El nuevo método K: la calesita; pesada hipoteca, humo blanco
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Carta de la semana
El nuevo método K: la calesita
Tradicionalmente los gobiernos kirchneristas cuando removían algún ministro o funcionario de alto nivel del Poder Ejecutivo estos eran premiados a través del “método exterior”, consistente en enviarlos a una embajada bien ubicada en el mundo o a algún organismo multilateral con excelentes sedes. En la actualidad, a partir de este nuevos cambios de gabinete, han creado los premios del “método calesita”, consistente en pasarlos de un puesto a otro dentro del mismo gobierno o algún organismo del Estado. Eso sí, si te habían designado para que estuvieras montado en un “caballito sube y baja”, te pasan a un lugar en la carroza o el autito, sentados de a dos o de a cuatro con otras víctimas de los cambios, que no son tan divertidos ya que no te permiten llegar a tomar la sortija para ganar otra vuelta gratis. Eso queda para los nuevos ministros y funcionarios.
Pedro D. Labaqui
DNI 4.402.161
Pesada hipoteca
De acuerdo con los acontecimientos que estamos viendo en estos días, en que vemos a un presidente totalmente desorientado, que nombra una ministra y a los 24 días la saca, nombra otro ministro y lo saca a los 44 días, claramente estamos ante la presencia de un desgobierno. Al que no conoce el rumbo no hay viento que lo lleve. Mientras este presidente sea manejado por la vicepresidenta de manera vergonzosa y humillante, cual marioneta, no creo que seamos un país confiable para ningún tipo de inversión, con esta inseguridad jurídica en todos sus aspectos. Es muy probable que la vicepresidenta esté pasando factura a Alberto Fernández y a Sergio Massa, por ser sus mayores críticos, para que paguen el costo político del fracaso económico. El problema es que su desgobierno nos afecta a todos, e hipoteca a las generaciones venideras.
Roberto Jorge Billinghurst
robertojbill@hotmail.com
Humo blanco
Finalmente, y después de las desprolijidades que caracterizan a un gobierno timorato sin rumbo, el humo blanco surgió de la Casa Rosada. Reemplazaron a la señora Batakis, que duró 24 días en el cargo, con un papelón internacional pocas veces visto. ¿La diosa Atenea bendijo a un superministro de Economía, Sergio Massa?
Habemus minister, non habemus futurum.
Pedro C. Matteucci
DNI 5.506.508
Mensaje insultante a Brasil
Gente indigna nos gobierna. Sus mezquinos intereses personales prevalecen en sus decisiones invirtiendo el famoso apotegma de Perón: primero yo y mi familia, luego mi organización (partido, sindicato, ONG) y por último la patria.
Empezaremos por el “regreso de Daniel Scioli a Brasil”. Puede parecer algo pueril, pero las relaciones internacionales son la principal función de la política de un Estado. Y nuestras relaciones con Brasil son de máxima prioridad e importancia, los destinos de ambas naciones están indisolublemente unidos. En estas circunstancias el regreso de Scioli a Brasil como embajador es casi insultante. El mensaje implícito que se les envía a nuestros principales socios del Mercosur es como decirles: renunció a la embajada para prestar un “servicio de mayor importancia” como ministro. Ante el fracaso en esa tarea, vuelvo a la embajada de Brasil (un premio consuelo o una compra de silencio). Supongo que el presidente Alberto Fernández debe haber evaluado que la condición de casi indigente del pobre Daniel requería de un cargo, o que se lo quería compensar por el disgusto y la manipulación derivados de tanta improvisación y vacilaciones. ¿Pero acaso no hay otras embajadas u otras compensaciones? ¿Tan baja consideración tienen por el Brasil? Si la embajada estuvo vacante 18 meses, ¿no es mejor mantenerla así o mandar a un profesional?
La decadencia ética y moral de nuestra sociedad se expresa en la suma de episodios de este tipo, de los cuales el señalado es un botón de muestra. El Senado debería intervenir retirando la conformidad que le dio a Daniel Scioli para ser embajador en Brasil, la prensa debería prestar más atención a estos manoseos a la dignidad de la República porque el común de los ciudadanos no tiene por qué conocer las implicancias secundarias de los parches que se usan para corregir crisis provocadas por la ineptitud del Presidente y la voracidad de poder de quienes son sus aliados.
Emilio Perina Konstantinovsky
DNI 11.959.889
La sociedad indolente
La semana pasada estaba hablando con mi amiga Marta, jubilada, recién operada de la rodilla, en su casa de barrio Agote, de Rosario. Martita –para los vecinos– me contaba que como parte de su recuperación tenía que salir a caminar y que lo hacía con miedo. Sí, miedo. Cada vez que tenía que salir la embargaba una sensación de desprotección y desasosiego que la paralizaba. La famosa sensación de inseguridad. En nuestra ciudad somos muchos los que, como Martita, salimos con miedo. Sabemos a qué hora nos vamos, pero no tenemos la certeza de poder regresar a nuestros hogares. Claudia pensó que acompañaba a su hija Virginia a tomar el colectivo y volvía. Joaquín fue a guardar el auto y no regresó. El Oso acompañaba a su papá a hacerse diálisis. Luciano fue a dar una vuelta en moto con su novia. Rocío retornaba a su casa después de una fiesta… Y tantos otros rosarinos que fueron asesinados realizando actividades cotidianas. Lejos de ser solo ajustes de cuentas, ahora todos caminamos intranquilos por la calle, no podemos salir de casa sintiéndonos seguros y aprendimos a modificar recorridos y hábitos que mantuvimos durante años buscando esa sensación de seguridad. Nos acostumbramos a pedir justicia, a marchar codo a codo para hacer aún más notoria la impotencia que sentimos ante los hechos que se suceden día a día, a acompañarnos en el dolor y a resignarnos pensando que por lo menos no nos tocó a nosotros… Mientras tanto nos tenemos que volver insensibles al sufrimiento ajeno para poder lograr salir de casa. Y aun así hay veces en las que tampoco nos podemos sentir seguros en nuestros hogares. Pero la pregunta es: ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo vamos a esperar que los políticos tomen cartas en el asunto? ¿Hasta cuándo nos vamos a conformar con la buena voluntad, dejando de lado la inacción de los que nos tendrían que cuidar? ¿Hasta cuándo vamos a seguir avalando la falta de idoneidad de nuestros gobernantes? ¿Hasta cuándo vamos a seguir marchando pidiendo prevención y justicia? ¿Hasta cuándo vamos a agradecer que “no me pasó”?
Muchas preguntas, pocas respuestas, mientras la situación se vuelve insostenible. No queremos ser descartables. Queremos y necesitamos que nos cuiden. Queremos simplemente vivir.
María Cecilia Ríos
DNI 28.968.224
Atención médica en River
El jueves 21 del corriente asistí al estadio del Club Atlético River Plate, del cual soy simpatizante y socio, para ver el partido con Gimnasia y Esgrima de La Plata. Ya ubicado en la platea San Martín alta, y media hora antes de que entraran los equipos a la cancha, sentí un fuerte dolor en el pecho a la altura del corazón. Me dirigí caminando a la enfermería, situada en la misma bandeja, acompañado por personal de seguridad. La atención allí fue inmediata, absolutamente profesional, cordialísima y expeditiva. No pudieron bajar mi presión arterial con medicación, por lo cual la médica a cargo decidió derivarme a un centro de atención de mi obra social. Ocho personas del club me cargaron en una tabla de inmovilización espinal –camilla rígida de madera–, me bajaron un piso por escaleras, preguntándome a cada minuto cómo me sentía, y luego por ascensor hasta la planta baja, donde ya me esperaba una ambulancia, que me trasladó hasta el centro asistencial. Allí, luego de estabilizarme, al día siguiente me practicaron una angioplastia y me colocaron dos stents en una arteria, donde encontraron un trombo que obstruía la circulación del flujo sanguíneo: había sufrido un infarto agudo de miocardio. La atención en River fue sencillamente impecable y tuvo, gracias a Dios y a los profesionales de la salud, un final feliz. Yo ya estoy en mi casa, recuperado, y además River ganó merecidamente esa noche.
José D’Angelo
DNI 12.258.460
Amancio Williams
El lunes 25 de julio, la nacion reprodujo un artículo de The Wall Street Journal sobre un proyecto del gobierno saudita llamado Mirror Line, a construirse en el noroeste de la península arábiga. El artículo tiene una informada y detallada descripción del plan saudita, mencionando autores, asesores y gestores, y cita como primer antecedente histórico el proyecto del español Soria y Mata para construir la que llamó Ciudad Lineal, iniciado en 1882, que suponía empezar por unir Madrid con Cádiz, prolongándose luego en el futuro. Como es habitual, preceden al texto un título sintético y un copete, resumen del tema. Por ser la nacion un diario argentino, habría cabido mencionar en un recuadro aparte el plan en que nuestro Amancio Williams se involucró desde 1970 hasta 1989, llamado “La ciudad que necesita la Humanidad”, y que concibió con criterios similares a los del plan saudita, salvados los cambios culturales y tecnológicos ocurridos de entonces a hoy. Sugiero ver el tema en su sitio web, https://www.amanciowilliams.com.
Juan Manuel Boggio Videla
DNI 4.126.107
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