
La Dra. Felicidad desembarca en Yale
El doctor Fausto estudió toda su vida; descubrió que estaba demasiado viejo y que no había alcanzado la felicidad. En estos días la Universidad de Yale (EE.UU.) trata de conciliar el saber con la felicidad creando un curso, el 101, llamado "Psicología y buena vida". Una enormidad de 1200 alumnos se reúnen dos veces por semana en el enorme hall del campus para la clase más popular que jamás tuvo esta universidad, fundada en 1701.
"Ellos realmente buscan aprender ese saber en forma empírica y científica", dice Laurie Santos, profesora de Psicología. Y agrega que el sentimiento de felicidad tiene que ver con los vínculos, la meditación y las suficientes horas de sueño. Enfocarse en el momento presente y en la gente que nos rodea.
Pero el saber suele andar divorciado de la felicidad. "El objetivo del psicoanálisis es aliviar a las personas de su infelicidad neurótica para que puedan ser normalmente infelices", dijo alguna vez Freud, tan poco querido en Norteamérica. Si los alumnos de Yale no encuentran la felicidad, al menos serán especialistas en ella.






