Reina el barroco

"María Antonieta, la reina más vanidosa y gastadora de Francia, hace poco más de dos siglos condenada a muerte, vuelve a ser aclamada en París y en el resto del mundo. Es que en los últimos meses se convirtió en la reina indiscutida de las pasarelas de las capitales de la moda. Su silueta encorsetada, en una escenografía lujuriosa, se reproduce en campañas gráficas europeas, colecciones y estilismos en desfiles, lo que le da un nuevo sinónimo al lujo, esta vez con una estética barroca. Tendencia que pronto llegará a Buenos Aires.

El resurgimiento de Su Majestad, claro está, se vincula con uno de los últimos estrenos de la pantalla grande: María Antonieta, la reina adolescente , film de Sofia Coppola, que llegará a nuestras salas el mes próximo. La película no contó con la mejor crítica internacional -la abuchearon en Cannes-; sin embargo, el mundo de la moda se rindió a sus pies y revolucionó las pasarelas.

Inspiración real

Realmente se gestó una movida en honor de la reina. Al vestuario de la película, a cargo de la italiana Milena Canonero, y la colección de zapatos que se encargó a Manolo Blahnik, que estudió los modelos del siglo XVIII en París, se suma un perfume lanzado por el Palacio de Versalles que alguna vez usó la reina, reinterpretado por el nariz francés Francis Kurkdjian. De aroma floral, su precio es 350 euros por 35 cl. Se vende por encargo jeanfrancois.quemin@chateauversailles.fr

Kirsten Dunst, que encarna a la reina, posó encorsetada para la revista Vogue en los salones de Versalles con diseños de las casas de alta costura en versión segundo milenio. Llevó un romántico vestido de Chanel Haute Couture, con moños y rosetas de tul; otro de Oscar de la Renta, de taffeta china; uno muy teatral, de gran cola, de John Galliano para Dior confeccionado en lámina de aluminio cubierto de organza. Y se suman Balenciaga, Rochas... Todos especialmente diseñados para esa producción.

Entre las gráficas que ilustran mejor esta tendencia figura Dolce &Gabbana: se observa un hombre de peluca blanca que con una mano toma del cuello a una mujer enfundada en un vestido borgoña, y con la otra empuña un cuchillo. Más que elocuente la inspiración de la dupla italiana, que en pasarela dio cátedra de corsetería. En resumen, más de un diseñador adhirió a esta movida: John Galliano, Alexander McQueen, Ellie Saab, Christian Lacroix, Chanel, por ejemplo.

En las colecciones, junto con los corsets desbocados mandan las formas estructuradas, los brocatos (también telas de tapicería), los tejidos en hilos dorados, las pieles, los grandes volúmenes, las mangas abullonadas, los volados. Todo cargado con ornamentos bien rococó. Por otra parte, las referencias al estilo del siglo XVIII también se extienden al período napoleónico, con los botones, la pasamanería dorada, los jabots, reinterpretados por Ralph Lauren, Gaultier, Givenchy, Chanel y otros.

Extravagancias de ayer

• Polémica ante todo, la austríaca María Antonieta fue al principio aplaudida, aunque después cuestionada por sus despilfarros, frivolidad y escándalos. Lo cierto es que durante su reinado, que comenzó tempranamente, a los 19 años, junto a Luis XVI, fue una de las soberanas mejor vestidas de la historia. No en vano gastaba fortunas para que así fuera: encargaba fastuosos vestidos y peinados soberbios que le valieron el mote de Madame Déficit. Su modista era Rose Bertin, desde su tienda taller de París el Gran Mongol, en la rue Saint-Honoré. Hacía vestidos, sombreros y "piezas de confección", como grandes capas, sombreros con plumas o flores, lazos, pañuelos de seda, cinturones, chinelas bordadas, por ejemplo. Bertin viajaba dos veces por semana al palacio, y llegó a ser llamada con cierto desprecio ministra de la moda por sus pretensiones, lo que engrosó las cuentas de la reina. María Antonieta también desoía los consejos de su madre, María Teresa de Habsburgo, emperatriz de Austria y Hungría, que le sugería que fuera sencilla. No obstante, fue la primera en llevar lo último de lo último, como los poufs temáticos lanzados en 1774 por Bertin, que se llevaban sobre un imponente montículo de pelo, y como un andamiaje de gasa, incluían toda clase de adornos: flores, frutos, vegetales, pájaros. Hasta sostenían escenarios teatrales, ruinas o barcos en miniatura.

Versión local

Laurencio Adot

Algo voy a incorporar de María Antonieta, especialmente para el cóctel. No es ni el corset rígido ni el pollerón armado. Son vestidos que llevan corset interno, corpiños armados, talle princesa, todo con un dejo de la época de Luis XVI, igual que las telas. Uso taffeta, rasos, brocatos. Colores: plata, oro, negro, borgoña, verde esmeralda y acero. Es un nuevo lujo para las que aman la moda, como lo hizo María Antonieta. Por otra parte, ya vi la película en DVD y me encantó. Especialmente la visión que Sofía Coppola tiene de la moda. Muero por vestirla."

Rita López Sarmiento, Chez Rita

"Voy a seguir la tendencia porque desde siempre me gustó el corset. Esta versión no la voy a hacer tan entallada como para asfixiarse, pero sí voy a incorporar todos los detalles: cintas, terciopelo, encaje. Hasta la cadera voy a hacer un estilo bien María Antonieta, pero la pollera va a ser más fluida, moderna. ¿Las telas? Terciopelo, satén, raso y encaje, con mucho negro, verde oliva, peltre, plata, dorado y bordó."

María Pryor

"Si bien no hago referencia específicamente al estilo María Antonieta, ya que es rococó, encuentro su personalidad inspiradora, en cuanto su exquisitez, su lujo desmedido. Hasta su perversión es atrapante, con todo su aire de arrogancia que puede llevar a una mujer al extremo frívolo de ese entonces, pero puesto hoy en día. Tomo un poco del espíritu en general de la época, cargado de femineidad, de artificios, sensualidad, porque lo que más me gusta es rescatar lo femenino. En cuanto a tipologías, hay una fuerte identificación con la corsetería y, por supuesto, las robemanteaux , prendas fuertemente femeninas y representativas.

Por Gabriela Cicero

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