, broches corseteros y escotes. Ampliará su línea de ropa interior y ofrecerá otra de ropa urbana, "con toques retro, un dejo art nouveau --define--. La colección incluirá tejido de punto; sastrería con vestidos y polleras que no serán piezas únicas y, además, zapatos y botas".
Paz Alvarez Menéndez también prefirió Recoleta, "porque mis clientas son de esta zona". No es una marca nueva, sino recién salida a la calle. "Comencé con vestuario teatral, histórico y para danza, y derivó en novias; será que tienen que ver con el vestuario personal. Mantengo mi showroom para ellas y además tengo este local (Juncal 1249) con ropa romántica, de corte clásico, en la que juego con texturas y colores. Trabajo con fibras naturales, me gusta mucho el brillo, las flores y los bordados con la misma tela, el crochet y el macramé; cada prenda tiene su detalle, como caireles o cintas de seda tejidas. La apertura del local fue resultado de la demanda de las clientas y superó mis expectativas."
Zapatos y accesorios artesanales
Cintia Bonino y Verónica Izaguirre recuerdan que había una vez una vaca... Es que al principio pensaron en prendas de cuero, de ahí su nombre, mú accesorios, pero el mercado les marcó otro rumbo. Siempre en Palermo, dejaron el showroom y salieron a la calle. Hacen carteras, bolsos, billeteras, cinturones y zapatillas en materiales sintéticos: cuerina, tela de zapatillas, lonas estampadas, charol, con onda informal y deportiva; sus colores institucionales, el naranja y el blanco. Trabajan su marca y también hacen productos terminados para otras. Su espacio incluye un taller, aula (para sus cursos de diseño de carteras) y salón de venta.
En accesorios hay más nuevos, media docena. Entre ellos, los zapatos bien femeninos, hechos a mano, de Josefina Ferroni. "Son urbanos, incluyen zapatos-zapatillas, de cuero con suela e interior de zapatilla, modelos de ballerina, otros con brillos y cadenas para la noche y una línea de botas de lluvia de charol, vinilo o telas impermeables con suela de goma. Innovo con zapatos de cuero con apliques de resina y trabajo a medida." A los zapatos se suman carteras de cuero con aplicaciones de pinturas resinadas, riñoneras con grandes bolsillos, carteras manos libres que se atan y se usan de diferente manera, hasta como morral. También hay para ellos, zapatos con muchos recortes y en cuero de color.
Vivi Cueva volvió al ruedo. La crisis la obligó a cerrar su local de Belgrano y ahora abrió otro en Thames 1789. Lo suyo es ropa urbana, "para vestir todos los días, para oficinistas modernas, nada de tailleurs", dice. Vanesa Do Carmo estaba interesada en tener "una buena vidriera", por eso buscó un lugar en Palermo y lo encontró en Pasaje Santa Rosa 4909. Ella es la diseñadora de Aisha, una nueva marca de accesorios. Ofrece zapatos y carteras de cuero y tela, acompañados de bijou y chalinas, entre otros.