Premio MAD 2017

Hacer del museo una joya que se multiplique en manos de creativos, la iniciativa de la nueva edición de Premio Moda, Arte y Diseño (MAD) que ya se inauguró y permanecerá abierta al público hasta el 3 de septiembre.

La convocatoria, especialmente curada por la diseñadora Vicky Salías, reunió a doce joyeros contemporáneos y diseñadores consagrados que elijeron y tutoraron el trabajo de doce noveles creadores. Son piezas de diseño inspiradas en esta casa de las artes decorativas, que este año cumple 80 años. El ganador y las menciones del concurso se definen a fines de agosto.

Duplas creativas

Fernanda Sibilia + Florentina Rodríguez Traverso

Escayola. Los espejos y vidrios del museo fueron el disparador del trabajo de Florentina Rodríguez Traverso que recreó la interacción de texturas y formas del edificio y eligió un material que de por sí habla del museo, el yeso que se ve en molduras, estucos y escayolas del palacio y lo contrastó con cobre, para un brazalete, anillo y colgante.

Combinaciones alquimistas audaces, la de Fernanda Sibilia, una creativa que siempre investiga y genera nuevas técnicas. Creó una escala cromática y la trabajó sobre bronce, cobre y alpaca, con patinados, oxidados y otros tratamientos, vistos en objetos de deco, collar, brazalete y aros.

Leticia Churba + Elisa Zorraquín

Ideas vivas. Para Elisa Zorraquín el museo está vivo porque inspira y da lugar a nuevas creaciones. Lo suyo es una composición en la que mezcla materiales antiguos, como bronce y tela bordada, con otros más modernos, como acrílico y mostacillas, a través de fundición en cera, bordado y corte a láser en una serie de piezas coloridas, como un tocado, broche y aros.

Trópico. La propuesta de Leticia Churba y de Perfectos Dragones que adelanta su colección de primavera verano 17/18 en piezas de acrílico de color y soga que representan el movimiento de las plumas de las aves, esas que bien pueden recorrer el parque de este edificio ecléctico francés.

María Medici + María Laura Egea

(Poli)Péras. El ingreso circular tangente al edificio fue reinterpretado por Laura Egea en un objeto esfera en plata 925 que se abre en dos mitades y guarda trece elementos, entre tensores y ganchos, que permiten convertir esta pieza en anillo, colgante y broche.

Urbano. Esta colección de María Medici es una recreación de los planos de diferentes ciudades: Buenos Aires, Madrid, París, Argelia y Bilbao, y los lleva a una estructura de alpaca y malla tejida con hilos metálicos en un collar, gargantilla y brazalete de líneas orgánicas e irregulares.

Marina Massone + María Florencia Dato y Lucía Paz Bergami

Cercanías. Los retratos en miniatura que se advierten tras una recorrida por el museo inspiraron a Florencia Dato y Lucía Bergami a crear otras piezas más cercanas, más a mano, resultado de un trabajo de opuestos y encastre para broches y su soporte complementario, en yeso, alpaca, resina, caucho y cemento.

Panal, Mar y Bosque. Una pieza de cada una de estas colecciones de Marina Massone, con elementos modulares que se entrelazan y forman estructuras con curvas y volúmenes que se mueven sobre el cuerpo. Láminas que se pliegan, hilos que se curvan, y resina con inclusiones de papel que se modela para tres megacollares únicos.

Jorge Castañón + María Agustina Cebey

Kintsugi o El encanto de lo imperfecto. Con esta técnica de reparación japonesa, Agustina Cebey recuperó textiles, remanentes de hilo, residuos inorgánicos, objetos encontrados para realizar un peto y tocado textil en color negro con detalles de grullas y ornamentos.

La vida toda entera y Cuánto pesa la ausencia. Dos piezas en madera recuperada por Jorge Castañón para expresar sentimientos que revelan mínimas historias a través de construcciones en madera de antiguos barcos o residuos de talas, otras abandonadas en aserraderos o pisoteadas en la calle.

Fabiana Gadano + Rosaura Flynn

Exquisito. Colección de broches diseñados por Rosaura Flynn a partir de una mirada sobre el mobiliario y la arquitectura que hace foco en detalles y se materializan en pequeñas piezas escultóricas en madera, bronce y acrílico, realizadas mediante procesos de marquetería, torneado y electroerosión.

Ciudades. Hacer del plástico PET piezas de joyería es el trabajo que realiza Fabiana Gadano y logra exhibir en museos, ahora en MAD con elementos de su proceso creativo, que resulta en una colección en la que trabaja este material en capas que reconstruyen y montan la idea de dar una segunda oportunidad.

Tota Reciclados + Luciana Viedma

Selvática textil. Luciana Viedma buscó deconstruir y cruzar la exhuberancia de la naturaleza de su Oberá natal con la ornamentación que se destaca a cada paso del museo, y partió de la calabaza habitual para el mate y aplicó una técnica textil, cual brote súper colorido que florece y explota.

Backside y Bariloche. Dos piezas de Valeria Hasse y Valeria Muñiz, las creadoras de Tota Reciclados. Un ensamble de objetos encontrados que recicla y recombina en favor de una composición siempre llamativa y colorida.

Celedonio Lohidoy + Agustina Alcorta

Lo que pasa entre las formas. Las molduras, la carpintería y fallebas del museo llamaron la atención de Agustina Alcorta, que decidió jugar con planos y simetrías y construir piezas con superposiciones, efectos ópticos y contrastes de luz para megacollares barrocos en plata avejentada.

Para llevar como talismán, dice Celedonio Lohidoy, que transformó y llevó de manera literal las arañas de los salones a la naturaleza de flores y arañas e hizo de esta representación piezas orgánicas de un barroco simplificado, para un collar, aros y pins en plata avejentada y cuarzo.

Marina Molinelli Wells + Sofía López Ambrosini

Doxa. El estilo neoclásico y barroco de la fachada y arcos hicieron que Sofía Ambrosini prefiera las maderas de paraíso y guatambú, que manipuló hasta lograr llevarlas al cuerpo a partir de un singular estudio del nudo, y las combinó con lino.

Juicio. Marina Molinelli Wells reedita su colección Juicio, un trabajo que realizó con Celina Saubidet, ambas mentoras de Cabinet Óseo, a partir de muelas de juicio convertidas en piezas escultóricas en bronce y alpaca para una gargantilla y un colgante.

Nadine Zlotogora + Sabrina López

1905. El terciopelo del vestido, el encaje de las mangas y la ornamentación de la silla en la que se sentó Josefina Alvear de Errazuriz –dueña de la residencia, hoy museo–, al ser retratada en 1905, son los elementos que se ven en las piezas de Sabrina López. Se inspiró en esa apasionada por el arte para realizar sus piezas, una composición cargada de detalles.

Vivero textil. Objetos o partes de prendas en constante transformación y evolución, que hoy son un complemento que se enreda en el cuerpo. Las piezas de Nadine Zlotogora en lana, algodón y vivos, teñidos, bordados y afieltrados.

Martín Churba + Juan Pablo Mario

Meta. Necesitamos reinventar el plástico con que convivimos a diario y hasta poder convertirlo en una pieza de museo. Y con esta meta, Juan Pablo Mario resignificó este sintético con una exploración morfológica que se aleja de definiciones establecidas.

Elastic. Desde Tramando, Martín Churba siempre gestiona de una manera artística muy especial los materiales con que crea sus accesorios. Y también lo hizo para lograr los petos realizados con mallas ornamentales que exhibe en MAD.

Marcelo Senra + Axel Hernán Mazzeo

Hoja de lana. El museo tiene mucho trabajo hecho a mano, por eso Axel Mazzeo pensó en piezas en las que también pudiera elaborar a mano. Optó por el fieltro de lana merino para cuellos que se llevan con colgantes en metales, sobre todo, cobre.

Marcelo Senra no deja de hacer prevalecer lo artesanal y autóctono, y lo lleva a un prêt-à-porter urbano. Esta vez combina capullos de seda natural, telas montadas en telar, lana de oveja y vicuña, rafia, papel, alpaca, plata y su habitual y favorito chaguar.

Detalles de una muestra joyera única, que aún resta por definir pero que en tanto se puede recorrer y descubrir en Avda. del Libertador 1902, Recoleta. "Con estos trabajos únicos, de autores talentosos, buscamos reconocer y promover la creatividad del diseño argentino alentando su desarrollo sustentable, dice el arquitecto Martín Marcos, director del Museo de Arte Decorativo.