Señorita 60 o Miss Sixty, sello jeanero con filosofía propia
Por Catalina Lanús
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NUEVA YORK (Especial).- Wichy Hassan, creador de la marca jeanera italiana Miss Sixty, está en plena acción. Desfile (su primera presentación en Nueva York, apertura de la Olympus Fashion Week), fiesta y dos días con 30 entrevistas con medios de varios países. No para.
En 1989 imaginó una marca donde el denim y la moda convivieran en un mundo sin fronteras. Y lo logró. Bajo el sello Miss Sixty (Señorita 60) customizó el básico más básico con buenos cortes, lavados, botones, costuras... Y así llegó a cotizar un par de jeans a un promedio de 170 dólares (el más caro cuesta 450 euros). El precio de tener en su gráfica (o al cierre de su desfile), por ejemplo, a la actriz italiana Asia Argento fotografiada por Jean Baptiste Mondino y de vender un básico marquero y con estilo.
Con el tiempo y la colaboración de Renato Rossi creó un emporio de marcas jeaneras, zapatos y accesorios (entre otras, Energie, Killah, Sixty, Murphy&Nye y RefrigiWear). En total, Sixty SpA -nombre del grupo- cuenta con 7000 puntos de venta (200 tiendas propias) distribuidas en más de 90 países. En la Argentina, con dos locales (Unicenter y Alto Palermo) filiales desde 2004.
Sin dudas, Miss Sixty es el sello estrella y su invierno 2006/2007 tiene pasarela en el downtown, en Capitale, un ex banco americano, muy señorial, con techos altísimos y piso de mármol. Imposible no imaginarse una jornada bancaria, con transacciones y negocios contantes y sonantes. Esta vez hay pasarela y circulan modelos con diseños (también contantes y sonantes: en 2005 el grupo facturó 680 millones de euros), inspirados en los años 70. En primera fila, Kelly Rowland, Nelly Furtado, Mira Sorvino y otras stars que aplauden a la casa italiana.
Jeans/chupines con botas encima, bermudas, tops, suéteres, polleras de tul con lentejuelas, boleros, medias bucaneras, denim y piel, cuero y arandelas, enteros de denim... Entre glam y grunge. Chicas que parecen vestidas como para tirarse en paracaídas o para ira a la fiesta más rocker. "La Olympus Fashion Week es el lugar ideal para nosotros, el matrimonio perfecto entre la sensibilidad europea y la espontaneidad americana", dice Hassan.
Diez minutos
Rodeado de colaboradores, recibe en su store del SoHo, en el 400 de West Broadway, a la noche, después de una maratón de entrevistas y de haber bajado, el día anterior, el telón de su fashion-show. Hassan está cansado, pero saca de la galera "cinco minutos" (serán diez) y se dispone a contestar.
-¿Cómo se define? ¿Diseñador, empresario...?
-Me podría definir como un hombre al que le gusta vestir muñecas y encontrar soluciones, diferentes maneras de vestirlas. Alguien a quien no le gusta seguir un molde. Siempre busco nuevas ideas y conceptos.
-Mucha gente dice que el jeans es la prenda más democrática que hay...
-No es cierto. Creo que es democrática porque es de un color, azul, y es azul para todo el mundo. Pero desde el precio ya no creo que sea una prenda tan democrática. Hay diferentes cortes, estilos y cada jeans es diferente y cuenta una historia distinta.
-¿De dónde viene el nombre Miss Sixty?
-Nació cuando todo el mundo hacía colecciones unisex. Empecé porque quería hacer una colección femenina, sólo para mujeres, para adaptarse a su silueta. Una marca diferenciada y con mucho diseño. De ahí, lo de señorita.
-Sus colecciones siempre tienen un aire de los años 70...
-Sí, es una década que siempre está presente en Miss Sixty. En esta colección hay mucho del punky, de rock´n roll, también de los 70.
-¿La pregunta que más le gustó de las 30 notas que tuvo?
-Alguien me preguntó a qué persona me hubiese gustado tener en mi fashion show... Me hubiese gustado tener a John Lennon, porque hizo las mejores canciones y porque fue un hombre revolucionario, que hizo una de las mejores partes de la historia de la música... Influyó mucho en mi vida y en mi manera de hacer las cosas. La música siempre está cuando diseño.
-¿Qué es lo más difícil en el fashion business?
-Hacerle entender a muchas personas que fashion es cambio. Muchas veces la gente quiere que hagas siempre lo mismo. Y hay mercados que te piden lo mismo, porque cuando ven el éxito de algo quieren repetirlo hasta el cansancio. Para mí lo más importante es el cambio, buscar siempre algo nuevo... Me pasa con los retail stores, que no entienden que hay que cambiar.
-¿Los cambios son tan rápidos como en los años 90?
-Hay un pequeño segmento que cambia más rápido. Creo que hoy la moda está yendo a mil por hora.
-¿Qué sabe de la Argentina?
-Fui por dos días. Hay gente muy trendy. Me comí un bife.

