Dante y los servicios
Es de Caballito y se recibió en Historia y Economía en la Universidad de Harvard. Es hijo de inmigrantes italianos y observó la Argentina unos cuantos años a la distancia, que es a veces la mejor manera de advertir sus virtudes y defectos. Idealista, se entusiasmó en sus tiempos de articulista para El País de Madrid con cambiar de raíz el país que lo vio nacer. "Construyamos un pacto por la Argentina", propuso apenas se eligió a Macri. El inquieto joven, por entonces de 28 años, delineó un plan que abarcaba todo: el federalismo, la Justicia, el déficit, la integración regional y los derechos humanos. Un día, Pierpaolo Barbieri se acercó con más detalle al país y muy probablemente se dio cuenta de que, antes que su bienintencionado plan, hay pequeñas grandes cosas por solucionar. Los servicios, por ejemplo, que son lo más parecido al infierno de Dante. Hay que abandonar toda esperanza. A Pierpaolo se le ocurrió crear una tarjeta de débito que combata las bíblicas pérdidas de tiempo en los teléfonos y en las salas de espera de los bancos. Y le puso un nombre entre simple y jocoso, Ualá, quizá porque reírse es la mejor forma de amenizar la espera hasta el arribo de una Argentina que maltrate un poco menos a su gente.